Una ciudad se define como un asentamiento permanente para que la gente viva.
Pero hay ciudades que no cumplen esa definición. Porque son móviles, no están hechas para vivir, o la mayoría de sus habitantes están muertos.
Bienvenidos a algunas de las ciudades más extrañas del mundo
Se cuenta una anécdota de Sócrates, sentado a las puertas de Atenas, a quien los extranjeros le preguntaban cómo era la ciudad, y él les interrogaba en cambio por su urbe. Cualquier cosa que le dijeran los visitantes sobre su lugar de origen, Sócrates lo aplicaba también a Atenas
¿El mensaje? Todas las ciudades son iguales, y dependen de la perspectiva del observador. Claro que hay algunas que son objetivamente distintas del resto. Aquí no vamos a nombrar todas (nos faltaría espacio) pero sí algunas de las más interesantes y menos publicitadas entre ellas
Por ejemplo, lo mínimo que se espera de una ciudad (desde el Neolítico) es que ésta sea un asentamiento fijo. Al fin y al cabo, ésa es una de las bases de la civilización: el hombre deja de migrar y se pone a residir de manera permanente en un sitio.
No obstante, la cosa no está tan clara. Göbekli Tepe es un yacimiento arqueológico en Turquía. Es el santuario más antiguo del mundo. Se cree que fue edificado por cazadores-recolectores. Es decir, que construyeron templos… antes de vivir en ciudades, cuando todavía eran nómadas
Luego enterraron este enclave (en cierto sentido, la ciudad más antigua conocida), por razones que ignoramos, hasta que llegaron los arqueólogos. De todas maneras, todavía hay muchas cosas que desconocemos sobre este lugar, y pasarán años antes de que desentrañemos sus secretos
Desde entonces, una ciudad equivale a una población sedentaria. Más allá de fantasías futuristas (como la distópica película “Mortal Engines”), o de proyectos utópicos de ciudades móviles que se crearon en el siglo XX, como el famoso de Archigram: creacuervos.com/conoce-las-ciu…
Pero ahora mismo, no sólo existen ciudades móviles, sino flotantes. En pleno siglo XXI.
Y no me refiero a flotantes como Venecia, cimentada sobre las aguas. Flotantes porque de verdad flotan, y porque se pueden mover de verdad.
Por ejemplo, esta población en Camboya.
En el Sudeste Asiático existe una gran tradición de estructuras flotantes, favorecida por inmensos ríos que sirven a su vez como vía de comunicación.
Por ejemplo, este mercado flotante que se levanta de manera periódica en el Mekong.
Sin embargo, Camboya es un país especial. En su interior se aloja el lago Tonlé Sap. Durante la época seca, a sus aguas llegan varios ríos. Pero, en la época de lluvias, el lago multiplica su tamaño y se invierte el curso natural de los ríos, así que fluyen en sentido contrario
Teniendo en cuenta que hay zonas del lago que pueden estar cubiertas o no según la época del año, es útil poseer casas que puedan moverse según las circunstancias. Pues esto es lo que ocurre en algunas villas de esta zona del mundo.
Los edificios flotan, y las aldeas se pueden desplazar según la circunstancia, como es el caso de Kampong Luong, que llega a moverse hasta 5 km. Obviamente, la mayoría de los habitantes de estas poblaciones se dedican a la pesca, y casi todos los traslados se hacen en barca.
Lo opuesto a una ciudad flotante es una sumergida. Habréis oído hablar de algunas, que han quedado cubiertas por tsunamis, terremotos, o presas que los han inundado. Schicheng, en China, se ha hecho particularmente famosa, pues ahora es una atracción turística para los buceadores
En España tenemos una triste tradición de pueblos anegados por las presas, y de leyendas sobre campanas que siguen tañendo bajo las aguas. Un caso especialmente sangrante es el del pueblo de Lacort, que fue evacuado porque iba a construirse una presa que nunca llegó a edificarse
Una ciudad sumergida es una forma más de ciudad abandonada. La fascinación que ejercen sobre nosotros estos lugares los han hecho muy populares en Internet, así que no nos extenderemos. Pero sí pondremos unos pocos ejemplos de motivos que pueden llevar a abandonar un asentamiento
Por ejemplo, por razones económicas: pueblos cuya industria principal ha dejado de ser rentable. O el sitio ha perdido el interés por el cual fue creado, como es la base Wilkes en la Antártida, hoy congelada la mayor parte del tiempo, y que emerge de los hielos cada 4-5 años.
Por desastres naturales, como Craco, evacuado por un corrimiento de tierra en los 60, hoy escenario para varias películas; como varios pueblos de Arkansas que quedaron despoblados como consecuencia de la gripe del 18; o como Villa Epecuén, en Argentina, anegada por una inundación
Por accidentes menos naturales, como el famoso Chernobyl, o Centralia, donde el incendio de una mina subterránea provocó que las grietas del suelo del pueblo expulsaran llamas y gases tóxicos. O que quedan como testimonio de los horrores de la guerra (caso de Belchite en España)
La capacidad de la gente para permanecer en estos lugares, a pesar de las dificultades, es fascinante: hay habitantes que se han empeñado en vivir en Villa Epecuén, en Chernobyl y hasta en Centralia, la cual arderá hasta el siglo XXIII, pero la iglesia oficia misas semanales
Muchas de estas ciudades están revitalizándose mediante movimientos espontáneos u organizados, a partir de residentes que resistieron o quieren empezar de nuevo. Aunque no en todas es posible porque en algunas está prohibido el acceso. Entramos en el concepto de ciudad cerrada
Una ciudad cerrada es aquella en la que el movimiento de la población está estrictamente controlado por las autoridades: puede ser por su peligrosidad pero, sobre todo, suelen crearse por su importancia estratégica, ya sea militar o industrial.
El ejemplo más famoso es de las ciudades secretas de la URSS, asociadas a sus industrias nucleares, que oficialmente no constaban en los mapas, y que Nolan mencionó en su película Tenet. Muchas veces se las conocía por un número, o por el código postal al que llegaban las cartas
Podríamos contar muchas cosas sobre estas ciudades, pero nos eternizaríamos y creo que tenéis información en otros sitios. Lo único que vamos a mencionar aquí que estas ciudades ahora son “casi normales”, aunque todavía mantienen ciertas restricciones. theguardian.com/cities/2016/ju…
Por ejemplo, un amigo que quiso viajar a una de ellas sólo podía alojarse en un hotel concreto (¿el de los micrófonos?); si no, debía pedir un visado especial. Pero no está mal para una ciudad donde sus residentes cortaban todo lazo con su familia, o contactaban bajo supervisión
Pero no creamos que la URSS ha sido la única que ha tenido esta clase de ciudades cerradas/secretas. Asociadas a proyectos militares (como el Proyecto Manhattan, asociado a la bomba atómica en EEUU) o estratégicos, otros países han poseído o poseen ciudades de este tipo.
Un caso particular es el pueblo de Imber, en Inglaterra, desalojado durante la 2ª Guerra Mundial para que sirviera de preparación a las tropas para el día D. Desde entonces, el ejército ha mantenido vacío para tener un lugar donde desarrollar sus maniobras de guerrilla urbana.
Hoy, en el pueblo, sólo sigue funcionando la iglesia (parece que eso es lo último que abandona la gente), y de vez en cuando se abre a los turistas.
Un caso curioso es el de las poblaciones que no es que se abandonen, es que ni siquiera se ocupan. No hablaremos de Seseña. Sí de Mussolinia, una ciudad que, durante el fascismo, las autoridades sicilianas propusieron crear en honor a Mussolini, a lo que éste se mostró complacido
El problema fue cuando, un par de años más tarde, Mussolini quiso ver cómo iba el proyecto de su ciudad. Por lo visto, las autoridades no habían hecho mucho al respecto, así que -cuenta la leyenda- montaron un escenario de cartón piedra para enseñarle a Mussolini los progresos.
Sin embargo, Mussolini acabó siendo informado del engaño y montó en cólera. Lo cierto es que el proyecto de Mussolinia se estancó y, después de la guerra, nadie tuvo interés en retomarlo.
Pero ésta sí se llegó a construir: se trata de Abades, una población de 34 edificios en Tenerife que se levantó en el franquismo para albergar a cientos de personas. Sólo que estos habitantes no estaban allí para vivir, sino para morir. Porque la ciudad era un gigantesco lazareto
Desde antiguo, para evitar la propagación de epidemias, se han construido enclaves aislados donde se enviaba a los enfermos. En el caso de la lepra, muchas veces se prefería que los leprosos se quedaran allí, incluso después de curados, para no sufrir rechazo de la sociedad
Después de la Guerra Civil, la lepra era un problema tan acuciante no sólo en Canarias, sino en toda España, que se construyó una ciudad para leprosos en Arico, en la isla de Tenerife, con todos los servicios, incluyendo una población sana que los auxiliara.
Sin embargo, por aquellos años empezaron a descubrirse los primeros tratamientos efectivos para la lepra, y la ciudad fue abandonada sin estrenarse. Durante un tiempo lo empleó el ejército para prácticas de tiro. Ahora, lo amenazan los grafitis y los futuros planes urbanísticos
Pero existe un caso muy particular de ciudades donde vive gente y, sin embargo, hay más habitantes muertos que vivos.
Porque sus habitantes residen en un cementerio.
En realidad, hay 2 cuestiones distintas. Vamos a ir primero a lo de más habitantes muertos que vivos.
El lugar que más se ajusta a esta definición es Colma, en California. Tiene 17 cementerios, y la proporción de residentes muertos frente a vivos es de 1000 a 1
¿El motivo? San Francisco prohibió los cementerios dentro de la ciudad, y decidió trasladar a sus "habitantes" a la cercana Colma (por cierto, a 10 dólares por lápida; si no, éstas se usaban en obras públicas). Ahora se la conoce como "La ciudad del silencio".
Aunque muchos de sus habitantes (los vivos, claro), se dedican a labores relacionadas con las tareas funerarias, la ciudad se ha diversificado, pero no ha perdido su carácter único. Tanto, que el lema de la ciudad es la frase (llena de humor negro) “Es genial estar vivo en Colma”
Pero ahora, vamos al otro caso. Donde la gente vive en un cementerio, LITERAL.
La mayor parte de la gente sin hogar de las ciudades malviven por las calles o se buscan la vida en albergues. Pero, en algunas ocasiones, se alojan en los camposantos de la ciudad.
En una especie de pacto tácito, ellos ocupan mausoleos que les refugian y protegen de las inclemencias del tiempo y, a cambio, cuidan y mantienen en buen estado para las familias el lugar de descanso de sus difuntos. Como es el caso de la Ciudad de los Muertos en El Cairo.
No poseo fotos propias, ya que no me parecía respetuoso hacerlo, pero os puedo asegurar que aquel lugar se hallaba lleno de vida, y que aquellos sin techo disponían de una dignidad que muchas veces no existe en nuestras inhóspitas, agresivas, aceras de nuestras ciudades normales.
Y podríamos seguir hasta el infinito, pero en algún punto tenemos que poner el final. Hay otros tipos de ciudades extrañas, cada una a su manera, pero de ésas hablaremos otro día, o podéis mencionarlas en los comentarios.
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Y si no te ha explotado la cabeza, entra en este hilo de hilos de hilos para descubrir más historias sobre arte, medicina, literatura:
Disfrutad de vuestra ciudad. A pesar de que a veces no sea todo la acogedora que debiera. Como habéis visto en algunos ejemplos, podría ser peor
Hoy, cerca del bosque donde se iba a levantar Mussolinia se alza el (auténtico) pueblo de San Pietro. La historia, entre otros sitios, la contaban los escritores siciliano Leonardo Sciascia, y Andrea Camilleri en "Privado de título"
Todos tenemos una acción de la que nos arrepentimos y por la que deseamos volver al pasado para corregirla.
Este hombre (claro) no pudo. Pero se halló en la situación más similar posible.
Para salvar a María Antonieta.
Hoy, EL HOMBRE QUE VOLVIÓ AL PASADO A SALVAR A SU AMOR. El 🧵
Voy a presentaros al protagonista en cuestión.
Se llamaba Hans Axel de Fersen, era un maromaco y aristócrata sueco que se fue a vivir a Francia, donde allí conoció a María Antonieta.
Y la leyenda dice, por supuesto, que se hicieron amantes.
Digo leyenda porque hay mucha discusión sobre este asunto. Sobre todo porque posteriores custodios de diarios y gente implicada hicieron todo lo posible para no se supiera, o que nunca hubiera seguridad sobre si habían mantenido relaciones íntimas o el amor era sólo platónico
Hoy os voy a contar un relato que implica catástrofes, inundaciones, leyendas… y, sobre todo, la increíble capacidad del ser humano para conservar los hechos pasados a través de la narrativa.
Bienvenidos a LA HISTORIA MÁS ANTIGUA JAMÁS CONTADA.
Todo relato tiene un punto de partida y, como hay que ponerlo en alguna parte, nosotros vamos a situarlo en la cultura de los aborígenes australianos. Es decir, los primeros habitantes de Australia, aunque al pensarlo solamos tener en la cabeza a otros:
Aunque aún no sabemos exactamente cómo fue la migración que llevó a éstos a establecerse en Australia, hace entre 120.000 y 40.000 años (se duda de si vinieron de África o Asia), hay una cosa segura: durante muchíiisimo tiempo, estuvieron solos, y cultivaron sus propios mitos.
Vamos a aprovechar que Armenia vuelve a estar (por desgracia, como suele ocurrir, por razones tristes) de rabiosa actualidad para hablar de un episodio histórico curioso.
La época en que Madrid fue capital de Armenia, y por allí se paseó su rey.
Dentro 🧵
Armenia, además de ser un país bellísimo y con muchas leyendas (se supone que el Arca de Noé anda por ahí), tiene una larga tradición de reino cristiano.
A ese reino le han invadido muchas veces, y sus habitantes se han visto obligados a emigrar con frecuencia. Tanto que, tras la conquista por parte de los selyúcidas, los refugiados huidos de Armenia formaron un reino en la costa hoy turca denominado Cilicia, o La Pequeña Armenia.
Cuando uno hace un hilo, promete llevarte a lugares hermosos. Yo no.
Hoy hablaré de un sitio donde algunos creían que se hallaba la entrada a otro mundo. El problema es que, para entrar, debías morir.
Bienvenidos a LA PUERTA DEL INFIERNO.
Abandonad, al pasar al 🧵, toda esperanza
Para empezar, definamos lo de “puerta del infierno”. Mucha gente creería que es la entrada a una delegación de Hacienda, pero otros, por “Puertas del Infierno”, entienden éstas que elaboró el escultor Rodin, de las cuales distintas copias se exponen en diversos museos del mundo.
Otros consideran que la entrada al infierno es esa abertura en Turkmenistán, creada en 1970 por los soviéticos por error, y que no paraba de liberar gas natural. Sus creadores pensaron que la mejor manera de detener la salida de gas sería prenderle fuego... y aún sigue quemándose
Ella era espía, aunque había acabado siéndolo POR CASUALIDAD. La atraparon los nazis. Tenía qe sobrevivir.
Entonces se le ocurrió decir: “¡MI MARIDO ES NIETO DE WINSTON CHURCHILL!”.
El problema era que aquello no era cierto.
Con vosotros, Odette Sansom, ESPÍA POR SORPRESA.
Nuestra heroína nació con el nombre de Odette Marie Céline Brailly en Francia. Era hija de un héroe de la 1ª Guerra Mundial que falleció en Verdún. Odette no sospechaba que, al igual que su padre, ella iba también a arriesgar su vida en un conflicto que involucró a medio planeta
Ya desde pequeña se vio que iba a tener que luchar para salir adelante en este mundo. Una enfermedad la dejó ciega durante tres años y medio, y la poliomielitis la dejó paralizada a nivel de las piernas durante meses. Pero eso era algo relativamente normal en un mundo sin vacunas
Un día dijo: “Me animaría a cruzar la Patagonia hasta Buenos Aires con una carretilla”.
La gente no le tomó en serio. Se rieron de él.
El problema es que no contaron con una cosa: ERA VASCO. Y, con los vascos, no se juega.
Con vosotros, EL VASCO DE LA CARRETILLA. Dentro 🧵
Para empezar, el vasco era de Pamplona. Se llamaba Guillermo Larregui; nació en 1885, pero a los 15 años migró a Argentina. En ese sentido, fue uno más de un largo grupo de españoles que, a lo largo de generaciones, tuvieron que migrar a Sudamérica para buscar una vida mejor
Para estos migrantes, su destino fue desigual (escuchar esta frase con, de fondo, la banda sonora de la serie infantil "Marco"). Algunos, además, acabaron de la manera más insospechada: