Thread by @Hibai_

Ha pasado. Grecia ya ha llegado al punto de colapso de su sistema sanitario. El peor escenario de COVID19 sumado al resultado de una década de recortes. Deseadnos suerte; todo va a depender de eso, del gobierno nadie espera nada.

En la primera ola tuvimos, básicamente, suerte. Muy pocos casos. En vez de asegurar el resultado, el gobierno impulsó que la gente creyera que esto no iba con ellos. Con apenas una decena de casos, abrieron las fronteras. Llegaron 5 millones de turistas y pasó lo previsible.

Durante todo el verano, Grecia se vendió como "el destino sin coronavirus". No sólo se atrajo en masa a turistas sin PCR sino que el gobierno quiso sacar partido del sufrimiento de Italia y otros países por la pandemia.

Mientras se desatendían las medidas de precaución más básica para el conjunto de la población, el gobierno hizo una excepción: uso la pandemia como excusa para convertir los campos de refugiados en prisiones a cielo abierto. Sin acceso a la higiene, se encerró a miles de familias

El origen del incendio de Moria fue, precisamente, la negligente gestión gubernamental de la pandemia. Tras el incendio fue peor: se perdió el rastro de los positivos y se extendieron por toda la isla.

Mientras, comenzó un curso en el que, en vez de reducir la ratio de alumnos por aula, se aumentó hasta 25. El alumnado ocupó institutos para exigir medidas contra la pandemia y los medios del régimen dijeron que se manifestaban contra el uso de mascarillas.

A pesar de que las primeras señales ya estaban claras, el gobierno decidió no aumentar la frecuencia del transporte público. Permitió que en las iglesias los fieles siguieran comulgando con la misma cucharilla. Los policías siguieron yendo sin mascarilla.

Igual que hiciera con los refugiados, el gobierno usó la pandemia para suspender el derecho de manifestación en todo el país.

Mientras, los hospitales fueron lanzando señales de alerta y éstas fueron desatendidas. En vez de equipar más UCI, el gobierno usó los fondos COVID para llenar los bolsillos de sus amigos. La medida estrella para el inicio del curso escolar fue regalar cantimploras (WTF).

Ahora ya es tarde y, además, las prioridades del gobierno Mitsotakis son evidentes. Quienes nos lo podemos permitir estamos en casa, esperando que pase. Mucha gente sigue teniendo que ir a trabajar. El confinamiento actual permite que cada empresario decida si cierra o no.

Sólo me queda acordarme de todos los gilipollas que se pasaron el verano diciendo "mira lo bien que lo ha hecho Grecia". Iros a la mierda.