El otro día dije que los render podían ser algo un poco banal pero que también eran una herramienta muy potente que podía servir para algo TAN bonito como visualizar un edificio destruido por el tiempo y las guerras.
Me han pedido que lo cuente y lo cuento en este pequeño HILO 👇
Esta es la Ciudadela de Ghazni, en la zona oriental de Afganistan, según un cuadro de 1842 del pintor inglés James Rattray.
La Ciudadela de Ghazni era una fortificación verdaderamente monumental. Construida a 45 metros de altura sobre la ciudad y con una muralla de varios kilómetros salpicada con 32 torres con un perfil panzudo muy característico.
En esta foto de 1939 se ven muy bien.
La Ciudadela se construyó en el siglo XIII con cimientos de piedra pero, como casi todas las edificaciones del desierto, los muros eran esencialmente de adobe y cal.
Durante la primera ocupación inglesa, en el XIX, la Ciudadela aún estaba bastante intacta, como se ve en el cuadro anterior y en este dibujo del cirujano (y experto en cultura oriental) James Atkinson.
Sin embargo, ya durante esa primera ocupación, el ejército de su majestad no tuvo demasiados miramientos. En este cuadro de autor desconocido se ven a las tropas indo-británicas entrando a sangre y fuego de artillería en la Ciudadela de Ghazni.
Entre la erosión del desierto y los estragos de las guerras, para 1939, la Ciudadela estaba ya muy deteriorada, como se ven en estas fotos.
El problema es que las cosas no han mejorado y Afganistán lleva siendo un polvorín desde hace ya cinco décadas.
Las pocas imágenes modernas que se tienen de Ghazni son esta lejana del ejército americano...
...y esta cercana donde se ve el terrible estado de las torres "panzudas", al borde del colapso.
De hecho, en 2019, una de las torres colapsó, tal y como se ve en este video.
Por eso, a mi me parece tan chula la iniciativa que ha tenido Budget Direct (que, por cierto, es una compañía de seguros australiana pero a la que le interesan estas cosas).
Lo que han hecho es encargar una serie de reconstrucciones digitales. Como la que puse en el primer tuit.
Y me parece una iniciativa muy chula por tres razones. Primero porque el render no intenta ser fotorrealista; no intentan engañar. Solo muestran como era la Ciudadela desde una de las pocas imágenes base que se disponen.
Segundo porque puede reconstruir TAL Y COMO ERA ANTES. Como seguramente sabéis, la rehabilitación arquitectónica no puede ser mimética: se debe notar lo nuevo frente a lo viejo.
Sin embargo, en una reconstrucción digital, puedes permitirte el lujo de hacer una reimaginación.
Y tercero porque, en un caso como Afganistán y mientras siga azotado por las guerras, esta es casi la única manera de que podamos ver un patrimonio, real o reconstruido.
La Ciudadela de Ghazni no es la única fortaleza que han reconstruido. Lo han hecho con otras 5 en Asia y antes lo hicieron con otras tantas en Europa.
Esta es la del Castillo de Takeda, el "Castillo de los Cielos" en Japón.
Esa era la frase que corría por los vecinos de Granadilla a principios de los 60, cuando las aguas del nuevo embalse de Gabriel y Galán comenzaron a subir por la ladera hacia el promontorio donde se levantaba el pueblo.
En 1980, Patrimonio Artístico comunicó al arquitecto José María García de Paredes un encargo esencial para la historia de España.
Solo había una condición: debía mantenerlo en absoluto secreto, porque NADIE PODÍA SABER que el "Guernica" volvía al país.
Esta es la historia:
"Querido amigo, es nuestro deseo encargarte el proyecto y realización del montaje para su exposición del Guernica de Picasso en el Casón del Buen Retiro". Así rezaba la carta que Javier Tusell, Director General de Patrimonio Artístico, envío a García de Paredes. Y añadía:
"Solo el director del Museo del Prado y un corto número de colaboradores míos saben este propósito nuestro, que seas tú la persona para llevar a cabo este tema".
Tal y como había pedido el propio Picasso cuando colgó el cuadro en el MoMA, su obra maestra regresaría a España en el momento en que se instaurase la democracia. Habían pasado dos años desde el referendum de la Constitución y el gobierno consideró que ya había llegado el momento del regreso.
Pero la España de 1980 era aún un país muy convulso y en Patrimonio Artístico sabían que el Guernica no podía exponerse como si fuese cualquier otro cuadro porque, desde luego, no era otro cuadro cualquiera.
Por eso, el encargo era bastante específico: construir una urna que protegiera al Guernica de posibles ataques en su nueva localización del Casón del Buen Retiro. Una estructura que resguardase el cuadro pero que a la vez permitiera verlo sin reflejos ni distorsiones.
Y García de Paredes diseñó un objeto FORMIDABLE: un joyero levemente inclinado para evitar los reflejos pero cuyos vidrios podrían resistir hasta el lanzamiento de un granada.
Como esos vidrios pesaban un quintal la urna se sujetaba por una estructura de acero sobre dos peanas de hormigón (estructura calculada, por cierto, por una jovencísima Ángela García de Paredes).
Y sin embargo, pese al canto y al grosor que necesitaba, esa estructura apenas se aprecia y, cuando se ve, sirve para enmarcar un cuadro que se exponía desnudo.
Y allí, al fondo de una sala, suspendido, casi flotando bajo fresco del Toisón de Oro de Lucas Jordán, el Guernica se convirtió, otra vez, en historia de España.
Esta es solo una de las historias que contamos en el último episodio de "Cómo suena un edificio" el podcast del @museoico que me encargo de dirigir y presentar.
Se llama "La atmósfera y la matemática" y es quizá el mejor que hemos hecho.
El Hotel Belvedere, en Suiza, es uno de los edificios más fotogénicos del mundo.
En medio de una carretera alpina, parece de una peli de Wes Anderson y, sin embargo, está cerrado y abandonado por culpa del coche y del cambio climático.
Esta es la historia: en 1882, el empresario Josef Seiler construyó una pequeña posada en una horquilla de la recién abierta carretera del Furka Pass, en los Alpes Suizos.
La carretera era cada vez más transitada, así que Seiler amplió varias veces la posada hasta que, en 1907, se convirtió en un hotel con 90 habitaciones. Lo llamó "Hotel Belvedere".
En esa época, el hotel era básicamente un establecimiento de lujo donde paraba la alta sociedad, entre otras cosas, para acercarse al glaciar del Ródano, que estaba a apenas unos cientos de metros de la carretera.
Con la popularización del alpinismo, el Hotel Belvedere vivió sus momentos de mayor gloria, pero, sin embargo, su declive no tardó en llegar. Tras la 2ª Guerra Mundial, la modernización del coche privado, que permitía cruzar los Alpes en un solo día e incluso menos sin necesidad de hacer paradas para dormir, comenzó a hacer que el Belvedere perdiese atractivo.
Su aparición en "Goldfinger", la peli de James Bond del 64, insufló una cierta nueva vida en el Belvedere, pero no fue suficiente porque, para los años 70, el glaciar se había retirado más de un kilómetro de la carretera y las vistas desde el edificio eran mucho menos espectaculares.
En vista de la cada vez mayor ausencia de huéspedes, el hotel se cerró en 1980. En 1988 se restauró y volvió a abrirse y, a partir de 2010, encontró un cierto revival precisamente gracias a lo instagrameable que es su imagen.
Pero no parece haber sido suficiente. En 2015, el Belvedere volvió a cerrar y ahora solo es un resto abandonado de cuando la montaña era un lugar al que ir y no un decorado por el que pasar a toda velocidad.
Cuando el Chrysler Building coronó su estructura, ningún periodista estaba allí para contarlo. Todos sabían que había fracasado en la carrera por ser el edificio más alto del mundo.
No podemos recuperar las vidas que se han perdido en la DANA. Por eso, yo creo que ahora habría que concentrarse en evitar que la tragedia se repita.
Para ello, lo suyo sería actuar en tres ámbitos:
Urbanismo, ingeniería y narrativa.
¿Cómo lo hacemos?
🧵⤵️
(Disclaimer: posiblemente, lo que vais a leer ya lo hayáis leído en otros hilos u otros lado, pero igual es interesante recopilarlo de algún modo, que es lo que yo hago en este hilo).
URBANISMO.
Estos formidables mapas de @esme_mys nos enseñan las zonas inundables de la zona afectada (Horta Sud) superpuestos sobre el plano de los municipios desde 1956 hasta 2024.
Como se ve, en 1956, las áreas inundables eran esencialmente huertas.