No puede ser que el ministro de Sanidad que pide a la gente y a los jóvenes en particular que no salgan de copas vaya a una fiesta de ricos en donde no se respetan las medidas de seguridad sanitaria
No puede ser que el portavoz del Gobierno en materia sanitaria hable de la gravedad de la situación y reclame esfuerzos extraordinarios al personal sanitario y al rato esté haciendo chistes groseros sobre enfermeras
No puede ser que la estrategia de un gobierno la determine el oportunismo cortoplacista de un publicista como Iván Redondo al que le da igual asesorar si es con barba a San Antón y si no a la Purísima Concepción
No se puede gobernar un país en medio de una emergencia sanitaria y ante una más que probable catástrofe económica con la inestabilidad y la aritmética parlamentaria de una situación política social y económica de normalidad.
Así no.
Así no.
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