Admiro mucho el trabajo de las personas que han estado al 100 por ciento no sólo en el paro sino antes. Pero he visto que esa reunión es una pasarela de oportunismos nada sorprendente.
En la fauna política de acá debería ser sospechoso ver la misma cara acaparando todos los espacios cuando se sabe que no tienen experiencia en esos temas. Pero es más bien al contrario: desde los medios en adelante refuerzan el patrón de hacer famosa a gente inepta.
Toda esa poesía colectiva de ver personas desconocidas en las calles se muere cuando siguen repitiendo las mismas mañas politiqueras (así sea dentro de las organizaciones sociales) de darle la vocería y la representación a la figurita de los 10000 followers.
Y después se preguntan por qué es que nadie voltea a mirar nunca a las lideresas sociales y su trabajo, que sólo reciben la atención que merecen en las velatones donde se les llama mártires. O sea, cuando ya las han matado.
Sobre el cambio en estos patrones tengo poca esperanza. Dicen que la política se transforma desde las raíces y cuando esas raíces por fin se mueven y están dando frutos, llegan las mismas oportunistas de siempre a arrancarlos y a venderlos por likes y pautas de marcas de ropa.
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