Thread by @ojoenlagente

Apuntes de crisis, hipótesis para la comprensión (Hilo).

Uno
Estamos viviendo (en) tiempos distintos. Cuando la política formal planteaba plazos, estos ya habían sido desbordados por el movimiento de protesta. “Mañana” era hoy. En unas horas eran minutos.

Flores Aráoz quedó en permanente offside. La interconexión ayudó muchísimo. Todo se movió a un nivel sub-oficial, sin medios masivos. A nivel redes. Lo que a De Althaus le parecía una estructura organizada, era algo que con una PC podías hacer en segundos. Jamás se entendió.

Dos
Nos mueven los valores, no la necesidad. Tengo la sensación de que lo que nos movilizó fuertemente fue ver la libertad amenazada. No marchamos por una política económica. No se salió por una causa de DDHH. No por elecciones ni por promesas. Se salió porque nos amenazaron.

Nos dejaron de lado. Nos dijeron: ustedes no importan. Podemos hacer lo que querramos y no habrá consecuencias. Ese discurso amalgamó, pegó, cohesionó. Hubo quienes marcharon, otros que apoyaron con logística, otros que donaron, otros que prestaron casas, comida, etc.

Jóvenes protagonistas y detrás de ellos mi generación y la que me precede. Porque sabemos como lidiar con la carencia, pero no con la apropiación de la voluntad. Eso ha sido una característica de estos días. Y que nadie diga qué hacer. Ojo ahí.

Tres
Los malos fueron más malos y lo hicieron notar. Hubo una burda interpretación de las cosas. Habla mucho de quienes dirigieron todo esto. Radicalizaron sus posiciones para mal, quisieron despreciar la calle y todavía lo hacen.

Si escuchan a Vega, a Luna, a Guibovich, a Burga, a Chehade (a Sheput ni para eso le da), escuchan parodias de mafiosos de películas B. Con un desprecio absoluto de lo que deberían defender. Instigadores de la represión, pensaron que eso tranquilizaría la calle.

Cuatro
La política está fuera de la política. Universidades e institutos. Barras de fútbol, gremios profesionales, colectivos. Pero también grupos de amigos, familias multigeneracionales, gente harta. Ejerciendo ciudadanía.

Encontrando su espacio. No quiero marchar, caceroleo. Me da miedo la calle, tuitazo. Le tengo miedo al virus, aplaudo desde casa. Nadie que tuvo algo que decir se quedó sin decirlo. Cuando eso pasa, asusta.

Cinco
Micromedios. Los grandes medios se tuvieron que rendir a la presión. Ha empezado un cambio de lenguaje. Algunos se resisten. Pero el poder del TikTok, del WhatsApp, del Facebook, del Twitter, pudo muchísimo más.

La divulgación de noticias sobrepasó la cobertura de los medios. El otro punto es que los nuevos medios, que se divulgan por redes y usan mecanismos de viralización, son imposibles de callar. Nadie lo midió y pensaron que lo que pasaba un día los peruanos lo sabríamos mañana.

Seis
Hay quienes no aprenden. No solo el sector que quiso aferrarse al poder. Los gremios de empresas tuvieron reacción tardía y no supieron empatizar. De hecho, la iniciativa que nucleó a muchos CEOs fue a título individual y las marcas jamás se las jugaron.

Imaginen el impacto de esto: Alicorp brinda galletas y jugos a los que marchan. Pacífico da atención en su red de clínicas a los que sufran. Qroma paga la pintura de la reparación. Empatizar no es solo un término que hay que oír en los seminarios de marketing. Hay que vivirlo.

Siete
Son hipótesis. Estamos aprendiendo a ver todo. Debajo de la superficie algo cambió y estamos totalmente en offside. Es importante verlo con humildad. La sociologa Noelia Chavez (@noes91) ha avanzado muchísimo y hay que leerla, escucharla y aprender.

También hay que salir y conectar. Saber qué está moviendo a todo este tejido que nunca quisimos ver. Porque estas elecciones nos van a revelar un país del que no tenemos la mínima idea de lo que significa.

Estas reflexiones van para Inti y Bryan, porque deberían estar yendo a clases ahora mismo, porque es urgente darle significado su sacrificio y no olvidarlos. Y no lo haremos. Desde donde toque.