Thread by @stepjauz

Que vivió un periodista durante esta pandemia? aquí les cuento un poquito de lo pasado, desde mi experiencia, entre balones de oxigeno, lagrimas, búsqueda de camas UCI, nervios y destapes.

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No recuerdo haber llorado tanto, tantas veces. De felicidad, de impotencia, de tristeza. La vida este 2020 está llena d memorias. Ha sido, una verdadera fortuna, hacer periodismo, en la calle, ver todo lo q pasaba, caerte, llorar en el hombro de tu camarógrafo y seguir adelante.

No ir a la comisión del camión glp en V. El Salvador me tuvo malhumorada, estaba en Ancón. Ahí me topé con una fuente que me llevó a Arequipa, donde nació “amistad a prueba de agua” funcionario investigado, con contactos, que renunció tras la entrevista.

Vino la pandemia, había un enorme grupo de personas q empezó a dormir en la avenida Iquitos. Niños, bebitos en carpas, sin comida. Los vecinos de la victoria llegaron en auto con reguetón, ají de gallina, emoliente. regalaron la cena bailando y nosotros bailar con ellos.

Cuando no sabíamos cómo y sobre todo cuánto era lo suficiente para cuidarnos, un entrevistado pedía cama UCI para su papá un magnífico danzante de tijeras, con tres hijos, tenia conversando con él varias horas para encontrarnos y ayudarlo a ingresar a cuidados intensivos.

Mis entrevistados me contaban en vivo como se había contagiado su papá y que son 8 en casa y que ellos tres también tienen covid. Mi teléfono empezó a sonar yo empecé a mirarme, mascarilla si, guantes si, protector si... no pasa nada.... tranqui. La única tranquila era yo

Mi danzante de tijeras murió. Me gustaría decir que durante toda la pandemia algo debimos haber ayudado, a alguien, Y seguro que fue así. Con Peter López y Gustavo Neyra, nos dedicamos por varias semanas a buscar familias que querían camas UCI. Nos decían “el equipo covid”

Las personas Necesitaban un respirador y les decían que ya no había, que el traslado demoraría, que en el otro hospital hay 14 personas esperando, el iba a ser el N°15. En promedio hicimos unas 15 notas de personas pidiendo respirador, todas murieron.
y me acuerdo d todos.

Cada muerte era una derrota. Nos esforzábamos en contar una buena historia para visibilizar y sobre todo ayudar, 1 hora antes del noticiero mi teléfono:
- señorita, muchas gracias por todo, mi papá acaba d fallecer.
- ha sido usted muy amable ya encontramos cama, pero murió.

Día tras día, el danzante de tijeras, la mamá que despertaba a sus hijos con jugo de papaya, la abuela que conoció a su Nieto y tuvo que ser hospitalizada, el esposo que entrevisté a 2 metros porque su mamá, su papá, su hermana y su sobrino acababan de morir de covid.

El Nos busco porque necesitaba una cama para el amor de su vida. Su esposa, maestra de educación inicial que en el Sabogal esperaba su turno en UCI. Le expliqué cómo funcionaba la medicina de guerra.

Como su esposa, la madre de sus dos hijos estaba catalogada como prioridad 1 2 3 o 4 . Los 3 y los 4 la tenían casi imposible. Si eras anciano, diabético , asmático tu prioridad bajaba, si estabas embarazada, eras personal de salud, o joven, tu prioridad subía.

Me tomaba el tiempo de explicarles de la manera más amable posible cómo funcionaba el sistema, como esto era una guerra y los médicos no eran “malos” solo estaban haciendo su chamba. Tremenda chamba.

Ella murió también.

Un señor artesano de 83 años que se contagió intentando vender sus aretes en el centro de lima. El no se murió de covid. Me mando un par de aretes que tengo guardados con mucho cariño.

https://twitter.com/stepjauz/status/1296109834140622850?s=20

No vi a mi hija 2 meses. Su cumple era en la parte más dura de la pandemia. Dije me paro afuera de su casa. Mi pequeña tormenta de 6 años me dijo:
- no me importa morirme de coronavirus, yo necesito darte un abrazo en mi cumpleaños.
Fui despuéss de una prueba molecular.

el día de la madre no la vi. Ella preparó todo un programa de actuaciones, canciones y poemas que vi por videollamada. Luego pensaba en el señor que se le murieron 5 familiares en un mes.

Los periodistas solemos ver tanta desgracia junta que a veces nuestros dramas personales parecen poca cosa, y nos avergonzamos. No tenemos porque pero pasa.

Luego vino el alza de precios en las farmacias. Me parecía asesino, ASESINO, ver cómo podían vender un balón de oxígeno a 5000 soles vacío! Conocí a un señor que vendió su carro, otro que vendió televisores, gente saliéndose de la cola por qué no llegaron a tiempo.

Afuera del Hipolito Unanue conversaba con un señor que junto1500 soles para comprar azitromicina para su papá, lo entrevisté miro su celular.... ya no compro señorita. Mi papá ya murió. Lo mire y le dije te abrazo fuerte. Gracias, si costaban más barato no se moría, y se fue.

con Cesar Taramona y Carlos Olmedo Nos fuimos a buscar a vecinos que habían entregado canastas por ser beneficiarios de los víveres entregados por municipalidades, buscando buscando, conseguimos personas que en el papel tenían canasta, pero que no les habían dado ni un arroz.

La corrupción no tiene interés en si eres pobre o si no tienes que comer o si tienes 5 hijos. Un señor con tbc se quedó sin canasta, varios muertos con canasta a su nombre, una municipalidad tras otra en lo mismo.

Esta es fuerte:

Con “mi equipo covid“ teníamos la misión de seguir buscando camas UCI para pacientes. Ese día estaba “misio” hacía calor y estábamos pensando donde podíamos encontrar personas para ayudar. A ver vamos al hospital de ate.

En vivo conversábamos con un señor que necesitaba medicinas y un taxi plomo llegó a la puerta. Salió un joven corriendo. Su papá convulsionaba en el asiento posterior, los vigilantes no abrían la puerta. Todos gritamos para que abran la puerta! Todavía Está vivo grite! Ábranle!!

Nada. A los minutos salieron dos médicos a constatar su muerte, en las piernas de su último hijo de 14 años. Termine el vivo tire el micro y me dio un ataque de nervios. Mi jefe llamó a calmarme. Gustavo peter y yo terminamos abrazados. En shock.

El cuerpo de este padre de tres hijos, hincha de alianza lima, taxista, que acababa de contagiarse trabajando, a pesar de su diabetes, al costado. su hijo nos dijo que lo habían rechazado en otro hospital. Vi que un policía abrazaba a uno de los hijos, les compramos agua.

Y aquí seguimos, como lo dije a los 6 meses de pandemia me quedo con esta y todas la experiencias, con cosechar amistades tremendas con mi equipo, con haber dejado un poquito del corazón en cada nota

estar en primera línea en esta loca profesión es una fortuna tremenda, en la que volvería a hacer todo de nuevo, en intentar ayudar, revelar lo malo, lo turbio y lo que choca con los que no tienen voz.

Será más loco el 2021? Ya veremos.