Agradezco a todos mis amigos y conocidos que todavía se atreven a relacionarse conmigo, a pesar de todos mis defectos:
Nací blanco, lo que hace de mi un racista.
En el seno de una familia trabajadora, por lo que soy un burgués.
No voto a la izquierda, lo que hace de mi un fascista.
Soy heterosexual, lo que hace de mí un homófobo.
Valoro mi identidad y mi cultura, lo que hace de mí un xenófobo.
Quisiera vivir con seguridad y ver a los delincuentes en la cárcel, lo que hace de mí un torturador.
Quiero que respeten mi forma de pensar y mis creencias, y no que me obliguen a pensar que lo anormal es normalmente relativo, lo que me transforma en un represor.