Una mujer reclama ante la Justicia los derechos que le consagra su herencia familiar. Esto significa que recurre al รกmbito apropiado, el รบnico donde deben debatirse los conflictos que pueden suscitar este tipo de diferencias.
Hay una larga historia de reclamos que alejan las posibilidades de llegar a un acuerdo entre las partes de esta familia. No es eso lo que importa hoy porque no somos jueces, fiscales ni abogados defensores de ninguna de las partes.
Somos integrantes de una sociedad que defiende la democracia y la justicia. Y como tales debemos analizar la conducta de esos hombres que, de noche y armados, se apostaron en la tranquera del campo de Dolores Etchevehere para comunicarle que debรญa irse de allรญ โpor las buenasโ.
-ยฟCuรกl serรญa la otra manera?, pregunta Dolores Etchevehere.
Hay una sola y es tan completa, suficiente y necesaria que contempla todo: el respeto al trabajo del Poder Judicial y los valores fundamentales de una democracia.
Entre ellos, no ejercer violencia hacia las mujeres y evitar las conductas discriminatorias. Pero ademรกs incluye un valor que parece fundamental para quienes proceden por encima de toda autoridad y de toda norma social: el de la propiedad privada que corresponde a Dolores.
๐๐ฎ๐ง๐๐ ๐๐ฬ๐ฌ es tambiรฉn terminar con las patotas fascistas y machistas.
Es repudiar los discursos de odio que fomentan el racismo, el clasismo y la violencia.
Es garantizar los derechos de todes y asegurar que nadie estรฉ por encima de les demรกs por tener poder.
โข โข โข
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