Hoy cumplo 9 meses en mi nuevo rol, soy la única mexicana en el equipo. Además de todo el aprendizaje y lo mucho que amo lo que hago, he confirmado la precariedad laboral de mi país y absurdos que hemos normalizado.
Medio fav y comparto algunos de mis hallazgos.
El idioma. Es de mexicanas preocuparse por el acento cuando se habla inglés.
Nadie espera que mi acento no se note, se sabe que no soy nativa y lidero proyectos igual, escribo, hago webinars y todo súper bien. (Un absurdo que acá más bien es clasista)
Los horarios. Un día mandé un par de correos pasaditas las 18 hrs. y en mi siguient 1:1, me preguntaron si tenía problemas.
Mi jefe y yo acordamos no tener juntas en viernes, nuestras agendas están bloqueadas ese día para asuntos administrativos.
Llegó el verano y mis colegas empezaron a desaparecer hasta por tres semanas.
Me pusieron una llamada para decirme que estaban preocupados 🤯 porque no había notificado semanas fuera.
Me dieron una semana.
Mi jefe me sugirió no trabajar en #UndíaSinNosotras y además está aprendiendo español, su objetivo es platicar conmigo en mi lengua materna.
El miedo.
Miedo a equivocarme, a no saber, a tardarme.
Estoy en una posición nueva, súper retadora y me aclararon que íbamos a construir juntos ese nuevo libro y que estaban seguros de mis competencias.
Casi lloro.
La confianza.
Todo el equipo mantiene una comunicación clara, directa y abierta, no hay sorpresas y eso es muy valioso. Se suman capacidades, no se limita a nadie.
La salud mental.
Por el tema de ansiedad que me generó la pandemia, me dan seguimiento súper cercano. Sobretodo mi jefe, hace las preguntas necesarias.
Hacen ejercicio conmigo una vez a la semana por Teams. 😢
El desarrollo.
A los seis meses me preguntaron mi siguiente objetivo profesional. Y entonces hicimos un plan para alcanzarlo 🤯
Mi maternidad.
Nunca nadie ha preguntado.
Fin.
Bonus track: En mi cumpleaños me mandaron flores y chocolates. 🤩
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