Si tienen dos minutos, los invito a leer este hilo de ficción que escribí hace un año, sobre un borocotazo político (fallido) del que nadie habla.
Espero que les guste 👇
Espero que les guste 👇
La historia comienza cuando el personaje AF invita al personaje EM a desayunar en su quinta de Olivares, un sábado a la mañana. Durante el encuentro, muy cordial y afectuoso, AF le ofrece a EM el cargo de embajador en un reino peninsular, propuesta que EM acepta instantáneamente!
Tras el apretón de manos de rigor, EM le pide a AF:
- Esperá, no lo anuncies todavía, dejame que le cuente a HL.
- No hay problema.
Dos días después, EM informó del hecho a HL, sin dejarle margen de pataleo alguno, pues se trataba de un hecho consumado.
- Esperá, no lo anuncies todavía, dejame que le cuente a HL.
- No hay problema.
Dos días después, EM informó del hecho a HL, sin dejarle margen de pataleo alguno, pues se trataba de un hecho consumado.
Cumplido el trámite, EM le avisa a AF que ya está listo para que la novedad se anuncie a los medios, pero AF le pide que hable con WP, para coordinar los detalles. Es aquí donde arrancaron los problemas, pues WP le exigió algo al pichón de Borocotó, que éste no pudo cumplir.
En concreto, le dijo q antes de oficializar su designación, debía pasarle la lista de disputados nacionales que saltarían con él hacia el otro lado de la zanja. Atónito, EM le dijo q eso no era posible, pues más allá de los 3 o 4 saltadores "espontáneos", ningún otro lo seguiría.
Olvidate de la embajada, cerró entonces WP. Poco después, RA, un avezado cazador de cargos públicos, apareció ante los flashes junto a AF, para anunciar su designación en el puesto que AF le había dado a EM. Y colorín colorado, borocotito se quedó sin prestigio. Y sin embajada.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
