La participacion de la familia es importantisima pero NO es eso la Educacin Sexual Integral de la que hablamos: la que es para todxs por igual, la que garantiza derechos, la que puede prevenir abuso sexual en al infancia, el respeto por la diversidad, MAC, ITS..
Por la ES que se basa en "la charla en casa" y "la charla en el colegio" hace 30 años estamos como estamos. Es un laburo en equipo, interdisciplinario, transversal y una herramienta fundamental que desarticula uno de los dispositivos históricos de opresion que es la sexualidad.
No quiero ser monotemática ni densa pero cada vez que hablo de la internación por COVID se me llena de mensajes de personas con gente que quieren y que está intubada y todxs me preguntan lo mismo: si se sufre, si se escucha y agradecen que cuente la experiencia vivida.
Estuve 13 días intubada y no sentí nada, es como quedarse dormida. Tuve muchos sueños, todos lindos. Y en mi último sueño sí recuerdo tener la sensación de que ya hacía mucho tiempo que estaba soñando, que ya me quería despertar. Pero no se siente absolutamente nada.
Es como quedarse dormida, al menos como lo viví yo. No me puedo imaginar lo que es vivirlo del otro lado, pienso que es desesperante, pero de este lado es un dormir con mucha paz, algo muy quieto, muy estable.
Lo pedís pacíficamente y te boludean, lo haces por la ley y no te dan bola. Grafiteas una pared y esas no son maneras, los mandas a la mierda y sos vos la que esta provocando. Si decís algo no te creen, si no decís nada, xq no lo dijiste antes?
Que si era chica, que si era muy grande, que si estaba sola, que donde estaban los padres. No se quejan del femicida, se quejan de las vivas que pedimos justicia.
El imperativo "amate" "querete" no va más gente. A querer y amar se aprende, no es una decisión que uno toma y listo. Hay mucho que revisar de nuestra historia (y de la cultura) para poder derribar identidades que nos impusieron.
Independientemente del cuerpo que tengamos cada persona paso por la construcción de una identidad que desconocemos y que, tal vez, hoy este intentando derribar.
A odiar nuestro cuerpo, o una parte de nuestro cuerpo, también se aprende. Lo tomamos de nuestra crianza también y de ahí lo adoptamos también como discursos propios. Hasta que algún día, preguntarnos si somos eso que nos decimos, también es cuestionarnos la identidad que