Las viejas lenguas cuentan que Francisco Ruiz Gijón, imaginero del titular trianero, se basó en un fatídico suceso para tallar al que hoy conocemos como el Cristo del Cachorro, pero... ¿Quién era el Cachorro?
De unos 30 años, ya los gitanos de la cava del siglo XVII conocían muy bien al protagonista de esta leyenda, pues por sus rasgos y su afición al flamenco jondo con su guitarra y sus quejíos tenía su buena reputación en el barrio de Triana.
Su corazón nunca tuvo el nombre de ninguna moza del barrio, que en su mayoría estaban enamoradas de éste, pero muchas personas contaban que se sentía cautivado por una joven adinerada que vivía por la zona de San Vicente o San Francisco.
Los gitanos lo veían desaparecer de La Cava frecuentemente, y no volvía hasta días después a las chozas.
De gitano en gitano se fue contando que nunca se le veía por los caminos reales, ni por otros pueblos cercanos.
El Cachorro tendría que estar en algún sitio de la capital escondido por amor cuando se marchaba de La Cava.
Durante un tiempo un hidalgo estuvo paseándose tanto a Caballo como a pie por las tabernas gitanas, preguntando ansiosamente por El Cachorro, pero la gente prefería callar como buena costumbre gitana.
Una de esas noches, el imaginero Francisco Ruiz Gijón salió decidido de su casa con el fin de encontrar el boceto perfecto para la hermandad hoy conocida como ‘El Cachorro’, tras cientos de intentos fallidos, se presentó en la puerta de la Capilla del Patrocinio.
Y en ese preciso instante oyó los llantos desmesurados de las gitanas. Ante esa situación, Francisco Ruiz se acercó al lugar y pudo contemplar como allí se encontraba un hombre moribundo con una daga de ricas labores.
Se trataba de El Cachorro, que exhaló ante el imaginero el último aliento de vida, falleciendo en ese momento tras la estocada que le asestó el hidalgo que estuvo preguntando por él días atrás. Fue entonces cuando el escultor realizó el boceto de la cara de dolor de ese gitano.
A la Semana Santa siguiente, cuando la imagen de la Hermandad al fin salió a la calle se podía escuchar las voces de asombro de los gitanos al gritar ¡Mirad, pero si es El Cachorro!
💡CURIOSIDADES💡
⁃Ruiz Gijón cayó enfermo tras su frustración al no dar con el boceto perfecto para tallar la imagen, previamente a vivir ese suceso.