Sabemos que no existe mayor peso en el Universo que el de llevar en los brazos el cuerpo de tu hijito muerto.
Recuerdo la historia de aquel lama que, para bendecir a la familia que le acogía, oró que primero muriese la abuela, luego muriese el padre y después el hijo. Ante el estupor de la familia explicó que el dolor sólo es soportable cuando la muerte se produce en orden.
Que mueran los hijos antes que los padres es algo que pasa con menos frecuencia desde hace algunas décadas en los países occidentales, pero era muy habitual que, en la Antigüedad, los padres tuvieran que enterrar a sus hijos.
Se calcula que en época romana la mitad de los niños morían antes de cumplir 10 años. Entre el 20 y el 40% morían antes de cumplir el primer año, pero en las necrópolis se han encontrado muy pocos restos de esas edades.
Cada necrópolis es diferente, ya que algunas reflejan el 1% de entierros infantiles y alguna otra contiene el 30% de restos infantiles, acercándose más a la realidad demográfica.
Esas muertes a destiempo eran frecuentes y los padres romanos, sobre todo en la Península Itálica, fingían que les importaban poco para dar ejemplo social o soportar el dolor, como cuando te dicen con torpeza que ya tendrás más hijos...
...como si cada uno no fuese único e irreemplazable. Por esa razón no entraban dentro de los rituales que se hacían a los muertos de más edad.
Los enterramientos de niños o la falta de ellos demuestran que la infancia es una construcción social.
Eso explica que la infancia de un niño actual sea tan distinta de la de un niño romano, no así el amor que sentían los padres por los hijos, que sigue siendo el mismo.
Aunque, cuando yo era niño, y mucho más cuando lo eran mi padre o mi madre, que eran campesinos, la vida de un niño español era parecida a la de un niño romano porque, para Columela, “pueden encargarse de tareas menudas en el campo”.
Nos cuenta Plutarco de Queronea hacia el año 90, que ya había padecido la muerte de dos de sus hijos mayores, cuando se enteró de la defunción de su hijita Timóxena, sobre su esposa,
“que ni siquiera te pusiste un manto de luto ni te sometiste tú ni a tus sirvientas a aparecer con signos de duelo y afeamiento, que no hubo ninguna disposición de un panegírico lujoso en tomo a la tumba, sino que todo se hizo ordenadamente y en silencio en compañía de los más...
...allegados”(1).
En contra de las fuentes, que dicen lo que se supone que deben decir, la realidad arqueológica es la de padres y madres rotos por el dolor. Las expresiones públicas de luto no coincidían con el dolor privado.
Desde la Monarquía no se guardaba luto por la muerte de niños pequeños: “Él, personalmente, reglamentó los lutos, según la edad, y su duración: por ejemplo, que no se guarde luto a un niño menor de tres años, ni si pasa de esa edad, más meses que años vivió hasta los diez”. (2)
Nos cuenta Cicerón que, “si muere un niño pequeño, hay que soportarlo con ánimo sereno, mientras que, si muere en la cuna, no hay ni siquiera que lamentarlo” (3).
El niño se convertía en persona en su dies lustricus (el octavo día para las niñas y el noveno para niños), que era cuando se elegía su nombre, incluido el de la gens, y con ello entraba en la familia y la sociedad.
Puede ser por eso que Séneca diga que “Son innumerables los ejemplos de quienes enterraron a sus hijos jóvenes sin derramar lágrimas, quienes regresaron desde la pira al Senado o a otros cargos públicos y en seguida se ocuparon de otras cosas”(4).
Las muestras de dolor por la muerte de un niño eran censurables, como escribe Tácito: “Todo ello quedó en nada, pues la niña murió antes de los cuatro meses. De nuevo surgieron las adulaciones, esta vez proponiendo que se le tributaran honores de diosa, un pulvinar y un templo,
y también un sacerdote. En cuanto a Nerón, la misma desmesura que mostrara en su alegría la hizo patente en su dolor”(5).
Aunque podía dar pena, no se incineraba a los niños: “Igualmente es un impulso natural lo que nos mueve a llanto cuando nos cruzamos con el séquito funeral de una virgen núbil o cuando enterramos a un adolescente demasiado joven para arder en la pira”(6).
Para Plinio “No es costumbre de los pueblos la cremación de un hombre antes de que le salgan los dientes”(7). Por si alguien no lo sabe, “no hay duda de que a los niños les salen los primeros dientes a los siete meses”(8).
Ante la situación incomprensible de la muerte de un niño sólo podemos decir "sit tibi terra levis". Que la tierra te sea leve.
(1) Plutarco, Moralia VIII, Carta de consolación a su esposa, 4 (2) Plutarco, Vidas Paralelas, Numa 12,3 (3) Cicerón, Disputaciones Tusculanas 1.39 (4) Séneca, Cartas morales a Lucilio 99 (5) Tácito, Anales, 15.23 (6) Juvenal, Sátiras 15.139 (7) Plinio, Historia Natural VII.72
(8) Plinio, Historia Natural VII.68
La idea original de este hilo venía de esta idea:
El amor de una madre (o de un padre) es inmutable, pero cambian sus manifestaciones.
Hay gente que aún piensa que Trump es un genio pero, como los políticos de otros países, representa a lo peor de su sociedad. Cuando decide una barbaridad, quienes le atribuyen inteligencia elaboran teorías sofisticadas hasta encontrar la supuesta estrategia detrás de sus decisiones, pero solo es un señor que confunde negociar con extorsionar.
Es el macarra con más poder del mundo, pero aún es más peligroso por tonto que por macarra porque sus decisiones van contra todos, incluso contra su propio país. Es peligroso porque sus medidas son profundamente desestabilizadoras y ese nuevo desequilibrio que está forzando tendrá consecuencias.
Las guerras no aparecen de repente, sino que se fraguan durante años. Aunque conozco mejor las guerras del Mundo Antiguo, todos entienden el ejemplo de la Segunda Guerra Mundial, resultado de décadas de inestabilidad política y económica acumulada. Muchos acontecimientos subestimados van moldeando el camino hacia la guerra total.
A lo largo de mi vida he conocido a incontables hijos de puta, pero nunca había conocido a una “madame”.
Yo era el único que estaba comiendo solo en el restaurante atestado del pueblo, y la mujer me pidió permiso para sentarse conmigo.
Me preguntó a qué me dedicaba y le expliqué que era uno de esos aburridos que explican la historia antigua, y que seguro que ella se dedicaba a algo más divertido.
—Dirijo un burdel. En la Antigüedad también había putas, ¿verdad?
No sé por qué los llaman "hijos de puta". Temístocles fue hijo de una prostituta pobre y uno de los mejores militares de Grecia, que salvó a su país en Salamina (480 a.C.) durante las guerras contra los persas.
Del interesante debate de @elbarroquista sobre los Freetours quiero destacar este tremendo comentario de uno de los historiadores del arte que mejor explica Sevilla.
En Andalucía puedes ser guía oficial de españoles si hablas un idioma extranjero, aunque no seas historiador o historiador del arte. Es frecuente encontrarte con filólogos.
Este perverso y absurdo sistema es regulado por la Consejería de Turismo y lo orienta en exclusiva a extranjeros, por lo que no puedes expandir la Cultura de ciudadanos autóctonos sobre su propia ciudad o su propio país.
Yo, como historiador, no puedo explicar en castellano los monumentos del centro de Sevilla a mis alumnos sevillanos de Historia de Sevilla porque no acredito un idioma extranjero.
Por ejemplo, yo hablo alemán porque mis hijos son medio alemanes, así que tendría que sacarme el título oficial de alemán para enseñar a un grupo en español.
Ser un buen católico no te convierte en ignorante. Al contrario, te anima a dejar de serlo.
Ser un buen católico no te obliga a despreciar las creencias de los otros ni a admitir que otros desprecien la tuya.
Ser un buen católico no te obliga a mentir o a ser deshonesto, o a borrar la rica e intensa historia de Sevilla.
Cuando el Ayuntamiento de Sevilla dice "sin perder el contexto de este lugar histórico" se está refiriendo a la sede de la Inquisición, la utilización política y violenta de la fe católica contra los que creían de forma diferente, primero contra los judíos y luego contra otros cristianos, cuya diferencia era pensar que todo el mundo tenía derecho a saber qué decía de verdad la Biblia, por lo que la tradujeron en el monasterio de San Isidoro del Campo, lo que costó la vida de varios de los implicados.
"sin perder el contexto de este lugar histórico" es poner al revés el contexto histórico, ya que el arte sacro al que se refiere es arte católico, no protestante, que eran quienes fueron encerrados allí. Los protestantes no tenían imágenes porque seguían el segundo mandamiento de la Biblia, que se encuentra en Éxodo 20:4.
El Salón Rico ocupa un lugar de privilegio en el corazón de Medina Azahara, situado en el punto más alto de la terraza superior del Alcázar. Esta posición estratégica, en el centro geométrico del conjunto palatino, no es casual, sino que responde a una cuidadosa planificación urbanística y a una profunda carga simbólica.
El Salón Rico está casi en el centro geográfico de la ciudad. Fue mandado construir por ‘Abd al-Rahman III entre 953/4 y 956/7, según certifican los restos de la decoración arquitectónica, ya que la epigrafía da fechas de construcción de una base, de un capitel y el friso horizontal sobre los arcos. Su atribución a 'Abd al-Rahman III no presenta ninguna duda gracias a la epigrafía.
Ubicado en un espolón que se adentra en el valle del Guadalquivir, el Salón Rico se erige como el eje central de la ciudad califal, alineado con otros elementos clave del poder. Su emplazamiento en la terraza superior, con vistas panorámicas al entorno, evoca las tradiciones palaciegas abasíes, donde los edificios de representación se situaban en puntos elevados. La ubicación elevada del Salón Rico, con vistas al paisaje circundante, se relaciona con la tradición de los palacios abasíes, como Jawsaq o Bulkawara en Samarra. Estos palacios también se situaban en terrenos elevados para aprovechar las vistas.
Aunque yo soy admirador de su hijo Hernando y no tanto del Almirante, me impresiona la tumba que guarda sus escasos restos.
No sé nada de arte y muy poco del siglo XIX, pero la ilustraré con mis propias fotos.
En 1891 Arturo Mélida ganó el concurso para la construcción del sepulcro de Cristóbal Colón que se había convocado en La Habana.
La obra definitiva se inauguró en 1898, año de la pérdida de Cuba por España, por lo que se tomó la decisión de trasladarlo desde La Habana a Sevilla.
El 17 de noviembre del año 1902 se instaló en el brazo meridional del transepto de la catedral, frente a la puerta de San Cristóbal, simbolizando que lo van a llevar hasta el altar.