Buenos días. Feliz dormingo.
Día de poesía romántica
Fiesta
Entramos a tu casa.
Se tensan mis pulmones.
(Acción recurrentes de mis complejos ante los desconocidos.)
Mi ego va por un trago.
Los pasos ocultan mi pequeñez.
Mis latidos se enredan en la posibilidad de tu beso.
Te sientas a mi lado y sin querer rozas mi pierna sensible.
La pierna no se mueve:
por la vergüenza a delatar su éxtasis y para no despegarse de tu química.
El sudor recorre mis vértebras al vislumbrar
en cada detalle de tu hogar, la dicha.
Mi pierna sigue ahí, empujándome.
Me levanto por otra copa.
A la distancia, nos vemos en secreto.
Es tarde ya.
Tu sarcástica sonrisa conoce a fondo las telarañas de aquella noche húmeda
y tu madurez protege la flaqueza de las ardientes hormonas.
Es tarde ya.
El eco de la habitación vacía me recuerda la despedida.
Las 3 am.
Los últimos amigos se despiden.
Yo corro y me aferro a mi bolsa.
Nos detenemos en nuestra incidental búsqueda.
En la distancia de la mesa que nos separa
se esconde nuestro segundo.
Ese segundo, minuto, hora, eternidad.
Me devoras por dentro, mientras miro el incendio que apagas huyendo.
Ya en la puerta, se amotina en mi cuerpo la brizna confundida,
entre la frustración de lo no dado y la victoria de la ecuanimidad.
En el último instante,
un vuelco me lleva a acercarme a tu piel e intentar besar tus labios.
Tu miedo me detiene en el camino, con violencia.
Este anti-segundo me congela.
En ese momento,
quisiera escapar de mi cuerpo maniático,
urgido de un centímetro de afecto, de un gramo de comprensión, de un litro de orgasmo.
Me llevo mi kilómetro de rechazo, mi kilo de culpabilidad, mi litro de lágrimas.
Poema de: La pasión un demonio 2 publicado por Tierra Adentro. 2002 #LaResistenciACultural
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
Buenos días a todos. Comenzamos.
Hay algo que deben entender de una vez por todas. Hasta la fecha no hay un sólo ejemplo de país que haya implementado el socialismo con éxito. Todos, de manera ineludible, han caído en una miseria terrible.
China y Rusia tuvieron que abrirse al mundo y tener una economía de mercado, es decir, neoliberal, para ser las potencias que hoy son.
Dinamarca, Suecia, Finlandia, tienen una economía capitalista, neoliberal. Y apoyan 100% la iniciativa privada, ya que saben
que son la base del crecimiento de un país. Una cosa es temer políticas sociales de izquierda y otra muy diferente querer ser socialista.
En la primera: se da prioridad a las ayudas sociales y los que más ganan pagan más impuestos.