Si no fuera por la Mañanera nunca nos habríamos enterado de un sinfín de abusos cometidos en sexenios pasados que la prensa no pudo o no quiso reportar.
Tampoco nos enteraríamos de algunos abusos cometidos en este mismo sexenio, pues es también un espacio para que reporteros y medios vayan a plantear problemas que no existen en la prensa de la CDMX. Ahí mismo se plantean y se resuelven asuntos de interés público.
Mientras los medios chilangos están pendientes de lo que sucede en la alta grilla del centro, en los estados suceden todo tipo de tropelías que ahí se exponen y -muy a menudo- ahí se atienden.
La mañanera es también un espacio de descentralización política y mediática. Ahí se plantean problemas de los estados y las regiones, a veces incluso de comunidades alejadas e ignoradas. Temas que en los periódicos cuando salen los pasan a la página 20.
Los plantean sobre todo periodistas de medios regionales, alternativos a independientes que encontraron un foro, el más alto de todos, para poder llevar el drama que se vive en sus comunidades. Y se lo plantean no solo a la audiencia sino a funcionarios del más alto nivel.
En la Mañanera vemos también un ejercicio inédito de rendición de cuentas de las Fuerzas Armadas. ¿Cuándo en la historia se había visto a un Presidente ordenarle en público a un General Secretario que responda una inquietud?
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Así como el trumpismo mexicano es un tema de estudio, también deberíamos preguntarnos sobre todos los voceros en México de los demás partidos y poderes de Estados Unidos. ¿Por qué nos resulta normal ver a tanto personero de políticos norteamericanos menos exóticos que Trump?
A los promotores de partidos y políticos del Partido Demócrata no solo no los ven "raros" sino que los invitan a estar en el centro del debate. Se normalizó la presencia de agentes norteamericanos con pasaporte mexicano y se les da pase de "expertos".
Totalmente cierto que el trumpismo es una aberración, pero hay un sinfín de problemas con el aplauso fácil al resto de la clase gobernante de Estados Unidos, más viniendo desde México.
Clinton hizo el muro y la Operación Guardián, Bush creó a GGL, Obama introdujo armas que masacraron mexicanos, Trump nos dijo lo indecible en campaña. Ningún POTUS es o será amigo de MX y con todos hay que trabajar, pero solo AMLO antepone el bien y la dignidad de nuestro país.
No fue por amabilidad de Trump que respetaron nuestra posición en el capítulo energético del T-MEC y después nos bancaron en la negociación con la OPEP. Eso es por la pericia del equipo en SRE y por algo más de fondo que hace meses contó @juancarlosreyn_elsoberano.mx/4t/juan-carlos…
Al final, todas las agendas bilaterales, sean migración o comercio, están subordinadas a la más importante: seguridad. Este es el primer NO narcogobierno que hemos tenido en décadas y en EEUU lo saben. Por eso los gringos -y no solo ellos- respetan a López Obrador.