¿Qué tienen que ver las inundaciones en #Tula con la Ciudad de México?
-¡TODO!
El proceso es el siguiente; el agua que es traída de los estados de México y Michoacán a través del sistema Lerma-Cutzamala, el cual proporciona aproximadamente la mitad del agua que se consume en la ciudad (la otra mitad se extrae del acuífero subterráneo)
una vez utilizada al interior de la ciudad es desechada hacia el estado de Hidalgo al norte de la misma. A través de 4 salidas artificiales construidas durante casi 5 siglos.
A este entramado infraestructural se suma el Túnel Emisor Oriente una de las obras de ingeniería hidráulica más colosales construidas en la región centro del país, una salida subterránea de agua que forma parte del Programa Integral de Manejo de Agua en la Ciudad de México (sic)
El agua residual desechada por la ciudad desemboca en cuatro presas que se encuentran en el estado de Hidalgo, ubicadas en la región del Valle del Mezquital, formado por tres valles principales: el de Tula, el de Actopan y el de Ixmiquilpan.
Debido a la llegada del agua residual en el Valle del Mezquital se cultivan más de 90 mil hectáreas anuales en tres distritos de riego, el 003 Tula, el 100 de Alfajayucan y el 112 de Ajacuba. En los cuales se utilizan mil millones de metros cúbicos de aguas residuales al año.
Las grandes cantidades de agua que recibe la región llegan a través de infraestructura deficiente e insuficiente, 81% de los canales principales y el 52% de los canales laterales no se encuentran revestidos y parte del agua residual que conducen, recarga directamente al acuífero.
El río Tula es la principal corriente de agua superficial de la región del Valle del Mezquital, recibe las aguas residuales de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México y las de las zonas industriales de la zona de Tula, se calcula un cauce de 409,42 millones de m³ anuales.
Este es el río que se desbordó la noche de anoche, dejando a toda la ciudad bajo el agua residual, pérdidas materiales que afectarán el futuro de varias familias y varios decesos lamentables.
Si los gobiernos de la megalópolis y el federal no atienden de forma comprehensiva los desafío hídricos de la región, seguirán siendo los territorios y los cuerpos periféricos quiénes sigan pagando los costos de la Megaciudad como centro político, económico y cultural de país.
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En 2019 la SEMARNAT declaró a #Tula Zona de Emergencia Ambiental, a fin de implementar un Programa de Rescate Ecológico que sirviera como modelo para aplicarse en otras seis Zonas de Emergencia Ambiental en el resto del país.
Sin embargo, hasta la fecha y debido a la incapacidad pública aunada al recorte presupuestario con el que el gobierno federal ahorcó a la dependencia, las acciones de remediación ecológica en la región han sido sólo promesas vacías,
La demagogia y la ceguera gubernamental están teniendo hoy una de sus más dramáticas consecuencias.