Sois unos animales, @policia. Mientras cubría la manifestación por #PabloHasel para @ctxt_es, uno de vosotros me ha gaseado y me ha pegado con la porra mientras le enseñaba mi acreditación de prensa (foto del informe del SAMUR).
Mientras la manifestación y las cargas policías retrocedían, en Sol, hacia la calle del Arenal, me he puesto a charlar con unos colegas periodistas (uno de ellos, fotógrafo del ABC) junto a la boca de metro que hay al lado de la calle Carretas.
En aquel momento, solo estábamos nosotros (unos cinco periodistas, algunos de ellos con chaleco, cámara y casco) y una línea policial en la entrada de la mencionada calle. Todo muy tranquilo allí, pues las cargas estaban en el Arenal.
Sin venir a cuento, un grupo de maderos se ha acercado hasta nosotros y nos ha tirado gas lacrimógeno. Es que no estábamos ni grabando, pues ahí no había jaleo.
Evidentemente, hemos retrocedido hacia atrás, dirección a Carretas, con los ojos hinchadísimos.
Cuando estábamos ya en la entrada de Carretas, uno de los agentes de la línea policial ha sacado la porra y nos ha amenazado. Evidentemente, hemos sacado las acreditaciones a toda polla y hemos empezado a gritar «¡prensa, prensa, somos prensa!».
Cuando ha visto que estábamos acreditados, ha bajado la porra y nos ha dejado pasar. Mientras, acreditación en mano, repito, otro policía ha sacado la porra y me ha empezado a pegar hostias en la pierna mientras avanzaba hacia donde ordenaba su compañero.
En ese momento, he gritado mucho más fuerte «¡que soy periodista!» mientras me seguía zurrando. Joder, es que le estaba enseñando la puta acreditación, pero no paraba.
Al tiempo que esto pasaba, mis compas de prensa no paraban de gritar «¡que es periodista, que es de CTXT!», pero nada.
Al final, cuando ha parado, he subido con el resto de compañeros por Carretas mientras la gente gritaba, silbaba y llamaban asesinos a los maderos.
Esta es una foto de mi pierna. Mañana se me pondrá como un jamón.
Me parece vergonzoso lo que ha pasado. No por los porrazos, sino por la situación. El policía sabía perfectamente que era periodista, pero no ha parado. Mañana denunciaré, pero sé que no va a servir para nada. Simio no mata simio.
Por cierto: en el bolsillo del pantalón, llevaba mi libreta y mi bolígrafo. El boli me lo han partido.
Es una metáfora bellísima.
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