Con la muerte de Jack Veneno asistimos al cierre de uno de los ciclos generacionales más claros y definidos de nuestra sociedad en décadas recientes.
La importancia y la fascinación que generó Rafael Sánchez en nuestro país a través de su carrera tiene ribetes de leyenda.
Jack Veneno fue nuestro supermán, nuestro baluarte moral en la lucha milenaria del bien contra el mal. Para varias generaciones de dominicanos, Jack Veneno fue una forma de dios, venerado y adorado, inalcanzable pero cercano.
Desde los años 60 hasta entrada la última década del Siglo XX, nadie tuvo la influencia de Jack Veneno en el imaginario nacional.
Nadie jamás, quizás no siquiera Freddy Beras-Goico, tuvo los ratings de la Lucha Libre cada sábado en la televisión criolla.
La existencia del Anfiteatro de Color Visión tiene su razón de ser en Jack Veneno y los "saltos mortales, hombres por los aires" que componían nuestra pintoresca Lucha Libre Internacional. Fue con el Anfiteatro que todo se afianzó mucho más aún.
También le debes a Jack Veneno el que hoy Induveca sea sinónimo de embutido predeterminado en cada hogar criollo.
Lo mismo que el desaparecido Forty Malt, que con la imagen misma de nuestro Cristo en trusas prometía "un brazo de poder en cada cucharada".
Sin embargo, con la llegada de la televisión por cable, y especialmente por las transmisiones de la entonces WWF por Telemicro (para la época canal 5, Circuito Independencia), la magia de la Dominican Wrestling Alliance y Jack Veneno fueron en declive.
Nacía entonces la leyenda.
Todos los que hoy lloramos a Jack Veneno somos mayores de 30 años. Luego de 1990, los nuevos fans del Hijo de doña Tatica fueron muy pocos, casi ningunos.
Ellos idolatraban ya a Hulk Hogan y al Undertaker. La puesta en escena local lucía obligatoriamente artesanal ante la WWF.
Sin embargo, Jack Veneno siguió siento ancla emocional de los que lo conocimos. Fue uno de nuestros primeros memes con aquello de que Jack Veneno era el único que le había ganado a Chuck Norris (quien se atreva a negar eso, inmediatamente lo bloqueo y lo reporto por calumniador).
"¡El pueblo quiere lucha!
¡Que luche Jack Veneno!"
Porque Jack Veneno era, de alguna forma, el pueblo que emergió de la Dictadura, y la lucha era la forma legal de verter testosterona y pelo en pecho.
Hoy se murió el superhéroe de los Baby Boomers y Millennials de este país.
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