(...) la conducta agresiva adolescente podría ser parte de los
mecanismos utilizados en la competición intrasexual para acceder al sexo
opuesto (Arnocky y Vaillancourt, 2012; Archer, 2009; Gallup et al., 2009;
Gallup et al., 2011).
2. Esta ayudaría a potenciar la imagen social del agresor dentro del grupo y dañaría la del agredido (Gallup et al., 2011). De hecho,
un reciente estudio longitudinal, ha demostrado que aquellos adolescentes que suelen agredir a otros del mismo sexo,
3. tienen más éxito que los victimizados en la obtención de pareja (Arnocky y Vaillancourt, 2012). Por otro lado, en los adultos jóvenes, aquellos que reportaron ser victimizados durante su adolescencia, también tienen menos parejas sexuales (Gallup et
al., 2009).
4. En relación al mercado biológico de elección de pareja:
La competición intrasexual estimada a partir de la agresividad, será una variable respuesta frente a las presiones del mercado biológico de emparejamiento humano. En este sentido,
5. su intensidad será mediada por el número de rivales y la cantidad de individuos del sexo contrario a las que se pueda tener acceso. Principalmente, en mujeres en función del atractivo y en los hombres, de la habilidad de lucha.
Recientes investigaciones sugieren
6. que las presiones de selección han determinado los mecanismos mentales para poder evaluar la fuerza física propia y ajena, la habilidad de lucha, el atractivo físico y la agresividad.
La fuerza física puede volverse muy importante en un contexto social competitivo
7. al final de la adolescencia ya que en esta etapa la competencia intrasexual y la actividad reproductiva son más intensas (Gallup et al., 2010). Ello es más acentuado en los hombres, dada su mayor disposición a participar en interacciones competitivas y violentas
8. que en las
mujeres (Daly y Wilson, 1983; Wilson y Daly, 1985).
Durante la adolescencia
el nivel de testosterona en los hombres aumenta, lo que provoca un cambio
significativo en el volumen del músculo esquelético, un aumento de la masa
corporal magra y
9. de la fuerza muscular (Evans, 2004; Neu et al., 2002; Ronda et al., 1999).
(...) La Teoría Recalibracional de la Ira (Sell et al., 2009b, Sell, 2011) sugiere que la ira es un mecanismo que sirve para aumentar los beneficios que se pueden obtener de un conflicto.
10. De esta manera, el uso de la ira es una estrategia con menos costes que la agresión física, ya que evita peleas innecesarias y el riesgo de ser herido. Sell et al. (2009b) han propuesto que los hombres con mejores habilidades de lucha tienen
11.una mejor posición de negociación en los conflictos y también son más propensos a la ira. En
concordancia con estudios en animales, se ha demostrado que la exhibición de rasgos que indican una mayor habilidad de lucha sirven para disuadir a los rivales y evitar peleas físicas
12. (p. ej., Clutton-Brock y Albon, 1979; Davies y Halliday, 1978; Parker, 1974; Rodríguez-Gironés, 1994).
De esta manera, en diferentes especies animales, los mejores luchadores obtienen más beneficios (Huntington y Turner, 1987). Los seres humanos,
13. como animales
altamente sociales, probablemente no sean la excepción.
El uso adaptativo de la ira unido a señales de las características
físicas que indican habilidad de lucha se sustenta en la capacidad de evaluar la posición negociadora de un individuo
14. en relación a la magnitud de los costos que puede infligir a los competidores (Parker, 1974; Sell et al., 2009a.). Esta capacidad implica que los individuos son capaces de evaluar
su propia habilidad de lucha y la de sus oponentes. Se han sugerido
15. varios rasgos como señales de la habilidad de lucha de un individuo, tales como la
morfología de la parte superior del cuerpo y de la cara (Sell et al., 2009a.), el
tamaño total del cuerpo (Archer y Benson, 2008; Archer y Thanzami, 2007) y la voz (Sell et al., 2010).
16. La habilidad de lucha
está directamente relacionada con la fuerza física (Sell, 2011; Sell et al.,
2009a, 2009b, 2010.). En concreto, la fuerza de prensión de la mano (FM,
del inglés handgrip strenght), una medida ampliamente utilizada de la fuerza superior del cuerpo,
17.correlaciona con la habilidad de lucha (Archer y Thanzami, 2007, 2009; Sell et al., 2009a, 2009b, 2010.). En este sentido, la fuerza de la parte superior del cuerpo es el factor más importante que diferencia la habilidad para infligir costos entre rivales (Sell et al., 2009a).
18. Además, la FM correlaciona con otros rasgos sexuales secundarios, como
la forma de la cara y la percepción de la danza (Fink et al., 2007; Hugill et
al., 2009; Windhager et al., 2011), la androgenización prenatal (Fink et al.,
2006)
19. y la propensión a la búsqueda de sensaciones (Fink et al., 2010).
El uso de la ira vinculada a la habilidad de lucha es más ventajosa
para los hombres, que son (en promedio) físicamente más fuertes (Fink et
al., 2010; Gallup et al., 2007, 2010;
20. Kamarul et al., 2006; Mathiowetz et al.,
1985; Neu et al., 2002; Nicolay y Walker, 2005; Rantanen et al., 2000) y más propensos a utilizar la agresión física o verbal que las mujeres (Archer,
2004, 2009; Gordon et al., 2000).
21. Puesto que los varones compiten por el
estatus social y por obtener pareja reproductiva (Campbell, 2009; Hilton et
al., 2000), varios estudios (Gallup et al., 2007, 2010, 2011; Keeley, 1996;
Manson y Wrangham, 1991; Navarrete et al., 2010; Young, 2003) proponen
22. que esta diferencia sexual en la fuerza se deriva de las presiones de
selección debido a la competencia intrasexual mediada por la agresión
física. En cambio, la teoría recalibracional de la ira para las mujeres propone
el uso de la ira
23. en función del atractivo físico (Sell et al., 2009b). El atractivo
físico es un rasgo que refleja salud y fertilidad en las mujeres (p. ej., Roney,
2009), lo que hace que una mujer atractiva sea mucho más valorada como
pareja sexual, compañera y aliada. Esto les confiere
24. un mayor éxito en la
resolución favorable de conflictos y en la obtención de recursos. Así mismo, las vuelve más propensas a utilizar la ira contra sus parejas y en contra de otras mujeres a fin de desplazar más beneficios hacia su favor.
Fuente:
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Robert Sapolsky escribió en su libro 'Compórtate' lo siguiente (Hilo):
"Cuando un hueso se rompe, se producen una serie de pasos relativamente consecutivos que conducen a la inflamación y al dolor, lo que impedirá que la persona pueda andar (aunque intente hacerlo una hora
después).
(...) La biología de los comportamientos que nos interesan es, en todos los casos, multifactorial (...)
Veamos qué significa «multifactorial» en un sentido práctico. Piense en alguien que sufre frecuentemente de depresión que hoy está visitando a un amigo,
desahogándose contándole sus problemas ¿Cuántas posibilidades hay de que hubiéramos podido predecir ese comportamiento conociendo su biología?
Supongamos que «conocer su biología» consiste únicamente en saber qué versión del gen transportador de serotonina es la que posee.
¿Quien reprime la sexualidad de las mujeres? (Pablo Malo)
Hilo:
-"Hay más actividad sexual cuando los hombres (no las mujeres) están en minoría. Cuando hay pocas mujeres y muchos hombres, estos tienen que proveer compromiso y recursos si quieren tener sexo. El sexo prematrimonial y extramarital disminuye.
Por contra, cuando hay muchas mujeres y pocos hombres el sexo aumenta. Es decir, cuando los hombres ponen las reglas el sexo es libre y fácil, cuando mandan las mujeres el sexo es escaso y caro. Estos hallazgos no encajan con la Teoría del Control Masculino pues esta predice que
Datos sobre las lágrimas masculinas y femeninas (Hilo):
Existen dos hormonas a tener en cuenta a la hora de entender porqué los hombres lloran -en promedio- menos que las mujeres.
Por un lado tenemos la prolactina, relacionada con el centro emocional del cerebro, y que a parte
de estimular la producción de leche en las glándulas mamarias también hace lo propio con las lágrimas.
Si bien el cuerpo masculino segrega prolactina, es hasta un 60% más elevada en mujeres dependiendo de la edad, lo que ayuda a explicar la razón por la cual
ellas lloran (en promedio) 5.3 veces al mes en contraste con los hombres, que lo hacen 1.4 veces al mes.
Por el contrario, la testosterona es una hormona que inhibe el llanto. Se sabe que en hombres con bajos niveles de testosterona el llanto es más abundante,
1. Ernest Belfort Bax es considerado el Padre del Masculinismo. Y sorprende que varias de las críticas que hizo al feminismo de entonces son LITERALMENTE UN CALCO de las que recibe el de hoy por nuestra parte.
2. Ahí va un fragmento de su obra "El fraude del feminismo"(1913):
Un dato fascinante sobre la desechabilidad masculina y que apuntaría a la hipótesis de que ésta tiene un origen natural y no cultural es el de que nacen más varones durante los períodos de posguerra (Hilo):
En relación a esto un usuario le preguntó a Xeno: ¿Cómo sabe la biología que ha habido una guerra y que por eso tienen que nacer más varones para compensar?
La respuesta fue la siguiente:
"Los mecanismos aún no están claros del todo, pero sospecho que los niveles de cortisol y testosterona pueden tener algo que ver. Se sabe que cuando los niveles de cortisol son altos (es decir, en tiempos malos) nacen más hijas, por ejemplo, y que los hombres en posiciones