Thread by @xiomirb

Hilo: Un empleado de la compañía de juguetes Hasbro (famosa por Monopoly, Play-doh y los juguetes educativos Playskool) ha expuesto, a través de Project Veritas, la intención de la misma de adoctrinar a los niños desde la infancia con sus productos.
newsweek.com/hasbro-insider…

Dicho empleado, David Johnson, actualmente suspendido por la compañía, asegura que, a través de la empresa The Conscious Kid, se les enseña que los niños pueden ser racistas desde los 6 meses.
projectveritas.com/news/urgent-ha…

La co-fundadora de The Conscious Kid, Kate Ishizuka, afirmó en su momento en televisión que "de los 3 a los 6 meses, los bebés empiezan a darse cuenta y a manifestar predilección en función de la raza".
google.com/amp/s/www.foxn…

Kate defiende que a los 3 años:
"Los niños blancos de esta edad pueden mostrar actitudes negativas explícitas o manifiestas hacia las personas de color".
Mostrando a los 5 una clara "inclinación hacia los blancos".

La cuestión es que, aunque suene a locura, efectivamente hay estudios que afirman que los niños, da igual de que raza o etnia, sienten mayor atracción hacia las personas de su misma raza o etnia desde los 3/6 meses, pero no es una cuestión racial... sino de supervivencia.

Así, manipulando resultados científicos a su antojo, omiten q se debe a que en esa etapa del desarrollo, los bebés tienden a confiar en las personas de su entorno más cercano, desarrollando la capacidad de distinguir mejor los rostros con rasgos similares a los de sus cuidadores.

Si un bebé blanco es atendido/cuidado/protegido por personas blancas (padres, abuelos, niñeros, etc), su cerebro trabajará para identificarlos y diferenciarlos, entendiendo que esos "rasgos faciales" le mantienen alimentado, limpio, a salvo...
utoronto.ca/news/racial-bi…

Lo mismo ocurre con un bebé asiático, negro, nativo, y hasta en medio de una tribu del Amazonas.
Irónicamente, el líder del estudio que comparto se interesó por este tema por su propia experiencia.

Cuando el profesor Kang Lee, originario de un pueblo pequeño y recóndito de China, llegó a EEUU, se dio cuenta de que no podía distinguir a las personas blancas entre ellas, y que así mismo, los blancos no podían distinguir a los chinos entre ellos, ni del resto de asiáticos.

Esto le llevó a estudiar a qué se debía, comprobando que, hasta que se produce esa selección en el cerebro de los bebés, estos eran capaces de distinguir incluso los rasgos faciales de los monos, diferenciándolos entre ellos.

Por tanto, no, nadie nace racista, y, NO, los bebés tampoco se vuelven racistas: sobreviven.
Personalmente, y con mi bebé de 4 meses en los brazos mientras escribo esto, no voy a comprar ni un sólo producto Hasbro, porque:
#losniñosnosetocan