Thread by @Graciela_Jimena

Desde el periodismo nos toca asumir una actitud crítica sobre por qué el #PrensaBasura resuena con fuerza y quiénes son los verdaderos responsables de ese rechazo colectivo a nuestro trabajo. (1/13)

Soy periodista y reportera. He cubierto varias movilizaciones sociales organizadas por la ciudadanía y otras fomentadas por grupos políticos. Sé lo que es sentir temor a que te agredan cuando estás en trabajo de campo y que te llamen #PrensaBasura (2/13)

También sé que la violencia y las reacciones más agresivas siempre provienen de la Policía, fundamentalistas o, específicamente, de portátiles fujimoristas. Son pocas las veces en las que una protesta ciudadana legítima te amenaza. (3/13)

Por contar solo un ejemplo, en 2017, los fujimoristas nos arrinconaron en la puerta de la Clínica Centenario a mí y a mis compañeras que estábamos transmitiendo las marchas contra el indulto. (4/13)

Nos llamaron terroristas, nos botaron los equipos, nos jalaron, si hubieran tenido la opción nos hacían más daño físico, sin importarles que estábamos transmitiendo en vivo (así de intocables se sienten). (5/13)

Ese día estaban otros medios que vieron cómo nos agredían. ¿Qué hicieron? Nada. Esas agresiones a la prensa tradicional no le interesa y lxs reporterxs no la cubren porque a veces no hay más opción que seguir la directiva del medio o porque simplemente tampoco les interesa.(6/13)

Las agresiones a la prensa son condenables, pero debemos reconocer por qué se motivan esas reacciones. En el actual contexto político es probable que estas agresiones salgan de múltiples lados -aunque me atrevo a asegurar que sigue siendo mayor en el lado fujimorista-. (7/13)

Pero sigue sin equipararse a los ataques generados desde grupos como el fujimorista. Porque mientras uno te grita prensa mermelera cuando denuncias sus actos de korrupción, el lado ciudadano, te llama #PrensaBasura porque está reclamando un periodismo que no se venda. (8/13)

Entiendo el hartazgo de la gente y el repudio que sienten al ver cómo todas las empresas periodísticas con mayor alcance juegan a favor de un grupo político ligado históricamente a la corrupción. (9/13)

Si algún periodista es atacado por la gente, es responsabilidad de los dueños de esas empresas y digo empresas porque eso son: grupos empresariales que han creado sus propios medios de comunicación para salvaguardar sus intereses. (10/13)

Todos los ataques que recibimos lxs periodistas son responsabilidad de esos medios concentrados y tradicionales que generan rechazo hacia nosotrxs y que han tergiversado completamente el fin original del periodismo: servir al pueblo y no ser servil a las élites. (11/13)

Y sí, sabemos que no toda la prensa es así, pero resaltar el “no todxs lxs periodistas”, es caer en el juego de no asumir nuestra parte de responsabilidad porque ese rechazo no es gratuito. (12/13)

¿No queremos que nos salpique el barro del #PrensaBasura? Entonces hagamos nuestra parte para transformar el periodismo desde nuestras propias redacciones y dejemos los lamentos victimistas. (13/13)