Leer la entrevista con las amigas de Samuel es horrible. Horrible desde todo punto.
Y la cosa empezó con algo que todas las personas LGTBIQ+ hemos vivido: alguien que te insulta, así, de la nada. Esos segundos de desorientación en los que piensas "pero si no he hecho nada".
Y por suerte (y me retuerce tener que decir "por suerte"), casi siempre queda ahí. Te insultan, se ríen de ti y se van. Y te quedas con la sensación de inseguridad, de desconcierto, de ira... Y de miedo.
De miedo porque uno nunca sabe si va a pasar de eso a mayores. Y es que puede pasar y es muy difícil de anticipar. Y te puede ir la vida en ello.
Un ejercicio para los que piensan que un insulto de un desconocido por la calle no es para tanto: cuándo fue la última vez que te insultaron? Y no me refiero a algún gesto airado desde otro coche porque a alguien le ha molestado algo que has hecho. Eso se descarta fácil.
Porque a muchos parece que se os acercan para insultaros desde el colegio, y eso si es que os pasaba, y lo recordáis un poquito regular, como "cosas de críos". Porque uno crece y los insultos dejan de estar ahí, porque aprendemos a no hacer eso. Algunos.
Otros aprenden que toda característica que les llame la atención merece ser gritada con odio. Y es el inicio. De ahí, pasar a la agresión física es solo cuestión de que les pille en un momento en el que estén envalentonados: en grupo, bebidos...
Y a ti te matan o te joden la vida porque no te ajustas a lo que les parece que una persona debe ser. Porque les das "asco".
Se dice que la alegría del colectivo LGTBIQ+ es la mayor victoria que podemos restregarles por la cara. No digo yo que no, pero igual habría que enseñarles también la rabia.
Que no* se os acercan
Necesitamos respuesta, pero doble. Lo ideal sería que la contundencia viniera desde las instituciones, que esto saliera caro. Pero para eso la policía tendría que tomarnos en serio y no ser cómplice por defecto, los medios tendrían que apoyarnos y no hacer de disolvente.
Y todo eso no tiene pinta de pasar. Al revés, tiene pinta de que nos van a desproteger más cada vez desde las instituciones.
La otra parte de la respuesta doble la tendremos que dar nosotres.
Y ya lo dije, pero repito: todos los y las que lleváis meses diciendo que somos un caballo de Troya en la lucha obrera o el feminismo, que habéis sacado a pasear vuestras fobias escondidas (mal) detrás de un discurso falaz y absurdo, sois cómplices. Y de los peores.
Porque si hay algo peor que el facha que te está pegando es el que se retuerce las manos a tres metros diciendo "es que claro, ya es un mes de orgullo y a mí antes me parecían aliados pero empiezo a dudarlo". Tendríais que estar de nuestro lado.
Pero no, claro, porque habéis encontrado una forma de disfrazar vuestro odio de discurso académico y que parezca que seguís siendo de izquierdas. Qué asco caer tan bajo.
Vienen años jodidos y tendremos que apoyarnos entre nosotres. No hay otra.
Voy a silenciar este hilo porque está empezando a ocurrir lo que ocurre siempre que algo llega más allá de los 1500RT y aparece en TwitterFacha así por un casual. Si necesitáis algo, mis MDs están abiertos.
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