#LRData | Dos distritos son apenas una muestra de cómo han aparecido ollas comunes fantasmas, que aprovecharon la falta de un registro completo y negación y obstrucción de municipios para conformar comités de fiscalización de entrega de alimentos de Qali Warma.
[ABRIMOS HILO ⬇️]
Estas ollas reciben alimentos pero no funcionan. Así lo denuncian las lideresas de la Red de Ollas de Lima Metropolitana, quienes aseguran que las municipalidades aprovechan esta situación para realizar clientelismo político.
La República corroboró, junto a los dirigentes, la existencia de estas ollas fantasmas en San Juan de Lurigancho y Villa María del Triunfo.
Luego de un año y cuatro meses de pandemia, no existe un registro completo de ollas comunes de Lima Metropolitana. No se sabe cuántas son en realidad.
Sin registro, es imposible saber si los alimentos entregados por Qali Warma llegan realmente a ellas.
Ni el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social - MIDIS (@MidisPeru) ni la Municipalidad de Lima (@MuniLima) han podido completar una base de datos general hasta la fecha, debido a que las municipalidades no tienen una base de datos actualizada.
Las diferencias entre la data del Midis y de la Municipalidad de Lima son notorias.
Incluso, según las fuentes consultadas para esta nota, aún no se ha logrado cruzar ni compartir ambos registros entre las dos entidades para obtener uno completo.
Si bien el Midis ha dejado en claro que no tiene función de fiscalización, a raíz de esta presión, decidió impulsar la creación de los Comités de Transparencia y Acompañamiento (CTA), encargados de fiscalizar a quién se entrega el apoyo alimentario, cuánto se reparte y cuándo.
Pero, pese a las asesorías técnicas sostenidas con los municipios y las lideresas de ollas comunes, desde abril de este año hasta la fecha solo cinco distritos han formado sus CTA.
De acuerdo a las Naciones Unidas, unos 2.2 millones de peruanos se encuentran en situación de subalimentación, puesto que no logran cubrir sus necesidades energéticas y proteicas diarias.
Esto ubica al Perú entre los ocho países de la región con peores indicadores.