Hace 450 años, el 7 de octubre de 1571, reinando el rey Felipe II, España lideró la victoria contra el turco en las costas de Grecia, en el golfo de Lepanto llamado hoy Corinto. En palabras de Miguel de Cervantes: «La más memorable y alta ocasión que vieron y verán los siglos.»
La Liga Santa (España, Venecia y el Vaticano) al mando de D. Juan de Austria, hermano del rey nuestro señor Felipe II, partió el 17 de septiembre de 1571 de Sicilia con el objetivo de hallar la flota turca, entablar combate y derrotarla. La encontró el 7 de octubre en Lepanto.
La flota cristiana liderada por D. Juan de Austria que se enfrentó y derrotó al turco en Lepanto sumaba 208 galeras, 100 buques de transporte y 27000 hombres, de los cuales 14.000 eran españoles.
“Toma, afortunado príncipe, toma estos símbolos de la verdadera fe, y quiera Dios que te concedan una gloriosa victoria sobre nuestro impío enemigo, y que por tu mano se rebaje su orgullo.” Palabras del cardenal Granvela a don Juan de Austria
(14 de agosto de 1571).
En Lepanto lucharon 14 compañías del Tercio de Granada al mando maestre de campo Lope de Figueroa, 10 compañías del Tercio de Nápoles de Pedro de Padilla, 6 compañías del Tercio de Miguel de Moncada y 9 compañías del Tercio de Sicilia de Diego Enríquez.
El más insigne escritor en lengua española, D. Miguel de Cervantes y Saavedra luchó en Lepanto en las filas del Tercio de Lope de Figueroa. Perdió el movimiento de la mano izquierda al ser seccionado un tendón por un trozo de plomo (no sufrió la amputación de la mano).
D. Miguel de Cervantes luchó en vanguardia, a pesar de estar aquejado de fiebres, en el esquife de la galera Marquesa junto a otros doce hombres dónde su capitán le mandó estando dispuesto «a morir como buen soldado, en servicio de Dios y del Rey».
La flota turca que derrotó la Liga Santa liderada por España en Lepanto estaba formada 230 galeras, 70 embarcaciones de distintas clases y 28000 soldados a bordo. Su comandante jefe era Alí Baja. Acabó decapitado.
A las 7 de la mañana la flota cristiana avista a la turca en Lepanto. Se coloca en tres cuerpos formados en línea con una reserva de 30 naves en la retaguardia al mando del marqués de Santa Cruz, el invicto Álvaro de Bazán cuya actuación resultará decisiva en la victoria.
«Cuando vio Alí la flota cristiana que acababa de formarse, palideció intensamente, pues no creyó al principio que hubieran juntado tantas fuerzas, que iban apareciendo lentamente al vencer el promontorio.»
D. Juan de Austria ordena «serrar una parte de los espolones de sus galeras para que sus cañones tuvieran más efectos sobre las cubiertas y el casco de las galeras turcas y al mismo tiempo, los arcabuceros pudieran completar mejor el trabajo de la artillería». (Canales y Rey)
Los turcos también forman en tres cuerpos, desplegados en forma de media luna. A las once de la mañana las flotas entran en contacto por las alas y a mediodía comienza la batalla por el centro donde se situaban las naves capitanas y los mejores combatientes.
Juan de Austria: «En nombre de Dios, a luchar y a vencer. Soldados valerosos, tenéis el tiempo que deseasteis: lo que me toca cumpliré; humillad la soberbia del enemigo; alcanzar gloria en tan religiosa pelea, viviendo y muriendo siempre vencedores, pues iréis al cielo».
Luis de Córdoba: «Jamás se vio batalla más confusa; trabadas de galeras una por una y dos o tres, como les tocaba… El aspecto era terrible por los gritos de los turcos, por los tiros, fuego, humo; por los lamentos de los que morían.»
La determinación de Juan de Austria de lanzar un abordaje con todos los hombres disponibles decantó la batalla de Lepanto a favor de la Liga Santa. Fue definitivo que un soldado español identificara a Alí Baja, el jefe turco, le cortara la cabeza y la exhibiera en una pica.
A las cuatro de la tarde D. Juan de Austria ya tenía el conocimiento de que la batalla se había ganado para las armas cristianas y que la victoria era absoluta. Lepanto fue la batalla naval más importante hasta esa fecha desde Cannas en el 216 a. de C. y Adrianápolis, en el 378.
Se estima que en la batalla de Lepanto los turcos sufrieron unas 30.000 bajas. Cerca de 8.000 turcos fueron apresados y 12.000 galeotes cristianos esclavizados por los turcos fueron liberados, incluidas numerosas mujeres. 170 galeras turcas se fueron a pique o fueron apresadas.
La noticia de la gran victoria cristiana llegó al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial a las 14 horas del 31 de octubre, día de difundo. Lepanto distaba 3.500 kilómetros. El rey Felipe II, que se hallaba rezando, ordenó al coro que inmediatamente cantará el «Te Deum».
Gracias a Lepanto, Europa supo que vencer al Imperio Otomano era posible y sus galeras no volvieron a suponer una amenaza para la seguridad de los estados cristianos del Mediterráneo. El hilo se puede leer en mi web. 42.270 gracias por leerlo y difundirlo. dariomadrid.com/la-victoria-en…
La foto que he subido del gran libro de Carlos Canales y Miguel Ángel "Gloria Imperial, la jornada de Lepanto" de la @EditorialEdaf es del @RetoHistorico. Si no conocen su web, les recomiendo que la visiten. Más de 3.000 artículos históricos. elretohistorico.com/gloria-imperia…
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Es interesante recordar que cuando Hernán Cortés llegó a los territorios que actualmente ocupa México aquello no era precisamente un paraíso. Los mexicas tenían la costumbre de secuestrar a sus vecinos, esclavizarlos, sacrificarlos extrayendo su corazón y exponer sus cráneos
En el año 2015 se descubrió el Huey Tzompantli en México capital. Se trata de una estructura en la q se ensartaban los cráneos perforados de las víctimas de los sacrificios de los aztecas dispuestos en hileras. Los cronistas españoles de tiempos de la conquista no habían mentido.
El Huey o Gran Tzompantli del Templo Mayor horrorizó a los conquistadores españoles cuando arribaron a Tenochtitlan. Es un enorme altar público en el que se ensartaban las cabezas aún calientes de los prisioneros sacrificados para honrar a los dioses.
La Habana (Cuba), 15 de febrero de 1898: en la oscuridad de la noche, los almacenes del acorazado norteamericano USS Maine sufren una explosión provocando la muerte de 266 de sus tripulantes. El Gobierno de Estados Unidos y su prensa culparán a España (Sigue).
A pesar de que no existía ninguna evidencia de que el explosivo hubiera sido colocado o lanzado contra el Maine por fuerzas españolas, la prensa estadounidense con los editores Hearst (28 diarios) y Pulitzer (efectivamente, el del premio), lanzaron una campaña culpando a España.
Tanto Hearst como Pulitzer utilizaron sus medios de comunicación para instar al presidente de los Estados Unidos William McKinley a iniciar una guerra: “’Recordad el Maine y al infierno con España!”. El 25 de abril de 1898 Estados Unidos declaró la guerra.
En el cuadro del gran @DalmauFerrer tienen al granadero Martín Álvarez defendiendo la bandera del navío "San Nicolás de Bari" en la batalla del Cabo de San Vicente el 14 de diciembre de 1797. Jamás se rindió, mató a varios ingleses antes de desmayarse debido a sus heridas (Sigue)
@DalmauFerrer Martín fue el único superviviente del “San Nicolás de Bari” en la batalla de San Vicente. Los ingleses se lo encontraron defendiendo la bandera de España cuando abordaron el navío. El primer inglés que trató de matarlo quedó ensartado en la espada del español.
@DalmauFerrer Martín pierde su sable. El inglés que le atacó queda clavado en la madera de un mamparo. Ensartado con el sable del español. Coge entonces un fusil. No tiene pólvora. Tiene que utilizarlo a modo de maza. Mata a un oficial inglés y hiere a otros dos ingleses.
Hoy hace 206 años que falleció el médico alicantino Francisco Javier de Balmis y Berenguer. Gracias a él, España fue responsable de la primera vacunación mundial de la Historia: la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, uno de los primeros pasos para acabar con la viruela.
La vacuna contra la viruela había sido descubierta por el médico rural inglés Edward Jenner que publicó sus trabajos para obtenerla en el año 1798. La vacuna llegó a España en el 1800 gracias al doctor catalán Francesc Piguillem y Verdacer.
Por entonces nuestro doctor Balmis acababa de recibir su título de Bachiller de Medicina en la Universidad de Toledo y se encontraba en Madrid continuando con su formación académica.
Hoy hace 482 años que Francisco de Orellana navegó por primera vez por el río Amazonas. Bautizó el río con ese nombre a causa de un enfrentamiento con unas mujeres guerreras. Fueron españoles los primeros europeos que navegaron por sus aguas. Su hazaña fue una odisea. (Sigue)
Francisco de Orellana, nacido en Trujillo como Francisco Pizarro, descubrió el río más caudaloso del mundo en febrero de 1542. Había partido de Quito en busca del «país de la Canela» como segundo de Gonzalo de Pizarro, que había formado un ejército de 200 españoles y 4000 indios.
Quito se encuentra a 3000 metros de altura. Desde allí bajaron hasta la selva en una penosa travesía por la cordillera andina en la que pereció la mitad de la expedición. Al llegar donde se suponía que podía estar el "País de la Canela", solo encontraron hambre y penuria.
Hoy hace 437 años, 9 de febrero de 1588, que falleció D. Álvaro de Bazán y Guzmán, el Invicto, Capitán General de la Mar Océana, Marques de Santa Cruz,… Tiene una estupenda estatua en el «Madrid de los Austrias», en la plaza de la Villa. El escudo es del rey Carlos II. (Sigue)
Existe una preciosa réplica de la espada del granadino D. Álvaro de Bazán en el Museo Naval de Madrid. Junto a la colada está el modelo del galeón "San Martín", nave capitana en la victoria de la isla Terceira frente a una escuadro franco portuguesa.
Los consejos de D. Alvaro de Bazán fueron decisivos para que la flota de la Liga Santa lograra la victoria en Lepanto, según Miguel de Cervantes, «la más memorable y alta ocasión que vieron y verán los siglos, ni esperan los venideros. dariomadrid.com/la-victoria-en…