Hombres y mujeres vivimos en el mismo país, pero en mundos diferentes.
Eso muestra el informe Mujeres y hombres: brechas de género en Colombia del @DANE_Colombia, @equidad_mujer y @ONUMujeres, presentado hoy.
¿Dónde están las desigualdades? Aquí van algunos datos reveladores:
Eso muestra el informe Mujeres y hombres: brechas de género en Colombia del @DANE_Colombia, @equidad_mujer y @ONUMujeres, presentado hoy.
¿Dónde están las desigualdades? Aquí van algunos datos reveladores:
El Informe da cuenta de un mundo donde una mujer a los 17 años tiene cuatro veces más probabilidades de dedicarse al hogar que un hombre, y en las horas que dedica de más a los oficios o al cuidado no estudiará ni recibirá un salario ni dormirá como un hombre lo haría.
Un mundo en el que si esa mujer es indígena y vive en el campo al final de la carretera en Sucre tendrá casi 15 veces más probabilidades de no saber leer ni escribir respecto de un hombre blanco que viva en Medellín: bit.ly/36iMWOs
Un mundo en el que si esa mujer o esa niña o esa muchacha se embaraza, no será libre de decidir (a la edad que creamos que puede decidir, siempre que esa edad llegue) si quiere seguir con el embarazo o si rechaza el destino de la maternidad que le impone el código penal.
Un mundo donde esa mujer puede ser atacada sexualmente desde que es una niña hasta el final de su vida con seis veces más probabilidades de lo que un hombre puede serlo; y en la infancia es probable que el atacante sea un familiar en más de la mitad de los casos.
Si esa mujer es asesinada —y ya no tiene sentido seguir con esta historia— en este mundo el asesino será su pareja o expareja en casi un tercio de los casos; mientras que si un hombre es asesinado es prácticamente improbable que lo haya hecho su pareja o expareja (0,6 %).
En este mundo cuando esa mujer busque trabajo tendrá más del doble de probabilidades de no conseguirlo que un hombre; y en el campo, tres veces más respecto de una mujer en la ciudad. ¿Y si quisiera ser congresista? ¿Y si quisiera ser astronauta?: bit.ly/2UgxfS8
En este mundo, si esa mujer estuviera casada o unida después de los 65 años, la probabilidad de sufrir la muerte del compañero es tres veces más alta que la de un hombre (que tiene esa misma probabilidad de ser el muerto).
Las mujeres viven vidas más largas: tienen 6,5 años más de esperanza de vida que los hombres; y eso explica en parte la soledad de su vejez y sus mayores probabilidades de quedarse viudas.
La vida de esa mujer puede ser, y llega a ser en tantos casos, en este mundo por cambiar y que en parte ya ha cambiado, “una acumulación sucesiva de desigualdades, desventajas y precariedades”, en los términos del Informe.
Aquí puede encontrar el informe completo: bit.ly/3lpAgfa
Y aquí puede leer la historia completa que escribimos sobre el informe: bit.ly/3eKeFLR
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