Pongan atención que hoy les voy a contar la historia de un “rockstar” del renacimiento: Rafael Sanzio
Nuestra historia empieza en Urbino, una pequeña ciudad al norte de Roma. Eran las 3:00 de la mañana del viernes santo de 1483 cuando en la casa de Giovani Santi, se escucharon los llantos de un niño.
Los felices padres nombraron al niño, “Rafael” y será nuestro protagonista.
El padre de Rafael también era un pintor, de hecho alcanzó cierto renombre, aunque al final su fama quedó muy opacada compara con la de su hijo, y no es para menos, Rafael estaba destinado a convertirse en el más joven de los 3 creadores del cinquecento.
Los otros dos fueron, Leonardo Da Vinci, un genio cuya vida les contaré muy pronto, y el otro fue Miguel Ángel, cuya historia pueden leer aquí:
El padre de Rafael fue muy respetado en su época, era un pintor de corte con bastantes habilidades y cuyos maravillosos retablos, que estaban influenciados en Piero de la Francesca, eran admirados por todos los nobles.
Así que nuestro protagonista pasó sus primeros años en un palacio observando a su padre trabajar, poco a poco se fue acercando a él y apenas tuvo edad para ayudarlo, pasó muchas horas fascinado en el taller de Giovanni.
Su madre, Maggia di Battista, falleció cuando Rafael tenía 8 años, tras el suceso se refugió en el taller de su padre donde mezclaba colores, preparaba materiales y pinceles, pasaba las tardes observando a su padre trabajar y repasando mentalmente cada trazo que él hacía.
Su padre volvió a casar y Rafael llevaba una relación mediananmente buena con su madrastra, de hecho en gran parte, fue gracias a ella que pudo hacerse cargo del taller de su padre, pero ya llegaremos a ello.
A los 11 años murió su padre y Rafael quedó a cargo de un hermano de este, un sacerdote que inició una batalla legal con su madrastra para llevárselo, pero con todo y todo ella nunca le permitió al tío hacerse del pequeño Rafael.
Para ese entonces Rafael ya llevaba varios años trabajando como ayudante en el taller del mejor artista del momento en aquella zona de Italia; Pietro Perugino, los historiadores aún debaten los años que estuvo ahí, pero sí sabemos que ahí fue donde adquirió su refinado estilo.
Si uno de los alumnos de Perugino, hizo suyas las enseñanzas de sus maestro, fue Rafael. el chico era un prodigio y dibujaba con las mismas técnica y estilo que Perugino, incluso hoy en día es difícil reconocer las partes que pintó cada uno.
Y eso que su carrera aún no empezaba.
Rafael y Perugino se instalaron en Perugia, ahí pasaba las tardes admirando las piezas de mármol de Giovanni Pisano y ayudando a su maestro, quizá ese fue el último trabajo de ambos porque se sabe que a los 17 años, Rafael ya manejaba su propio estudio.
Durante un par de años estuvo trabajando para distintos mecenas, su fama tuvo un ascenso meteórico, a los pocos años ya le llamaban maestro.
Umbría, la región donde vivía, le quedaba chica, en Roma ya se hablaba de él, pero antes pasaría por Florencia.
Su intención principal era aprender sobre el arte toscano y la ciudad no le fue indiferente, de hecho quedó maravillado con cada rincón de Florencia.
A menudo se le veía admirando la imponente cúpula de Brunelleschi.
Compartió época con los otros dos creadores del Cinquecento, incluso se inspiró mucho en Leonardo Da Vinci (unos 30 años mayor) y sentía una profunda admiración por Miguel ángel (8 años mayor)
Al talentoso Rafael le bastaba con y analizar una obra, para hacer suyo su estilo.
La mayoría de las “Madonnas” de Rafael datan de esta época, en ellas se aprecia cómo Florencia fue influyendo en él, su madonna del baldaquino fue la última obra que realizó antes de volver a Perugia que se encontraba al borde de una guerra civil.
Ahí realizó un cuadro dedicado a la deposición Cristo, en él se aprecia que el éstilo de los grandes maestros lo había hecho suyo y perfeccionado, tenía menos de 25 años pero lo mejor apenas estaba por llegar.
Su fama llegó a oídos del Papa, un joven maestro había surgido.
Habiendo superado a Perugino, Rafael era la superestrella del momento, famoso también por sus múltiples romances.
Aún así, en 1508 fue convocado a Roma por el mismísimo Papa Julio II, el polémico pontífice que ordenó a Miguel Ángel pintar el techo de la capilla sixtina.
Julio II le contrató para decorar unas estancias papales dentro del Vaticano, el capirichoso Papa ordenó destruir todos los trabajos de pintores anteriores para que Rafael pudiera trabajar desde cero.
Así que Miguel Ángel y Rafael compartieron techo un par de años.
El maestro florentino cada día se enojaba más porque escuchaba que la gente admiraba y halagaba a Rafael por su maravilloso estilo (que tenía influencias del propio Miguel Ángel). Eso no le hacía mucha gracia al “Divino” y pronto ambos pintores se enfrentarían.
Giorgio Vasari menciona que en esa época se llegó a comparar el estilo de ambos y en cuanto a pintura, muchos consideraban a Rafael a la par de Miguel Ángel, incluso en el aspecto del color lo consideraban superior.
Pero a nuestro protagonista nunca se le subió la fama.
Era consciente de su fama, la disfrutaba y convivía con muchas personas, todos lo describían como un joven educado y alegre.
Pero eso sí, enfocado al trabajo, la primer estancia que pintó en el Vaticano, contenía su maravillosa obra; “La Disputa del Sacramento”.
La obra más famosa de las que realizó en las estancias papales fue “La Escuela de Atenas”, esa escena se merece un hilo aparte, prometo hacerlo pronto pero aquí les un breve relato sobre ella que escribí en Instagram: instagram.com/p/CAECzHUjk9N
Su taller era el más exitoso de Roma, las grandes familias italianas le abrieron las puertas de sus palacios y realizó muchísimas obras, su trabajo era tan majestuso que la muerte del Papa no le afectó y pudo seguir trabajando en las estancias vaticanas.
El nuevo pontífice era un Médici, los grandes mecenas del renacimiento, de hecho Leon X era hijo del mismísimo Lorenzo de Médici, el magnifico.
Este Papa, sensible al arte, valoró como nadie a Rafael y le permitió continuar trabajando bajo su mecenazgo.
EN 1510 y hasta 1514 trabajó en la segunda estancia, ahí retrató a Julio II y a sus miembros de la guardia suiza, en otra pared, el paisaje de la biblia que se muestra es la expulsión de Heliodoro del templo.
Tambien de esa estancia es la impresionante escena de la liberación de San Pedro, el artista cada vez se superaba así mismo, el nuevo Papa estaba fascinado con él. El joven maestro cada día era más talentoso, rico y famoso.
Mientras decoraba los frescos de las estancias vaticanas, se dice que con ayuda de Bramante entró en secreto a la capilla sixtina durante una ausencia de Miguel Ángel, lo que vio le maravilló a tal grado que incluyó a Miguel Ángel en su escuela de Atenas.
Lo usó como inspiración para representar a Heráclito, pero como bien les he mencionado, Rafael tenía una habilidad especial para observar el estilo de otros maestros y hacerlo suyo, Miguel Ángel se enemistó con Rafael, lo acusó de Plagio y jamás le volvió a dirigir la palabra.
Su meteórica carrera le hacía estar en boca de muchos nobles, por eso se comprometió con María Bibiena, una poderosa Médici sobrina de Bernardo Dovizi. Aunque al final ella nunca se pudo casar con el artista debido a que Rafael nunca mostró mucho interés por llevar a cabo la boda
Sus multiples aventuras amorosas le mantenían alejado de un compromiso formal, su amante más famosa fue la hija de un panadero del barrio del Trastévere, una joven llamada Margherita Lutti, que atendía el negocio ubicado en vía Dorotea 20.
Rafael la vio por primera vez en el balcón de su casa y todos los días daba vueltas por la zona esperando encontrarse con ella, cuando lo logró, se hicieron pareja y vivieron un apasionado romance, no se separaban para nada, incluso el maestro la utilizó de modelo en varias obras
Giorgo Vasari, el genial artista y cronista del renacimiento nos cuenta que cuando no estaban juntos, llegaba un momento del día en el que Rafael dejaba lo que estuviera haciendo y partía en busca de su amada.
Se negaba a separarse de ella a menos que fuera absolutamente necesario, de hecho cuando lo contrataron para decorar la Villa Farnesiana, amenazó con no aceptar el trabajo si no le permitían llevar con él a su amante.
Seguía trabajando en las estancias del Papa, por esta época realizó la escena de un incendio en la Roma medieval y la batalla de Ostia.
Rafael se quería superar, decía que al terminar su trabajo en el Vaticano, quería dedicarse a la arquitectura y a estudiar la naturaleza.
El Papa le declaró conservador de las antigüedades y Rafael encomendó proteger monumentos y realizó un mapa de la antigua Roma.
Su carrera estaba en el punto más alto, apenas tenía 37 años y ya había igualado y hasta superado a muchos maestros, pero entonces sucedió la tragedia.
La muerte del artista llegó de manera misteriosa y abrupta cuando él tenía 37 años, Giorgio Vasari, en su obra “Vida de los Mejores Arquitectos, Pintores y Escultores”, de 1550, nos cuenta que murió de forma misteriosa y abrupta debido al desenfrenado apetito sexual del artista.
Vasari narra que se extralimitó en sus placeres amorosos y debido a que cometió más excesos de los habituales, enfermó de fiebre y le dio verguenza confesarle a los doctores el origen de su malestar. Así que pensando que era otro mal, le practicaron un sangrado y eso lo mató.
La muerte le llegó un Viernes Santo de 1520.
El mismo día que nació y no, al mismo tiempo, ya que él nació un Viernes Santo que cayó en 28 de marzo, y murió un Viernes Santo que cayó en 6 de abril, así que técnicamente no nació y murió el mismo día como muchos piensan.
Y así terminó la vida de este genio que fue por el mundo aprendiendo lo mejor de todos, por eso pasó a la historía, asi que su historia nos enseña que...
En la vida conocerás a personas que te harán daño, intencionalmente o no.
Si te quedas con lo malo nunca podrás avanzar, mejor aprende de lo que viviste, llévate lo bueno y sigue adelante hasta encontrar tu luz y estar en paz con el pasado.
Sólo así harás grandes cosas.
Fin.
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Pongan atención que hoy les voy a contar cómo sería la mitología griega sin los amoríos de Zeus.
El otro día me arrobaron en este meme, y me dejó pensando qué hubiera pasado si Zeus no hubiera engañado a su esposa así que vamos a verlo…
Antes de empezar tengo que recordarles algo que les he dicho en varias historias: No hay una versión oficial de los mitos, dependiendo la fuente que lean la historia del personaje puede cambiar, obviamente lo mismo pasa con los amoríos de Zeus.
Pongan atención que hoy les voy a contar la historia de Amaterasu, la diosa que aparece en la bandera de Japón.
Amaterasu es la diosa del sol y madre protectora de Japón, de hecho se cree que los miembros de la actual familia imperial descienden de ella y no sólo eso, también tienen reliquias que la diosa dejó.
Les contaré cómo es posible eso pero vayamos al principio. Amaterasu, la diosa del sol, es la hija del dios Isanagi.
Él estaba casado con Izanami pero ella murió mientras daba a luz a su último hijo, su esposo fue al inframundo por ella pero todo salió mal.
En Escocia se dio una historia similar a la que sucedió en Japón con el famoso perro llamado “Hachiko”.
El nombre de este perrito escocés era Bobby, pero detrás de lo sucedido se escondía algo muy turbio.
Empecemos con la historia…
En Edimburgo existe la emotiva historia del perrito Bobby, al igual que Hachiko, Bobby también tiene una estatua, pero esta historia es mucho más turbia.
Vayamos primero a lo que cuentan los locales y los guías de turistas.
Hace más de 150 años vivía en Edimburgo un hombre llamado John Gray.
Trabajando como vigilante nocturno tuvo la idea de adoptar a un perrito Skye Terrier de unos 6 años al que nombró Bobby.
Pongan atención que hoy les voy a contar la historia de “Hefesto”, el dios que fue abandonado por su madre por haber nacido feo.
Como muchos mitos griegos, tenemos distintas versiones de esta historia. Hay menciones a este dios desde la era arcaica, el propio Homero lo menciona en su Iliada y dice que era hijo de Zeus y Hera.
La Teogonía de Hesíodo nos cuenta otra historia: Que en realidad sólo era hijo de Hera, ya que cansada de los amoríos de Zeus, y furiosa por el nacimiento de Atenea (que nació de la cabeza de su marido) ella también trató de dar a luz a un hijo completamente suyo.
Pongan atención que hoy les voy a contar la historia del Área 51.
Durante la década de los 50 y 60, las personas vivían cerca de la base militar que hoy conocemos como “Area 51” empezaron a describir extrañas luces en el cielo, no sólo eso, algunos afirmaban haber visto extraños objetos volando a alta velocidad,
En muchas ocasiones estos extraños avistamientos eran seguidos por la visita de unos misteriosos hombres que interrogaban a todo aquel que afirmara haber visto “algo extraño” en el cielo, los famosos “Hombres de Negro”.