Dice la definición de deontología:
“Parte de la ética que trata de los deberes y principios que afectan a una profesión.”
Ya hemos visto que el periodismo patrio españolero se olvidó de ello.
Están los médicos de trump y bolsonaro que ya croan de tragar tanto sapo.
sigo...
Las redes sociales, empresas al fin y al cabo, han colaborado en las muertes de gente por tomar lejía y otros desinfectantes. Las cuentas negacionistas se multiplican y ni las tocan. Se pueden comprar seguidores e interacciones y los bots aumentan. Nadie hace nada.
En la política casi mejor no hablar.
Han conseguido que la gente de izquierdas casi no pueda hablar porque te aparece el infiltrao y la lía tergivesando.
Se acusa de barbaridades y no pasa ná.
Cualquier tema es dinamita.
Y mientras; migrantes amontonaos, mayores muriendo, banderas al viento, familias en la miseria, fascistas cobardes atacando a cualquier ser humano diferente, sindicatos policiales con proclamas nazis, mejó no hablar de los militares, sanitarios saturados, uuufffff
Y al ver tuiter casi se le caen a uno los palos del sombrajo ante la desverguenza en el uso de la memoria del compañero Julio. NADIE estamos en posesión de ninguna verdad absoluta, eso se llama religión y no política. ¿No tenemos bastante con la sinrazón trifachita?
Y termino como empecé con la ética y la deontología.
No somos la perfección, pero si actuamos con una base ética eso nos llevará a una sociedad más justa.
Ya casi mejor reir y ver como es tuiter en La vida de Brian.
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EL CUENTO EN VERSO DE DON FACHASCAL Y DOÑA PANDEMIA.
Él era un hombre con barba puesta,
nadie diría que un señor.
Ni de izquierdas ni de derechas,
era librepensador.
Hablaba mucho de la patria
y lo llenaba todo de banderas,
decía cosas muy rancias,
aunque sus mentiras eran buenas.
No sabía lo que era trabajar,
Y su nombre se hizo famoso como Fachascal.
A ella no la conocía nadie,
antes de llegar veinte-veinte,
y apareció de repente,
propagándose por el aire.
Venía de lugares lejanos,
llevando una carga mortal,
y por donde pasaba
sólo se oía llorar.
Después de ver las imágenes de una residencia, que alguien ha grabado con su móvil y difundido, y de cómo son tratadas personas, no tengo por más que contar una pequeña experiencia de hace 30 años. ¡Ojalá hubiera tenido un móvil de los de hoy por entonces.👇
Aquella residencia de personas con discapacidad llevada por una orden religiosa muy conocida en mi ciudad.
Allí vivían dos amigos míos con discapacidad física.
Pepe (no era su nombre) solía venir con nuestra asociación de vacaciones a la playa y con 55 años aprendió a leer.👇
Aprendió en meses gracias a unas chicas voluntarias que estudiaban magisterio.
Fue la mayor alegría de su vida poder leer sólo los titulares del marca y del periódico local a su edad.
No se movía casi nada pero sonreía. Murió en su cama con fiebres muy altas y solo con ..👇