3⃣ En su primer año de vida la empresa de Luis Emilio factura 166.000 €. Sus dos contratos más grandes, con mucha diferencia, son dos contratos públicos que suponen el 93% de sus ventas ese año.
El de más importe lo firma el alcalde de Cartes. Se trata de una obra de 95.000 €.
Aunque la empresa de Luis Emilio es nueva, tiene un capital de solo 3.000 €, y el jefe está repartido entre la empresa y la política, GESTEPRO resulta elegida entre 14 licitadores 🎉.
Todos son más veteranos o tienen más medios y más experiencia que el adjudicatario final.
La otra obra que se lleva GESTEPRO en 2019 la adjudica la Consejería de Medio Rural del Gobierno de 🇵🇱Cantabria.
Esta consejería la ha dirigido Jesús Oria y la dirige Guillermo Blanco, ambos diputados del PRC, ¡el mismo partido por el que Luis Emilio quiere ser alcalde 😃!
El lector atento de esta saga montañesa recordará cómo en un episodio anterior las adjudicaciones de esta misma consejería catapultaron a José Luis, un constructor también candidato del PRC 😂, hasta las puertas del podio de candidatos-que-ganan-obras.
Sainetes como este conforman desde tiempo inmemorial nuestras más ancestrales raíces y costumbres. La UNESCO debería declararlos patrimonio inmaterial español.
👉 Durante generaciones han podrido la confianza de la ciuadanía en las instituciones y envenenado el tejido económico.
Otros deportes autóctonos de nuestra geografía son callarse resignadamente o pontificar indignado con el codo en la barra del bar.
Yo ejerzo una modalidad innovadora: programar herramientas de software para encontrar, aflorar y exponer estos abusos de los caciques locales.
Porque el portal institucional de transparencia está específicamente diseñado para que no puedas obtener la información necesaria para conocer estas vergüenzas.
Algo a lo que yo ya he dado la vuelta en Cantabria.
Y ahora voy a por el resto del país 💪.
Haz clic aquí y, si lo deseas, apóyame en esta batalla que solo podemos dar desde fuera de los partidos y de la política. Empleando tecnología y ciencia de datos para desinfectar las instituciones.
He estudiado más de cien «amazon locales» puestos en marcha con dinero público. He intentado visibilizar las conclusiones en artículos como este. Sin mucho éxito, parece. 👇
👆 Mi artículo en el enlace del tuit de arriba contiene muchos enlaces a los amenos hilos de Twitter donde he ido destripando cada problema y proponiendo soluciones.
👇 Aquí en castellano, también con abundantes enlaces a mis investigaciones:
📈 Para mí es importante que nadie tenga que confiar en «mis» datos. ¡No son míos! Yo los extraigo de fuentes oficiales. Con sacacorchos, porque lo ponen difícil. Por eso acabo de añadir a mi herramienta algo imprescindible: el enlace de cada dato en las memorias del Gobierno. 😊
Creo que esto servirá para que mucha gente pueda buscar en mi herramienta fácilmente (¡y de forma divertida!) los datos de su interés. Y luego ir a tiro hecho a la infumable «fuente primaria» del Gobierno (PDF de más de 200 páginas) para confirmar la veracidad de los datos.
Creo que esto será útil…
✅ A la ciudadanía, para entender mejor su país.
✅ A los parlamentarios, para controlar mejor al Gobierno y detectar chanchullos.
✅ A los periodistas, para vigilar el reparto equitativo del dinero público.
🔴 La Ley 6/2010 de Publicidad y Comunicación de #Euskadi indica que el Gobierno Vasco tiene que remitir anualmente al Parlamento una memoria con el reparto del dinero público a los medios de comunicación.
Pero esas memorias tienen errores.
Por ejemplo: 👇
El Gobierno entrega los datos en un PDF que impide:
👉 A los diputados, controlar eficazmente el gasto del Gobierno.
👉 A la ciudadanía, entender cómo se reparte el dinero público.
👉 A los periodistas, comprobar si se cumplen las leyes.
¡Esto no puede ser!
📰 La última de estas memorias, del año 2022, acaba de ser publicada este mismo viernes.
Alguien en el Gobierno Vasco las escribe con Microsoft Word partiendo, parece, de una plantilla de 2017.
— Esto es sumamente ineficiente.
— Y produce un PDF que no da #transparencia real.
No tengo claro que ser la ciudad más subsidiada de España sea motivo de celebración. Quiero pensar que la métrica del éxito es otra. Pero he estudiado cien iniciativas similares a la suya y encuentro un denominador común: fracasan.
Este triunfal anuncio es compatible con un cuadro agudo de subvencionitis. Una pandemia que está causando estragos en alcaldes y concejales de toda bandera. El delirio: intentar salvar el comercio local con un «Amazon» municipal.
El virus lo inocula el Estado canalizando una línea de subvenciones con fondos europeos. Las entidades locales concurren porque hay dinero de Europa. Es la solución a la búsqueda de un problema. Y a alguien se le enciende la bombilla: un «marketplace». 🎉