La newsletter de @farnamstreet de esta semana citaba una frase de David Bowie sobre Internet y la creación de contenido.
Aunque parezca que no cabe más paja, él decía:
"Todavía no hemos visto ni la punta del iceberg de su potencial"
Pues yo creo que sí la he visto.
En el @quedatecon de esta semana hablamos con Biel Tenias, un tío de 18 años con la cabeza mejor amueblada que el salón de Marie Kondo que me ha hecho dudar.
¿Está emergiendo la primera generación que ha aprendido en Internet?
¿Es la punta del iceberg?
En casa de mis padres (y fácil que en la de los tuyos) hay una enciclopedia enorme.
Treinta y dos tomos. Larousse.
Mucha ilusión por ofrecer acceso al conocimiento a sus hijos y un gran vendedor la pusieron donde está.
Y ahí sigue.
En su momento supuso una inversión, y una ilusión, pero hoy solo sirve para recordar otra época.
El chaval de 18 años terminó la entrevista dando la gracias a toda la gente que crea contenido en Internet, porque gracias a ellos él ha podido aprender.
Joder con el chaval.
Aunque repitió la ESO y lo echaron del instituto hoy gana más que la mayoría de los que le doblan en edad (y tienen un papel firmado por el rey).
Todo gracias a lo que ha aprendido online.
Youtube, podcast, blogs... el conocimiento nunca ha estado tan accesible.
Las enciclopedias y las bibliotecas siempre han estado ahí, pero ahora, además de la comodidad de consumo online, hay un nuevo factor en juego.
Algo que nunca pasó con los libros de la biblioteca.
Los creadores de contenido tienen que competir por la atención.
Ya no vale crear contenido, ahora hay que crear mejor contenido. No solo hay que atraer, hay que retener.
Lo nunca visto en una clase de universidad.
Así nos encontramos con canales de divulgación como los @mastersoflol con un contenido que no solo enseña, sino que entretiene.
Mientras, el sistema educativo, tan obsoleto como la enciclopedia de casa de mis padres, se sigue empeñando en memorizar, en condenar a los chavales a la imitación, en colocar conocimiento muerto en soporíferas sesiones.
Sesiones que, además, no se graban. Repito: NO SE GRABAN.
Con el coste que tiene una hora de profesor, de aula, desplazamientos... para un solo uso.
Y así tenemos profesores que se tiran décadas repitiendo discurso. A estos los ponía yo a cobrar por visualizaciones.
La buena noticia es que estamos viendo la punta del iceberg.
Las primeras generaciones que han aprendido online empezarán a emerger y en veinte años estarán tomando decisiones.
Muchos ignorarán las posibilidades pero mientras, otros muchos, se sacudirán la necesidad de pasar por un sistema que, para muchas carreras, está obsoleto.
Como dijo @manoletux "Quién tenga hambre, comerá".
Uno de esos hambrientos es @btenias y nos ha contado su historia aquí.