Soy médico de atención primaria de un concurrido centro de salud de Sevilla capital. En vista del desconocimiento y de las burradas que se leen por ahí, abro hilo para explicar que está ocurriendo realmente con las citas y la imposibilidad de contactar por teléfono**
Lo primero, si antes de la pandemia cada médico veía unos 35 pacientes al día (que es una barbaridad), actualmente rondamos los 60-70. ¿Por qué? Muy sencillo, por la demora de los meses de confinamiento que ha retrasado todas las revisiones de pacientes crónicos.
A eso hay que sumarle que TODO el COVID se está llevando en atención primaria. Todo. Desde detección de casos a rastreo, solicitud de PCR, bajas y altas.
Es decir, citas telefónicas +urgencias presenciales+ citados presenciales + todo el COVID.
Vamos al meollo de la cuestión. ¿Por qué tantísima demora? Súper simple, porque aparte de la brutal carga de trabajo extra NO se ha contratado a absolutamente nadie y NO se está cubriendo ninguna baja de los médicos que tienen que aislarse (a veces un 50% de la plantilla)
¿Por qué no cogen el teléfono? En mi centro habitualmente hay 3 celadores encargados de contestar el teléfono. Actualmente hay una sola persona puesto que hay dos bajas de larga duración sin cubrir. El teléfono no para de sonar, es imposible que una sola persona atienda eso.
¿Por qué no se atiende a todo el mundo presencialmente? Por lógica. No podemos pretender agrupar en una sala de espera a decenas de personas esperando a ser atendidas. Más aún cuando muchos de ellos son sospechas COVID.
Leyendo a algunos parece que nos estamos negando....
¿Hay derecho a que mis pacientes tengan que esperar 13 días para hablar por teléfono conmigo? Claro que no. Es una vergüenza.
¿Quién tiene la culpa? Los que ni contratan ni cubren las bajas.
En definitiva, y espero que sirva para hacer reflexionar a los que están echando mierda a los centros de salud:
En esta segunda ola, el COVID lo está llevando atención primaria en su totalidad, a diferencia de la primera ola que sobresaturó más a los hospitales.
Un poco de coherencia y de memoria, que hace nada éramos los héroes aplaudidos desde los balcones, y ahora somos los demonios.
Y termino diciendo que personalmente estoy exhausto. Agotado mentalmente. Y me consta que mis compañeros están igual. No podemos más y o ponen remedio o a ver quién aguanta las navidades si persiste la situación.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh