Uno de los cuadros más interesantes del Museo del Prado en lo que se refiere a los universos #vanitas y #mementomori es "Las edades y la muerte", de Hans Baldung Grien (1541-44). Vamos a ver sus detalles
La muerte como frío y cruel recordatorio que empaña el aquí y el hora de la juventud, la belleza, el amor o el éxito es un tema recurrente en Grien, ya visto en su insistente "La muerte y la doncella", en versiones como estas, (1510, 1517, 1520) o en otra de 1529 con un caballero
No es, en la versión del Prado, la primera vez que la muerte y la doncella se ven acompañadas de la vejez. En el mal titulado "Los dos amantes y la muerte" (1509-11) ya vemos a una mujer mayor como advertencia presente
En el óleo del Museo del Prado la muerte mantiene asida a una mujer mayor que, a su vez, sujeta a otra joven y bella (la misma mujer?) que se resiste, aunque su expresión es de furiosa y contenida resignación, furia solo rota por una lágrima.
La muerte sostiene en sus manos un reloj de arena y una lanza rota, sobre cuyo extremo reposa una criatura, muerta?... dormida inocente e ignorante?
Al fondo un paisaje desolador, apocalíptico, en el que demonios torturan humanos.
Hay esperanza? En el cielo un Crucificado se dirige hacia la Luz Gloriosa.
En la esquina inferior, una lechuza, símbolo de la sabiduría en la iconografía (por el mochuelo, atributo de la diosa Atenea), mira fijamente al espectador y le advierte. Pecado y muerte, o rectitud y vida eterna.
Este cuadro forma "pendant" (pareja) con "La Armonía (¿Las tres Gracias?)" (1541-44), también en el Museo del Prado. La escena es una alegoría de la Edad de Oro (Paraíso). El hombre aspira a la inmortalidad a través de la música y la poesía, con el pecado siempre al acecho
Información e imágenes: web del @museodelprado
El resto son de dominio público.
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En las Danzas Macabras medievales no podía faltar la música. Hay un instrumento recurrente que aparece asociado a la muerte en otras iconografías similares del S.XVI. Tiene un nombre extraño, zanfoña, y una etimología tan bella como symphonia. Vamos a ver en qué obras sale
La zanfoña (o zanfona, entre otros muchos nombres) parece que tiene su origen en el S.X aunque sus primeras representaciones las encontramos en el XII, en lugares como el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela, donde aparece como un "organistrum" tocado por dos personas
A partir del S.XIII el instrumento evoluciona y es tocado por una sola mano. Forma parte de la música culta hasta que es desplazado en el ámbito monástico por el órgano, y relegado a las clases populares y humildes por su timbre agudo y chillón.
Como hoy me han hecho un regalo desde San Bernardino, vamos a hablar de este osario milanés en el que, como suele suceder en las iglesias italianas, hay mucho más de lo que puede parecer tras un primer vistazo. ¿Vamos? ⬇️
El origen de osario e iglesia se remonta al S.XIII, cuando surgieron en el lugar el Hospital del Brolo, una leprosería, y un cementerio para acoger a los que allí morían. Cuando el espacio fue insuficiente se construye el primer osario, junto a la cercana Basílica de S. Stefano
Junto al osario se levantó una pequeña iglesia, de la que se hizo cargo en el S.XIV la Confraternitá dei Disciplini. Sus fieles practicaban la caridad (y se ocupaban de los enterramientos) con niños, enfermos y condenados a muerte.
En 1563, en las sesiones finales del Concilio de Trento, la Iglesia Católica se reafirmó en la importancia del culto a santos y reliquias, convirtiendo los huesos de los mártires en su mejor arma para luchar contra la Reforma. Pero había que presentarlos en condiciones🧵⬇️
A mediados del S.XVI se conocía en Roma una media docena de las más 60 catacumbas que hay localizadas hoy día. El 31 de mayo de 1578 tuvo lugar un descubrimiento providencial, el de una necrópolis anónima profusamente decorada que la Iglesia "vendió" como un depósito de mártires
En realidad en esa catacumba no había cuerpos, pero poco importaba. La maquinaria postridentina estaba en marcha. Poco a poco se fueron descubriendo cementerios subterráneos que se revelaron como depósitos infinitos de reliquias para el floreciente mercado de la santidad.
Se cree que la primera representación de la Danza de la Muerte en Europa fue la del Cementerio de los Inocentes de París. Del camposanto hoy no queda nada, y los osarios acabaron en las famosas Catacumbas de París. Vamos a descubrir algunas cosas sobre todo ello 🧵⬇️
El de los Inocentes fue "El cementerio de París" como mínimo desde el S.XII. Conocemos su estructura gracias a algunos grabados. Junto a una iglesia asociada, el recinto tenía forma de claustro. Los enterramientos pasaron de individuales a colectivos, en fosas comunes.
Pasado un tiempo los huesos se desenterraban y eran depositados en osarios alojados en las arcadas del claustro. Bajo uno de ellos, en el Convento de Frailes Menores, se pintó un mural entre 1424 y 1425 con una Danza Macabra. El muro fue demolido en 1669 durante unas obras.
El 25 de septiembre de 1506 "dejó de alentar el alma" del hermoso Felipe, el primero de Castilla. Comienza el accidentado viaje de sus restos, conducido por la reina Juana, un viaje de tres años que duraría otros quince, y que iremos hilando ilustrado por pinturas del Prado ⬇️
Juana y Felipe, reyes de Castilla, llegan al Palacio del Condestable de Burgos (la Casa del Cordón) el 17 de septiembre de 1506. El día 25, según nos narra Pedro Mártir de Anglería, cronista de los Reyes Católicos, "dejó de alentar el alma de aquel joven hermoso; de nada le
sirvió tener por padre y abuelo a Emperadores de Romanos". Felipe tenía 28 años. Su esposa, la reina Juana I, estaba encinta de su sexto hijo. Mientras duró la enfermedad del rey, "no se separó de su lado, ni derramó una sola lágrima". En el primer amanecer tras la muerte,
En el S.XVII, en plena fiebre postridentina por las reliquias, un secretario de Felipe IV trajo a España desde Flandes un excepcional conjunto que acabó olvidado y cubierto de polvo en la sacristía de una iglesia en un pequeño pueblo alavés. Hasta hace muy poco...
(Hilo 🧵⬇️)
En el Museo de Bellas Artes de Alava está expuesto hasta el próximo 5 de junio un conjunto de relicarios conocido como las "Reliquias de Martioda". Se trata de una excepcional colección de obras de arte que han sido sometidas recientemente a un exhaustivo proceso de estudio
conservación y restauración que ha durado seis años. Tras el magnífico trabajo hecho por el Servicio de Restauración de la Diputación Foral de Alava podemos disfrutar de los relicarios en todo su esplendor. Yo tuve el privilegio de verlos hace muy poco de la mano de