"Un acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma". Así definía el primer ministro británico Winston Churchill a la URSS. Para levantar ese Telón de Acero, Occidente sometió los soviéticos a una agresiva campaña de reconocimiento aéreo como nunca se ha visto en la historia
Uno de los puntos calientes de la nueva Guerra Fría es el Báltico. EEUU y GBR quieren conocer el estado de las defensas aéreas soviéticas en el área, sobre todo la ubicación de los radares, sus frecuencias, sus modos de empleo y las posibles zonas de sombra dentro de su cobertura
Gran Bretaña, que está desarrollando la Fuerza V, esto es, una fuerza de bombarderos a reacción equipada con armas nucleares, es uno de los países más interesados. Cuando entren en servicio, los Valiant, Vulcan y Victor cruzarán el Mar Báltico en sus rutas de ataque hacia la URSS
El rol de los bombarderos británicos es clave en la primera etapa de la Guerra Fría. La RAF presume de poder destruir Moscú, Leningrado y Kiev, matar a ocho millones de soviéticos y herir a otros ocho millones, antes que los bombarderos de la USAF alcancen siquiera sus objetivos
El mejor modo de mapear la red de radares soviética es mediante misiones de reconocimiento de señales electrónicas SIGINT y ELINT. Pero para los aviones americanos y británicos, acercarse a las costas de la URSS es un asunto muy peligroso, como vimos aquí
EEUU y GBR se dirigen a Suecia, un país neutral, pero que tiene claro en cuál de los dos bandos de la Guerra Fría milita. Los británicos proporcionan a los suecos dos Douglas DC-3 equipados con la última tecnología SIGINT y ELINT desarrollada por los científicos estadounidenses
Los dos DC-3 son bautizados 'Hugin' (Pensamiento) y 'Mugin' (Memoria), en honor a los dos cuervos de Odín, que informaban al dios de todo lo que sucedía en la tierra. Los suecos podrán utilizar la información obtenida en beneficio propio, pero deben compartirla con GBR y EEUU
Los Douglas comienzan a operar en el Báltico, cerca de la URSS. La excusa, misiones de entrenamiento. Los soviéticos sospechan, pero gracias a Stig Erik Wennerström, un coronel de la Fuerza Aérea Sueca que trabaja para Moscú, pueden confirmar que se trata de vuelos de espionaje
No es la primera vez que la URSS tiene que vérselas con la Svenska Flygvapnet. Desde una fecha tan temprana como otoño de 1945, un Saab B18, evolución del Junkers Ju-86Z alemán, venía realizando misiones de reconocimiento fotográfico sobre objetivos soviéticos en el Mar Báltico
En 1946, varios cohetes surcan el espacio aéreo sueco. Estocolmo deduce que la URSS está utilizando la antigua base nazi de Penemünde para desarrollar su programa de misiles. Se envía a los Saab B17 a reconocer las instalaciones, pero son obligados a retroceder por los cazas
Suecia pide ayuda a EEUU y se pone en marcha una operación conjunta entre las dos naciones. Finalmente, el 10 de julio de 1948, un P-51D Mustang modificado para labores de reconocimiento, viola el espacio aéreo de la URSS y regresa con valiosas fotografías del Penemünde soviético
El éxito envalentona a Suecia. Entre 1948 y 1949, los nuevos Spitfire PR Mk-XIX vuelan unas 15 salidas de reconocimiento sobre la costa báltica soviética. Y el 25 de septiembre de 1949, un 'Spit' con las insignias suecas tapadas con pintura negra, sobrevuela la península de Kola
Ahora, los DC-3 suecos realizan un vuelo a la semana cerca de la costa de la URSS, espiando los radares y las comunicaciones militares soviéticas. En Moscú, se decide dar un escarmiento a Suecia, pese a la oposición de Nikolai Kuznetsov, entonces comandante en Jefe de la Armada
13 de junio de 1952. 11.05. El 'Hugin' despega de Bromma, cerca de Estocolomo. El avión lleva cinco operadores del Försvarets Radioanstalt (Establecimiento de Radio de las Fuerzas Armadas). El plan de vuelo recoge que se trata de una misión para entrenar a los radiotelegrafistas
No es cierto. El aparato realiza una misión de reconocimiento electrónico para Suecia, EEUU y GBR, si bien, los investigadores difieren sobre su objetivo. Unos sostienen que es el nuevo radar de vigilancia aérea P-20, que los soviéticos han ubicado cerca de Liepaja, en Letonia
Otros apuntan que el objetivo a vigilar es un ejercicio naval de la Flota del Mar Báltico, que incluye al nuevo crucero Proyecto 68bis, designación OTAN, clase Sverdlov. Y se apoyan en este mapa realizado por los suecos que fue desclasificado por accidente a principios de siglo
Fuera como fuese, el DC-3 es localizado por los soviets. Al poco, un MIG-15bis despega con depósitos de combustible externos para maximizar su alcance. Lo pilota el capitán Grigori Osinsky, comandante de escuadrón adjunto para asuntos políticos del 483º Regt. de Aviación de Caza
El caza intercepta al DC-3 a 6700 metros de altura. Osinsky tiene órdenes directas del coronel Fyodor Ivanovich Shinkarenko, comandante de la Región de Defensa Aérea del Báltico y Héroe de la Unión Soviética. Y las obedece. El MIG se acerca y a 800 metros de distancia, abre fuego
Osinsky finaliza el ataque cuando se halla a 250 metros del avión sueco. Los proyectiles acribillan los motores y el fuselaje del DC-3, causando un incendio y la caída del aparato, que se estrella en aguas neutrales frente a Ventspils, a unos cien kilómetros de la costa letona
El Ministro de Defensa de la URSS, Aleksandr Vasilevsky, envía un mensaje a Stalin informándole del derribo. El líder soviético aprueba la acción. Osinsky aterriza en Riga y es trasladado a Moscú en un avión de transporte. Regresará con la Orden de la Bandera Roja de Batalla
Suecia monta una operación de búsqueda y rescate, pero sólo se encuentra un bote inflable. Los ocho tripulantes del DC-3 se dan por desaparecidos y se les declara víctimas de un accidente aéreo. Estocolmo y Moscú ocultan el derribo. Pero un nuevo incidente trastocará sus planes
16 de junio. Tres días después de la 'desaparición' del DC-3, Suecia mantiene su operativo de búsqueda. Uno de los aparatos implicados es 'Gustav Bertil', un hidroavión PBY-5 Catalina. El aeroplano sueco sobrevuela aguas neutrales, cerca de la isla de Dagö, cuando todo se tuerce
Los pilotos del Catalina no saben que el DC-3 ha sido derribado por los soviéticos así que no han dudado en violar el espacio aéreo de la URSS para inspeccionar la isla de Hiiuma. A las 04:09H, un par de MiG-15bis del 483º Regimiento de Aviación de Caza aparecen en el horizonte
Los cazas pilotados por Nikolay Andreevich Semernikov e Iliá Yatsenko-Kosenko interceptan al hidroavión y ordenan a los suecos que les sigan. El PBY desciende, acelera y huye. Tras consultar con sus mandos, los soviéticos disparan sus cañones. Realizarán hasta seis pasadas
El timón, uno de los dos motores y el sistema eléctrico del PBY quedan fuera de servicio. Y el piloto y el navegante están heridos. La tripulación del hidroavión logra aterrizar en el mar y sube a los botes salvavidas. Serán rescatados por el Münsterland, un carguero de la RFA
El comandante Sven Törngren, el piloto Olof Arbin, el navegante Ove Engberg, el mecánico Elis Eliasson, el operador de radio Paul Eriksson y los observadores Gösta Stålhammar y Uno Littke sobrevivirán al derribo del Catalina. Serán repatriados a Suecia y seguirán con sus carreras
Antes de volver a su país, los militares suecos pasan por Hanko, Finlandia, donde les espera la prensa. Y aunque son conminados a guardar silencio, hay más testigos del ataque: los marinos del Münsterland. Es imposible ocultar el derribo del PBY, que se convierte en primera plana
El incidente lleva a Suecia y la URSS cerca de la ruptura de relaciones diplomáticas. Manifestantes arrojan piedras y 'cócteles molotov' a la embajada soviética en Estocolmo y el primer ministro Tage Erlander autoriza a la Svenska Flygvapnet a usar la fuerza si hay nuevos ataques
La URSS justifica el derribo del PBY como un acto de legítima defensa, pues acusa a los suecos de haber disparado a los MIG con las ametralladoras del 'hidro' (es falso). Semernikov (en la foto) y Yatsenko son acreditados con medio derribo y reciben la Medalla del Estandarte Rojo
El ataque al PBY es una bendición para Estocolmo, que oculta el derribo del DC-3 bajo el manto del secreto de estado. De hecho en Suecia, el doble incidente se conoce como el 'caso Catalina'. Tendrán que pasar 40 años para que los familiares de los desaparecidos sepan la verdad
Es más. En 1956, Nikita Khrushchev se reúne con el primer ministro sueco Tage Erlander y reconoce que fueron aviones de combate soviéticos los que derribaron el DC-3. Sin embargo, Suecia no hizo pública esta información ni la dio a conocer a los familiares de los ocho aviadores
Al fin, en 1991, Evgeny Shaposhnikov, Ministro de Defensa de la URSS, revela que el DC-3 fue abatido por un MIG-15 y se disculpa con las familias de los desaparecidos. Moscú responsabiliza del derribo a una iniciativa personal de Shinkarenko (en la foto), algo difícil de creer
En 2003, un piloto de combate retirado, Anders Jallai, lidera una expedición para buscar al DC-3. Junto a Carl Douglas y Ola Oskarsson, localizan al 'Hugin' mediante sonar, a 126 metros de profundidad, cerca de la isla de Gotska Sandoen, y en aguas internacionales
Los restos del 'Hugin' son rescatados del mar, junto con los cuerpos de cuatro de sus tripulantes. Son trasladados a una base naval subterránea sueca en la isla de Muskö, al sur de Estocolmo. No se han encontrado los cadáveres de los otros cuatro hombres que viajaban en el DC-3
Tampoco se han hallado algunos de los componentes electrónicos del avión, incluido el ultra secreto AN/APR-9. Se cree que a inicios de 1970, la URSS recuperó parte del equipo mediante vehículos submarinos de rescate equipados con cadenas capaces de arrastrarse por el fondo marino
Stig Wennerström, el oficial sueco que reveló la labor de los DC-3, trabajó para el GRU durante 15 años. Pasó a la URSS los planes de la OTAN para la defensa de Escandinavia, así como datos claves sobre el caza sueco J-35 Draken y los misiles Sidewinder, Falcon, Hawk y Bloodhound
En 1963, Karin Rosen, ama de llaves de Wennerström, pero al servicio del espionaje de Suecia, descubre un alijo de microfilms en el piso del oficial sueco. Stig es condenado a cadena perpetua. Sólo cumplirá diez años. Morirá en 2006 a los 99 años, sin arrepentirse de su traición
Los restos del 'Hugin' se exhiben hoy en el Museo de la Fuerza Aérea Sueca en Linköping. En la misma sala se exponen un PBY-5A Catalina y un PZL-Mielec Lim-2, la versión polaca del MiG-15bis, al que se ha caracterizado con insignias soviéticas
Tras décadas de mentiras, Suecia reconoció póstumamente a la tripulación del DC-3. En la Iglesia Galärvarvet de Djurgården, se levanta hoy un monumento en honor a Alvar Älmeberg, Gösta Blad, Herbert Mattson, Einar Jonsson, Ivar Svensson, Erik Carlsson, Bengt Book y Börge Nilsson
Existen varias leyendas en torno al 'Caso Catalina'. Informes sin confirmar indican que los cuatro tripulantes del DC-3 cuyos cuerpos no se han encontrado, fueron rescatados por un torpedero soviético. Los oficiales suecos fueron interrogados, para luego desaparecer en el 'Gulag'
Otra leyenda atañe al general Bengt Nordenskjöld, el temperamental jefe de la Svenska Flygvapnet. Se cuenta que tras el derribo del Catalina, se subió a un caza Vampire y voló hacia la zona del incidente. Hay autores que indican que no encontró nada y otros que disparó a dos MIG
Lo cierto es que Suecia y la URSS nunca han estado tan cerca de entrar en guerra como en aquel junio de 1952. Finalmente, la cordura imperó y ambas naciones reanudaron sus tensas relaciones, no exentas de nuevos incidentes que abordaremos en próximos hilos. SLUTET / КОНЕЦ
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Junio de 1919. La guerra contra la Flota Roja no va bien para la Royal Navy. Aunque los británicos controlan el Báltico, no ocurre igual en el Golfo de Finlandia, donde se suceden los ataques soviéticos contra los buques que bloquean Kronstadt y cubren los desembarcos en Koporye.
Los ágiles destructores de la Flota del Báltico golpean sus objetivos y aprovechan la cercanía del área de operaciones a su base en Kronstadt, para retirarse y ponerse rápidamente bajo la protección de los cañones pesados de los acorazados Petropavlovsk y Andrei Pervozvanny.
Los blindados actúan tras los campos minados y cerca de los fuertes que guarecen la entrada a Kronstadt, cuyas piezas de grueso calibre ya han puesto en fuga en más de una ocasión a los buques del contraalmirante Walter Cowan, jefe del destacamento de la Royal Navy en el Báltico.
"Es una vergüenza, una vergüenza. Rendirse así a los ingleses", bramó Trotsky. Al fondo del despacho, Lenin bajó el periódico y dirigiéndose al Comisario del Pueblo para la Defensa sentenció: "El Báltico debe convertirse en un mar soviético". Luego retomó su lectura.
La "vergüenza" a la que se refiere Trotsky es la captura de los destructores soviéticos Spartak y Avtroil por la Royal Navy, sin que los barcos 'rojos' ofrecieran resistencia. Os dejo el hilo por si alguno no lo ha leído o desea recordarlo:
La pérdida de estos dos buques con sus dotaciones pasa factura a la jefatura de la Flota del Báltico. Pese a sus objeciones y advertencias sobre la operación, Sergey Zarubayev es destituido de su cargo como comandante, tras ser hallado culpable por la Comisión encargada del caso.
Abrió la ventana y los miró. Barcos descuidados y obsoletos, tripulados por marinos sin formación ni disciplina. Y con ellos debía luchar contra la marina más poderosa del mundo. Sí, pensó para sus adentros, aquel era un mal momento para ser el Comandante de la Flota del Báltico.
Noviembre de 1918. El final de la Gran Guerra no ha traído la paz a los territorios del antiguo Imperio Ruso. Al contrario, las sucesivas revoluciones, el auge de los nacionalismos y el vacío de poder provocado por la derrota de Alemania en Occidente, desatan el caos en la zona.
La nueva República Socialista Federativa Soviética de Rusia, liderada por Vladímir Lenin y León Trotski, aspira a suceder al Imperio Ruso, pero apenas tiene diez meses de vida, no ha sido reconocida por ninguna potencia y lucha por su supervivencia en una cruenta guerra civil.
19 de enero de 1991. Tercer día de la Tormenta del Desierto. Las tareas de reparación de las castigadas pistas de las bases de la Al Quwwa al Jawwiya al Iraqiya (Fuerza Aérea de Irak) han concluido y los pilotos de Sadam Huseín se disponen a desafiar a los cazas de la Coalición.
10.00 horas. El Primer Sector de Defensa Aérea ordena el despegue de dos MiG-25 del destacamento que el 97º Escuadrón ha desplegado en el aeródromo de Al-Wallid. El líder de la patrulla iraquí es el capitán Saad Nehme. Y su numeral, el teniente Hussein Abdul Sattar Al-Abdali.
Nehme es un piloto experimentado que ha ejercido como instructor. Su compañero, en cambio, es un oficial joven que acaba de contraer matrimonio y apenas lleva cuatro meses en el escuadrón. Como es norma en la Al Quwwa al Jawwiya al Iraqiya, la misión será controlada desde tierra.
Los asesores de Kim Il-Sung están perplejos. No ven cómo la extensión de las aguas territoriales de Corea del Norte va a solucionar los problemas del régimen y reforzar su alianza con China. Pero como todo buen ajedrecista, el dictador está pensando las jugadas por adelantado.
23 de enero de 1968. El AGER-2 navega a lo largo de la costa de Corea del Norte, a unas 30 millas de tierra firme. Aunque parece un mercante, no lo es. Tampoco es un buque oceanográfico como sugieren sus siglas: 'Auxiliary General Environmental Research'. Es un barco espía.
La US Navy ha decidido copiar los 'pesqueros espía' de la URSS y dotarse de once barcos especializados en captar, recoger y clasificar señales electrónicas. Así sus preciados buques de guerra no volverán a ser parasitados para tareas de inteligencia.
La Segunda Guerra Mundial toca a su fin, pero el 'korvettenkapitän' Ralf-Reimar Wolfram aún tiene una misión que cumplir. Debe llevar el U-864 a Japón para entregar material estratégico con el que los nipones esperan voltear su contienda contra los EEUU. Es la Operación César.
Wolfram, de 32 años, sólo suma tres patrullas y un hundimiento: el Robert Gray, un carguero armado del tipo Liberty. Un currículo exiguo para una misión como César, pero a estas alturas de la guerrra apenas quedan 'experten' entre los comandantes de submarinos de la Kriesgmarine.
Su nuevo buque, el U-864, tiene aún menos experiencia de combate que su comandante. Se trata de un submarino Tipo IX-D2 que hasta ahora sólo ha desarrollado labores de adiestramiento. Pero con el traslado desde la 4ª a la 33ª Unterseebootsflottille, el U-864 por fin verá acción.