Al final de la segunda serie del 'Flying Circus', John Cleese (asiduo de los #MakeEmLaugh y lo que queda) advirtió al resto de los Monty Python que quería dejar la serie.
De hecho ya andaba con otros proyectos como la compañía 'Video Arts'.
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Lo convencieron para seguir una temporada más, pero al acabar la tercera sentía que se repetían y eso, junto a las divergencias personales y creativas con Graham Chapman, le empujaron a romper con la tropa.
Solo quería escribir algo con su mujer, Connie Booth, pero ¿sobre qué?🤔
Al final se decidieron por una sitcom ubicada en un pequeño hotel de Torquay, al sur de Inglaterra.
Una serie de risa gorda, nada pretenciosa, con humor físico, equívocos, golpes y carreras.
Nacía 'Fawlty Towers'. Dentro violines: 🎻
Cleese bromea que el lema de la hotelería inglesa debería ser: "gestionaríamos bien un hotel si no hubiera clientes".
Para crear a Basil, se inspiró en el dueño de un hotel en el que los Python se hospedaron en 1970. Se llamaba The Gleneagles y el dueño, Donald Sinclair.
La rudeza con la que Sinclair trataba a sus clientes está muy presente en cada uno de los 12 episodios (sí, solo 12 😢) de la serie.
En el piloto, Fawlty pone un anuncio para atraer a clientela de renombre a su hotel, porque considera que allí no se hospeda más que escoria.
¿Pero es Basil Fawlty solo una parodia de ese hotelero malhumorado o Cleese puso algo innato de su parte?
Su mujer y coguionista dice que no hubo que ir muy lejos para acabar de dar forma el personaje.
😅El Python lo admite…
De hecho, muchos gestos que popularizó Fawlty ya habían aparecido en el 'Flying Circus'.
El “silly walk” del inicio del #MakeEmLaugh o los ataques de ira desmedida, gritándose a si mismo, que recuerdan mucho a los del locutor anti-comunista.
¿Los ponemos juntos a ver? 👀👇
La serie no tuvo un éxito inmediato. 👎
Muchos cuestionaban que Cleese hubiera abandonado los Python para hacer comedia burda. El Times llegó a publicar una crítica titulada “Long John short on jokes” (algo así como “El larguirucho John, corto de chistes”).
Hoy en día es un clásico en todo el mundo.
En el año 2000, el British Film Institute hizo una encuesta entre profesionales de la industria televisiva y críticos para escoger el mejor programa de televisión del siglo. ‘Fawlty Towers’ arrasó.
Hubo dos intentos para adaptar la serie a EE.UU:
🔴'Snavely' con “la chica de oro” Betty White. Nunca se emitió
🔴'Payne' con John Larroquette, cancelada en el episodio 8 (de 9)
Cuando le preguntan por qué fracasaron, Cleese dice: “¡no me hicieron caso!”
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Uno de los chistes improvisados fueron los anagramas que se hacían en el cartel del hotel en el arranque de cada episodio.
John Cleese ha interpretado un par de veces más a hoteleros excéntricos en su carrera. En ‘Ratas a la carrera’, hizo del dueño de un hotel-casino de Las Vegas, llamado (redoble de tambores 🥁):
Donald P. Sinclair
La próxima semana cerraremos el #MakeEmlaugh de ‘Fawlty Towers’ hablando un poco más en profundidad del verdadero protagonista de la serie: un simpático camarero procedente de una bonita ciudad mediterránea, que no sabe nada, pero que intenta aprender.🙌
Wilder tuvo diferentes coguionistas, aunque con dos tuvo una relación más fructífera: Charles Brackett, hasta 1950, y I.A.L Diamond, que lo acompaño durante más de 25 años.
Con Brackett era una colaboración; con Diamond, una hermandad. Se entendían. Se llevaban más que bien.
Empezaron a colaborar en 'Ariane' y desde entonces ya no dejaron de hacerlo.
En su haber: 'Con Faldas y a lo loco', 'Irma la dulce', 'Uno, dos, tres' y 'El apartamento', por la que ganaron el Oscar en 1960. Su agradecimiento es directo, preciso y sutil como sus guiones.