Thread by @nachomdeo

Celestino Feletti “ordenó” congelar los precios por 90 días. Expliquemos lo que podría pasar a partir de un personaje ficticio llamado Rodrigo que tiene una PyME de 20 empleados que fabrica la polenta “Princesa Mayra”. Vamos a abastecernos de datos basados en la realidad

Cada kilo de harina “Princesa Mayra” que fabrica Rodrigo, se vende a $ 100 en los supermercados. Pero no es lo que él obtiene en cada venta, porque el súper se lo compra a $80 para tener un margen y a su vez tiene que pagar a un distribuidor que se queda con $5

En todo el proceso de venta tiene que pagar el IVA del 21% así que números más, números menos, por cada kilo el fabricante se queda con unos 60 pesos. Ahora vamos al costo para fabricar. De esos $60, el 40% son impuestos nacionales, tasa provinciales, al cheque y etcéteras

Rodrigo queda con $36 que tiene que usar para pagar materia prima, sueldos, energía para mover la maquinaria y el gas para los hornos de cocido que transforman el maíz en polenta, el proveedor que imprime los paquetes y al contador. Y la seguridad porque ya hubo tres robos.

Pero el mes pasado el gremio arregló una paritaria con el 34% de aumentos, por lo que el margen de ganancia se achicó. Y hay que abonar la tercera cuota de doce por el despido de un trabajador que hacía todo mal, pero que el sindicato defendió bajo amenaza de paro

Y hubo que pagar un repuesto de la máquina de envasado que es importado. Como el dólar sigue subiendo, salió el doble porque tiene que venir de China y aunque está retenido en aduana, se necesita para ahorrar los dos empleos temporales contratados para hacer la tarea manualmente

Además la factura de gas con un aumento del 6% y la del gas un 9% desde enero. Y no se puede financiar con un préstamo porque el interés del banco está en un 37% anual. Y si giras en descubierto en un 62,23%. Y no se puede cubrir con más ventas, porque está todo parado

Revisando costos se da cuenta que el combustible subió un 55% desde enero de 2021, por lo que tiene que sumarse ese costo para mover la mercadería. Y además Ingresos Brutos y Bienes Personales, porque después de todo, además del dueño de la fábrica, es un aportante fiscal

Rodrigo levanta la vista y mira el fondo de la fábrica. Tiene 4 toneladas de polenta en stock porque cayeron las ventas por la cuarentena. Son dos o tres meses más. Ese es el capital que le queda porque la producción se frenó a la espera de saber qué pasará con el congelamiento

Y entonces llega el inspector enviado por Celestino Feletti. La ley le permite investigar los costos para saber si está vendiendo a un precio nacional y popular. Le muestra el folleto del super y dice “¡usted vende a $100 cada paquete de polenta Princesa Mayra, no lo niegue!”

El inspector no tiene ni idea de costos, salvo por lo que gastaba en hacer panes saborizados con ajo que vendía en un pasillo de la Facultad, en esos años en que comenzó a militar en la juventud oficialista. Ahora es comisario del congelamiento de precios con carnet y todo

Le dice que el pueblo necesita que mantenga los precios por 90 días y que con esos $80 que gana lo puede hacer. Rodrigo intenta explicarle que no gana ese dinero, pero el comisario le retruca que conoce los trucos burgueses y que leyó un paper del Conicet que lo explica muy bien

Rodrigo trata de mostrarle que con los $36 que le quedan tiene que pagar un montón de cosas y que como los costos subieron, con el congelamiento no va a poder fabricar más. Que por las paritarias y la inflación anual del 56%, es matemáticamente imposible reponer lo que vendió

En un intento por hacerle comprender, Rodrigo le muestra la pila de facturas de servicios, recibos de sueldos y comprobantes de impuestos. Pero el comisario de precios le retruca “¿Acaso cree que no sabemos que ustedes son todos evasores? Ofelia ya les sacó la careta en España”

Entonces el comisario de precios señala el fondo de la fábrica y le dice que es un acaparador, que retiene polenta especulando con la suba de precios y que juega con el hambre de los niños que no tienen su Princesa Mayra esa noche en sus humildes casas. Maldito cerdo burgués.

Todo termina con el comisario dejando una copia de la resolución de Celestino Rodrigo con la orden de no aumentar los precios. Es hora de cierre y Rodrigo saluda a los empleados con la incógnita de saber por cuánto tiempo más seguirán viéndose las caras.

Rodrigo se va al super que queda cerca. Se lleva los 43 paquetes de polenta Princesa Mayra que quedaban en la góndola y la deja vacía. Le saca una foto y se la manda al comisario de precios al teléfono que le dejó por si “quería arreglar una salida que nos convenga a los dos”

Tres meses después Rodrigo está solo sentado donde antes estaba su stock de polenta. Se vendió para pagar la reducción de personal, las cuentas de servicios y la licencia paga del personal que no fue despedido. La inflación se comió el resto. El repuesto llegó y sigue en la caja

Ya no hay polenta Princesa Mayra en las góndolas. Tampoco naranajamandrinas “Axel” ni lubricantes “Beto”. Sus colegas también hicieron lo mismo. Si es más caro vender que producir, mejor esperar y meditar en el silencio de la fábrica sobre góndolas vacías y precios congelados

Es diciembre, llegan las fiestas. Este año no hay asado, el precio se fue al diablo en el mercado negro. En las carnicerías, casi no se consigue. En Navidad comerán la polenta Princesa Mayra que quedó en el baúl desde el día de la visita del comisario y brindarán a la medianoche

Rodrigo pedirá que se den cuenta del error para volver a producir. Si no venderá las instalaciones y a otra cosa. A minutos de la medianoche recibe un mensaje del comisario de precios “Feliz Navidad, Rodrigo”. Dos días antes escribió reclamando que reponga mercadería en los súper

Ya calculó que para poder volver a producir necesita que la polenta se venda a $ 250 en la góndola y así saldar las cuentas atrasadas, actualizar costos y reponer stock. Mientras piensa, el empresario dice en voz alta “Si vuelvo, ya no voy a ser Rodrigo, seré Rodrigazo”.

PS: en 2021 la Argentina produjo 60,5 millones de toneladas de maíz, suficientes para producir unos 3 kilos de polenta por día por habitante.
Suponiendo que un tercio se destine a los hogares, es un kilo diario
Y aun así limitaron la exportación
Polenta Princesa Mayra para todos

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