Hoy toca contar la historia de un avión único, bueno más bien el desastre del que nació. No es otro que el NB-36H, el avión atómico.
Los americanos andaban investigando el uso de la energía nuclear para la propulsión de sus bombarderos y de ese interés nació el NB-36H que portaba en su bodega un pequeño reactor nuclear de 1 megavatio y 16 Tn de peso.
Ese reactor no impulsaba al B-36 (esa tecnología aún no existía). El proyecto era simplemente para comprobar que el avion y su tripulación podían sobrevivir al lado de un reactor nuclear en funcionamiento.
El NB-36H realizó 215 horas de vuelo en 47 vuelos. Su reactor nuclear estuvo funcionando durante 89 horas en esos vuelos. Aunque demostró la validez del concepto (la tripulación vivió para contarlo), el programa fue suspendido fruto de los avances de los misiles ICBM.
¿ Pero de donde salió aquel B-36 ? Por partes. El B-36 se diseñó durante la WWII. Se hizo un requerimiento para un bombardero por si caía el Reino Unido. Debía ser capaz de ir y volver a Alemania desde bases fuera de Europa. Nacía el B-36 Peacemaker.
Finalmente los primeros B-36 entraron en servicio en junio de 1948 en la base de Carswell en Tejas. Para 1952 las dos terceras partes de la flota de B-36 estaban en Carswell.
El 1 de septiembre de 1952 hubo altas temperaturas y una gran humedad. A la hora de la cena una gran tormenta atravesó la base. Lo que siguió fue conocido como el desastre de Carswell. El anemómetro de la torre midió vientos de 140Km/h hasta que salió volando.
El personal de la base se refugió en los pocos edificios de ladrillo. Cuanto todo paso no podían creer el estado de la base. Los B-36 habían roto los cablea de anclaje y habían chocado unos con otros. Los techos de los hangares se habían convertido en proyectiles para los B-36.
Un B-36 había literalmente volado hasta estrellarse en un barranco cercano. Otro tenía casi seccionada la parte delantera del fuselaje.
Nada menos que 82( prácticamente todos) de los B-36 habían sufrido daños. Cuando amaneció al día siguiente el General Le May, jefe del SAC, tenía un plan. La capacidad de respuesta nuclear de la USAF estaba seriamente dañada.
Le May impuso turnos de trabajo las 24h. Un tercio de los B-36, los menos dañados, se arreglarían en la propia base, otro tercio en otra base con mayores talleres y repuestos, y otro tercio en la propia fábrica.
El 1º B-36 reparado regresó al servicio a la semana y otros 9 en las siguientes dos semanas. Al mes había 51 B-36 que estaban operativos tras un trabajo ininterrumpido de los equipos de mecánicos. El 11 de mayo de 1953 el último B-36 reparado volvía al servicio.
Pero no todos volverían a volar. El B-36 que había “volado” estaba tan dañado que fue empleado para comprobar los daños en pruebas atómicas. El que había resultado con su cabina casi aplastada necesitaba cambios profundos y la fabrica propuso a la USAF convertirlo en el NB-36H.
De aquel desastre nació el NB-36H que volaría 4 años más tarde. Aunque en su día se achacó el desastre a un tornado últimamente se cree que fue una micro rafaga, lo que viene siendo que una tormenta se desplome.
A raíz de este desastre la USAF preparó planes para en base a predicciones meteorológicas trasladar los aviones temporalmente a bases más seguras.
Y hasta aquí por hoy. Otro día os cuento las luchas con la Us Navy que provocó la entrada en servicio del Peacemaker.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
El pequeño avión ganó algo de velocidad, lo suficiente para iniciar un corto planeo, en unos pocos segundos se estrellaba contra el Océano. Se convertía seguramente en el último avión argentino en volar sobre las Malvinas. Comenzamos.
En 1978 el Comando de la Aviación Naval Argentina compró 15 aviones T-34C Mentor, un pequeño turbohélice para la instrucción de los aviadores que acabarían pilotando los reactores. El T-34C tenía un rol marginal de ataque ligero.
Tras el inicio del conflicto en las Malvinas se decidió enviar 4 de estos aparatos para su empleo en las islas. Realizaron el viaje por parejas y acompañados de otro bimotor que les sirviera de guía debido a su espartano instrumental.
La historia de una imagen👇. Un Nesher Israelí en el transcurso de una misión durante la guerra del Yom Kippur.
De la historia de cómo los Nesher israelitas llegaron a volar se ha escrito mucho. Yo solo haré un pequeño resumen. Para mediados de los años 60 la Fuerza Aérea Israelí era uno de los mayores usuarios del Mirage III. Llegaron a comprar 72 de estos interceptores.
Los israelíes pidieron a los franceses una versión optimizada para el ataque al suelo.En la zona de Oriente Medio donde volaría sus misiones, la mayor parte de corto alcance y con buen tiempo,no era necesario un complicado radar. Así nació el Mirage V de los que Israel encargó 50
Tal día como hoy hace 60 años la revista Life publicaba esta portada. En su día hice un hilo corto de la historia con alguna imprecisión. Toca contar la historia al completo, la de Yankee Papa 3 y Yankee Papa 13.
31 de marzo de 1965, el fotógrafo británico Larry Burrows viajará ese día empotrado en la unidad HHM-163 de helicópteros de los Marines. La misión de esa tarde es insertar a 465 infantes survietnamitas en medio de un santuario del Vietcong a 20km al sur de Da Nang.
Larry embarcará en uno de los 19 UH-34 que van a tomar parte en el asalto, el Yankee Papa 13. Desde por la mañana comienza a tomar imágenes de la tripulación preparando al YP13. El protagonista de muchas imágenes es el Cabo Farley, de 21 años.
También es mala suerte construir los dos futuros buques estrella de tu flota justo en los astilleros que están a tiro de casi todo lo que tienen los ucranianos de largo alcance.
Aquí están los astilleros que lo están construyendo. Justo al lado del puente de Kerch. Que esa zona esté plagada de sistemas antiaéreos no es solo por el puente.
La construcción del buque comenzó en 2020. Los dos buques proyectados son la consecuencia del rechazo francés a entregar los dos buques de la clase Mistral que los rusos habían encargado y que los franceses acabaron vendiéndoselos a Egipto tras la ocupación rusa de Crimea.
Toca contar otra loca historia de la guerra fría en Groenlandia como prometí ayer. La construcción de la base Camp Century. Comenzamos.
Una vez que las pistas de la base de Thule estuvieron plenamente operativas el U.S. Army comenzó a construir otra base a unos 250km de allí, la que sería conocida como Camp Century.
Los ingenieros del U.S. Army comenzaron la construcción de Camp Century para probar la viabilidad de las técnicas de construcción en hielo y con el reto de mantener la operatividad a cientos de kilómetros de cualquier lugar.
Se ha puesto de moda Groenlandia y he recordado que nunca había hablado de la operación Bluejay. Comenzamos.
Durante la Segunda Guerra Mundial los estadounidenses construyeron varias bases en Groenlandia, la mayor parte eran estaciones meteorológicas para predecir el tiempo en todo el Atlántico Norte y Europa. El gobierno danés en el exilio dio el visto bueno.
En 1949 Dinamarca se unió a la OTAN y cesó en sus requerimientos de cerrar las bases estadounidenses que aún quedaban en Groenlandia. Mientras los estadounidenses buscaban ampliar sus red de bases en el extranjero.