Thread by @PabloOliveraDaS

Voy a abrir un hilo para explicar por qué decía hace 3 años que era el bautismo de fuego de la coalición antisistema que integra el kirchnerismo y aliados, bajo la férrea conducción de CFK.
Con ello, pretendo ampliar y actualizar lo que escribí en la nota de abajo. Se agradece RT

https://twitter.com/PabloOliveraDaS/status/1344111900020375553

Durante el gobierno de Cambiemos, el kirchnerismo se ocupó de pergeñar un plan para recuperar el poder en el que trabajaría con cualquier aliado antisistema que se plegara a su intento de sabotaje y deslegitimación del gobierno de Macri.
En la nota parto de ese día de las 14 Tn.

Pero todo comenzó cuando CFK se negó a pasar los atributos de mando y a denunciar que había habido un fraude mediático que engañó a los electores que apoyaron a Cambiemos.
El objetivo de CFK fue dañar la democracia liberal y republicana desde que salió del poder en 2015.

En esos 4 años, la oposición kirchnerista fue antisistema y se plegó al trotskismo con el apoyo logístico de algunos barones del conurbano como preciso en la nota.
La idea era demoler la confianza pública en el sistema democrático por intermedio de la violencia y la mentira.

El intento desestabilizador no estuvo solamente en la calle, ese mismo fatídico día de las piedras, dentro del Congreso hubo todo tipo de agresiones y hasta lograron voltear una sesión con quórum legal.
Hasta Pietragalla se afanó la lapicera de Monzó.

Luego de los errores de praxis económica y política del gobierno de Macri (nunca se consolidó como coalición de gobierno), resultó bastante más complejo articular una nueva coalición panperonista con los recelos mutuos que existían entre las distintas facciones.
Pero CFK lo hizo.

Con la paciencia de la araña, CFK logró articular todos los acuerdos necesarios para convencer a todos de que debían ir juntos. En todo esa arquitectura cedió y dejó espacio de acción a viejos traidores a su proyecto hegemónico como el mismísimo Alberto Fernández y Sergio Massa.

Como Alberto Fernández siempre fue un operador político que en todo lugar supo qué decir a su interlocutor de turno, no le resultó difícil convencer al establishment para que lo acompañara en su nueva empresa. Probablemente haya dicho que podía dominar a CFK junto a Sergio.

Lo que hemos visto en apenas un año de gobierno en el que Fernández quedó muy debilitado por los condicionamientos prácticos que le activó su vice, se solapa con el relato ficcional y populista basado en épicas de baja credibilidad sobre algunos significantes vacíos disponibles.

En cada discurso y acción de CFK y sus férreos intermediarios que controlan los aspectos más críticos de la función política y económica del país, puede verse su objetivo final: conducir al país hacia un cambio de sistema; salir de la República hacia un modelo populista pleno.

Son incontables las veces en las que CFK ha demostrado su estratagema antisistema en la que muchos se han asombrado por el "ataque" a las bases republicanas.
Ataques a la Corte, al sistema de división de poderes, el contrapoder judicial, la legitimidad de los jueces, etc.

CFK sabe que la paciencia le dará la victoria y es por eso que está concentrada no sólo en avanzar con la demolición de sus causas sino también en minar la confianza en las instituciones de la golpeada democracia argentina.

Recordemos que el gran politólogo argentino, Guillermo O'Donnell se refirió a nuestra democracia como una de baja intensidad, delegativa, sin controles horizontales fuertes ni instituciones capaces de condicionar fuertemente aquellos ataques populistas de demagogos en el PEN.

Como escribieron Steven Levitsky y Daniel Ziblatt en Cómo mueren las democracias, la emergencia de autócratas ocurre cuando los partidos políticos no pueden limitarlos en su accionar.
Esto tiene una contraparte real en la ciudadanía que ha caído en una peligrosa anomia colectiva.

Argentina está dejando de ser una democracia delegativa para convertirse en una peligrosa OCLOCRACIA (hilo en link).
La res publica parece cada vez más alejada de la mayoría de los ciudadanos. Hay enojo, se dejó crecer el odio que inoculó el populismo.

https://twitter.com/PabloOliveraDaS/status/1313238165810012164?s=20

La idea final de CFK es lograr las mayorías especiales que irá conquistando a fuerza de más demagogia y populismo para luego dar el zarpazo final en el que intentará cambiar esta Constitución que tenemos, con potencial de funcionar, siempre y cuando construyamos ciudadanía.

Lo que buscará CFK es una nueva forma de autocracia legitimada desde las urnas, como funciona la oclocracia pero con la legitimidad de un sistema jurídico que le de características de régimen con controles escasos, o sino cooptables.
Un reflejo de Venezuela para escépticos.

De nosotros depende entender el riesgo que corremos. El riesgo que corre la República cuando deja de ser el lugar de encuentro de distintas voces con la fraternidad en el disenso.
El modelo de CFK no sabe de consensos, tampoco de minorías, menos de la más débil: el individuo.