Thread by @unchasqui

Una lucha interna entre periodistas y miembros del directorio es lo q se vive en El Comercio. El diario atraviesa uno de sus momentos más críticos y acaba de recibir una estocada q podría significará un duro revés. ¿Serán los últimos días de la prensa? Abro hilazo.

No solo en América TV las cosas pintan gris, en el diario de los Miro Quesada todo parece estar en contra, incluso las decisiones de quienes manejan El Comercio y sus diarios satélites, alquilados al fujimorismo, lo q ha generado gran incomodidad en la interna.

Tan es así q dos facciones conviven y se confunden en la redacción. Hay quienes apoyan a Jaime de Althaus y del otro están quienes no entienden cómo alguien como él puede ser miembro del directorio. De Althaus no es periodista sino antropólogo. Así como lo leen.

A un grupo de periodistas le da vergüenza ajena cómo se maneja el viejo lesbiano q tiene bandera naranja. Y ni qué decir de sus desatinados tuits, donde ha patinado en varias oportunidades, publicando información falsa y un sinfín de cosas q molesta a los periodistas.

Además de eso, algunos redactores están fastidiados e indignados con la línea editorial q asumió el diario. En reunión con ellos, el directorio y el comité editorial, conformado por De althaus, les dijeron q si no hacían campaña por Keiko el diario se iba a la bancarrota.

Y así se encuentra hoy el diario, sumido en una crisis económica y también de prestigio. Pero esta crisis no es de ahora. Empezó antes de la pandemia cuando todo los diarios El Comercio y Perú 21 dejaron las sedes del Centro de Lima para irse a un modesto local en Santa Catalina.

Luego de la mudanza empezaron los despidos. Y luego llegó la pandemia, q trajo abajo los números de este diario q no ha tenido tantos reflejos para subirse al coche la modernidad y ver que los tiempos han cambiado.

Las suscripciones no han resultado y por el contrario marchan bastante mal. Es comprensible q la gente no quiera pagar para leer columnas de Fernando Rospigliosi y menos de Jaime de Althaus. Pagar por contenidos q no ofrecen mayor valor como q no justifica un pago.

Las primeras medidas de la pandemia hicieron q el diario se fuera al suelo -literal-, ya q no se permitía la venta de ejemplares ni con canillitas. Cada domingo en cuarentena total era para El Comercio estar un paso más cerca a la quiebra.

Fue así que en plena pandemia, entre marzo y junio del 2020, continúo la razia. Por esos días, recursos humanos les decía a sus trabajadores: o te vas bien liquidado con todos tus beneficios o te quedas en suspensión perfecta, es decir tres meses sin sueldo.

Pero les decían q si volvían luego de la suspensión y el diario cerraba perderían todos sus derechos, porque el diario ya había con el Ministerio de Trabajo y por eso podían cerrar sin pagarle beneficios a nadie. Es decir, los pusieron entre la espada y la pared.

Todo esto ocurría mientras el diario pedía el bono Reactiva. En la interna, cuando varios trabajadores preguntaban por ese crédito, les decían q el dinero lo usarían para poder liquidar como premio a todos los que aceptaban se despedidos. Bien buenos son en ese diario.

Fue así que, pese a recibir Reactiva, despidieron a más de 300 trabajadores en todo el grupo de diarios. Esta poda incluyó a redactores q tenían más de 20 años de trabajo en el diario.

Pero la crisis económica puede ser anécdota comparada a la crisis "moral" q vive el grupo El Comercio. Crisis q se acentuó en la 2da vuelta electoral donde informaron con sesgo trayendo abajo el poco prestigio q aún tenían.

De aquel diario que, allá por el 2000, luchaba contra el fujimorismo solo ha quedado el nombre. Hoy no solo son proKeiko sino q su trabajo consistió en alimentar el terror y miedo, en una campaña desigual q tuvo a este grupo alineadito a la señora K.

Y si el diario pensaba sacudirse tras conocerse la derrota de Keiko Fujimori, pues va a tener q afinar bien su estrategia o priorizar sus intereses. Eso porque este viernes último recibió una estocada q no esperaba y q complica mucho su situación.

larepublica.pe/politica/2021/…

Ocurre q el Cuarto Juzgado Constitucional de Lima, declaró nulo el contrato de compra-venta de acciones entre las empresas Epensa y Abs a Empresa Editora El Comercio por contravenir la Constitución y tratados internacionales sobre libertad de expresión, información y pluralidad.

¿Qué significa esto para el grupo más poderoso de diarios en el Perú? Pues sencillo, que la compra a Epensa no tiene efecto alguno. Epensa es la empresa editora formada por los diarios Correo, Ojo y otros q servían como satélite a los intereses de los Miró Quesada.

Es desde la compra de acciones de Epensa q se cuestionó a El Comercio de ser un monopolio de diario. Y así lo fue, concentraba cerca de una decena de diarios de circulación nacional.

Como es obvio, el diario ha apelado esta resolución, pero el asunto pinta gris en lo q viene a este grupo editorial. Hoy, ad portas de la proclamación de Pedro Castillo como presidente de la República, el peor negocio de El Comercio fue venderse al fujimorismo.

En esa sórdida aventura de intereses llegó muy lejos. Y los Miró Quesada, así como los periodistas q trabajan en el diario, saben muy bien q, de ahí, de donde están ya no se regresa. Fin.