🇨🇺 Cuando estuve con mis colegas en Cuba celebrando mi despedida de soltero nos alojamos en un hotel de 5 estrellas que tenía más lujos que el yate de las Kardashian.
Te cuento.⬇️
Te cuento.⬇️
Tiendas de Gucci y Chanel, alta cocina cantonesa, una flota de Rolls Royce Phatoms para alquilar, servicio de mayordomo 24 horas…
Yo entiendo que habrá gente a la que estas cosas les excite más que un mano a mano entre Peta Jensen y Nacho Vidal, pero a mis colegas y a mí no fue algo que nos cambiase la vida.
A lo mejor es que no hemos nacido para ser ricos. O a lo mejor es que estábamos de despedida de soltero. Es otro rollo, tú sabes.
Este tipo de hoteles están pensados para las parejas de enamorados, para los que quieren beber daikiris al sol y para los nómadas digitales que facturan seis cifras en piloto automático.
Para ser sincero, creo que si volviera a visitar Cuba pasaría de hoteles y me alojaría en alguna casa particular de La Habana.
Me flipó esa oferta turística tan poco lujosa, tan asequible y tan cercana.
Me flipó esa oferta turística tan poco lujosa, tan asequible y tan cercana.
Resulta que familias cubanas completamente normales, como la tuya o como la mía, alquilaban habitaciones en sus casas a los turistas.
El servicio podía incluir cualquier cosa que se te pasara por la cabeza: solo una cama donde dormir, el desayuno, las tres comidas, servicio de lavandería, los desplazamientos por la isla, un guía personal para conocer La Habana…
Incluso sexo con prostitutas o prostitutos (o con los dos a la vez) en la opción de todo incluido. Todo era cuestión de negociarlo.
Esto último me lo han contado.
Esto último me lo han contado.
Durante los 18 días que estuvimos en la isla solo pasamos una noche en una de estas casas.
Sin embargo, y en contra de todo lo que te estoy diciendo, nuestra experiencia no fue nada buena. Fue malísima.
Sin embargo, y en contra de todo lo que te estoy diciendo, nuestra experiencia no fue nada buena. Fue malísima.
Casi traumatizante. No te miento si te digo que por primera vez en mi vida creí que iba a morir.
La verdad es que la culpa no fue de la familia cubana que nos alojó, ellos nos trataron muy bien y nos hicieron sentir como reyes.
La culpa fue nuestra.
La verdad es que la culpa no fue de la familia cubana que nos alojó, ellos nos trataron muy bien y nos hicieron sentir como reyes.
La culpa fue nuestra.
Por resumirlo en pocas palabras, combinamos en la misma ecuación tres activos excesivamente correlacionados.
Tres activos que nunca deberían formar parte de la misma cartera de inversión: cerveza, dinero y...
Pero esta es otra historia.
Tres activos que nunca deberían formar parte de la misma cartera de inversión: cerveza, dinero y...
Pero esta es otra historia.
Una historia muy larga que me reservo en exclusiva para los suscriptores de mi membresía jajaja
La envío en los emails 6, 7 y 8 (quizás también el 9). Suman unas 6.000 palabras.
La envío en los emails 6, 7 y 8 (quizás también el 9). Suman unas 6.000 palabras.
Entre otras cosas, cuento:
✔️ Quienes son las 3 personas a las que llamaría si tuviese que enterrar un cadáver.
✔️ La frase que me dijo una camarera del hotel y que terminó cambiando mi forma de entender el dinero y los negocios.
✔️ Quienes son las 3 personas a las que llamaría si tuviese que enterrar un cadáver.
✔️ La frase que me dijo una camarera del hotel y que terminó cambiando mi forma de entender el dinero y los negocios.
✔️ Qué pasa si sales de tu zona de confort en un país comunista.
✔️ Cómo una cubana nos tomó el pelo, nos robó 1.500 dólares y puso nuestra vida en peligro.
✔️ Cómo una cubana nos tomó el pelo, nos robó 1.500 dólares y puso nuestra vida en peligro.
Y, por supuesto, las importantes lecciones de inversión que me traje de esa lista.
Aquí ➡️ nudistainvestor.com
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