Thread by @SupsipS

Estaba dormida como desde las 10.
De nuevo tuve un sueño muy interesante, pero demonios, qué difícil es retener los sueños en la memoria.

Había una niña-dragón tipo anime. Mi hijo era unos dos años mayor que ahora y yo creo que era un hombre, pero era padre de mi peque.

Ella y mi hijo estaban juntos, jugando o platicando o algo así y yo estaba en una especie de universidad con aulas y pasillos. No sé qué hacía ahí, pero me separé de ellos y salí cuando ya era noche. Comencé a buscarlos... incluso en un pasillo, sentado, encontré a una persona

que conocí en la adolescencia, que no recuerdo como se llama ahora, pero tenía una playera idéntica a una verde que tiene mi niño. Me dijo que no le interesaba hablar conmigo.

En el estacionamiento del campus había un hombre como esos que revisan y recogen cosas de la basura...

tratando de acomodar en la cajuela de un auto que también era como camioneta, algunas cosas que había sacado de una maleta. El instinto me hizo acercarme y revisar una maleta alargada. Ahí estaba la niña, amordazada. Rápido traté de soltarla y liberarla, mientras el hombre...

me atacaba, pero como sí logré soltarla, entre la niña y yo lo sometimos. Él tenía un anuncio o sticker de el circo Atayde, por lo que parecía, era alguien relacionado al mundo del circo (o sea, esa fue mi deducción en el sueño). La niña se convirtió en dragón y dando tumbos fue

a parar en la torre de una iglesia, en el campanario... pero en lugar de haber una campana ahí, había un auto antiguo tipo esos coches setenteros grandotes que había, que no se veía desde afuera de la iglesia.

Cosa curiosa, desde esa torre se veía la plaza de mi pueblo...

ya ven que sueño con mi pueblo siempre, pues era la plaza de mi pueblo. Cuando veían el estado en el que iba la niña-dragón, una especie de insecto grande decía algo como "ay, fulanita (olvidé su nombre, pero en el sueño lo decían) otra vez? pero si no hace ni una semana!",

mientras con sus patitas comenzaba a acercar diferentes hierbas y a masticarlas y escupirlas sobre un mortero, para molerlas y hacer una pastita que le dieron a la niña-dragón para sanarla: tenía una maldición.

Yo preguntaba por mi hijo....

sentía el estómago encogido de miedo, por no saber su paradero, sentía que algo malo le pasó. Un señor ya mayor que estaba sentado en el asiento de conductor de ese auto en la torre (el auto creo era rosa como el de los Simpson) me respondió: tu hijo? es posible que lo haya visto

es un perdedor que no sabe qué hacer con su vida igual que tú, los reconozco en cuanto los veo.

Ignorando su comentario grosero, trataba de mirar hacia la plaza, donde muchos chicos pasaban caminando, a ver si el mío andaba por ahí.
-Ajá, no has visto a un perdedor igual a mi?

Supliqué tratando de contener la angustia... y él, con desdén, me dijo que sí, que había visto un perdedor igual a mi pasar por ahí abajo y señaló el cruce entre el parque de la iglesia y la plaza... al asomarme sentí vértigo, como si fuera a caerme y desperté!!

No de forma suave, sino como uno despierta a veces con la sensación de estar cayendo, sobresaltado.

Ya no supe donde estaba mi hijo, pero me tranquilizó verlo dormido a mi lado.
Estaba jugando en su nintendo 3DS y no sé a qué hora se durmió a mi lado, pero ahí está. Alivio. Fin