La tetrica leyenda de la calle ataud, Miguel de Mañara y su entierro.
A dia de hoy la calle ataud no exicte. ampliación de la Plaza de Doña Elvira en el siglo XIX hizo que esta calle desapareciese. Su nombre se debía a su forma, ya que al ser tan corta y estrecha,
se decía que tenía forma de ataúd.
El protagonista de esta leyenda es Miguel de Mañara.
Cuenta la leyenda que el tan ilustre sevillano llevaba una vida disoluta llena de aventuras y largas noches en las tabernas de la ciudad.
Una de estas noches al salir de una de sus noches,
paseaba de vuelta a su casa palacio de san Bartolome, al pasar Santa Cruz con su paje, Alonso Pérez de Velasco, cuando llegaron a la iglesia de Santa Cruz y allí oyeron unos cánticos fúnebres, pero buscando de donde provenian no encontraban a nadie,
pero al llegar a la calle Ataúd sintió un fuerte golpe que consiguió tirarlo al suelo bruscamente. No había nadie en la calle que pudiese haberlo tirado, pero ambos oyeron una voz que decía «Traigan el ataúd que ya está muerto».
Cuenta la leyenda que al incorporarse vio con mezcla de miedo y asombro que el difunto al que llevaban en el ataúd era su propia persona. Miguel de Mañara y su acompañante ante tal vision salieron huyendo de la zona a toda velocidad.
Tal hecho no solo salva la vida del personaje sevillano, pues al parecer en su calle lo esperaban para darle muerte por un ajuste de amorios, si no que desde aquella noche cambia su vida radicalmente.
Don Miguel desde entonces dedica su vida a los pobres de la ciudad.
fundador del Hospital de la Santa Caridad, cuyo espíritu pervive en la calle Temprado, en el Arenal. #SevillaHoy#BuenosDiasATodos#FelizViernes
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Tal día como hoy parte del muelle de las mulas cercano al actual puente de San Telmo la vuelta al mundo. Pero hoy lo que toca rebatir algunos artículos que afirman que parte del convento de los remedios, simple matemática cronológica, "es imposible".
El convento de los remedios se funda en el año 1573 por fray Ambrosio, vicario visitador para la orden de los Carmelitas descalzos.esto lo hace sobre la ermita que construyera en el año 1526 por el canónigo de la catedral Martín de Gasca,
dado que la vuelta al mundo de Juan Sebastián el Cano llega a Sevilla El 8 de septiembre de 1522 este hecho es cronológicamente imposible.
La vela de Santa Ana, los orígenes de la fiesta más antigua de la ciudad. Alfonso X, tuvo una enfermedad ocular, por la que se encomendó a la virgen, realizando la promesa de que si se curaba, levantaría un templo en honor a Santa Ana, iniciándose así las obras en 1266.
Desde ese momento, se convierte en tradición que los vecinos del barrio, se acerquen a la iglesia para velar a la virgen durante la noche, en las vísperas del 26 de julio. Este inicio religioso de la festividad, fue tomando un carácter mas popular, convirtiéndose en una romería.
Esta velá se vivía con mayor intensidad en la iglesia y en las zonas aledañas, destacando el río, donde se realizan la mayor parte de actividades desde hace siglos, ya que los jóvenes solían reunirse en el entorno del Guadalquivir, mientras los mas mayores velaban a la virgen.
La calle del horno de las brujas, actualmente Cuesta del bacalao ( c/Argote de Molina). En la reconquista barrio de Mármolejo por haberse dado en repartimiento a un caballero de ese apellido. Después corral del Aguila y más adelante, Ciprés del árbol por un jardín que allí había.
En 1631 recibe este NOMBRE de horno de las brujas por el horno que se ubicaba en la estrecha barreduela del Águila y que al parecer era regentado por dos hermanas originarias de la ciudad flamenca de Brujas, que por entonces pertenecía al Imperio español de Carlos I,
y que deleitaban a nuestros antepasados con ricas tortas y bizcochos de su tierra natal, de tal forma que el rey otorgó el título honorífico de Tenedor de fornos. Hasta aquí todo parece normal
si no fuera porque el negocio de las hermanas brujenses fuera con el tiempo
Sabias que la plaza virgen de los Reyes era un corral "El corral de los Olmos". Paseando por la plaza virgen de los Reyes vemos una imagen de la virgen en la fachada de la Giralda, la virgen de los Olmos, está estaba en el lugar que alojó desde mediados del siglo XIV hasta 1533
a los cabildos eclesiásticos y municipal de la ciudad, el corral de los Olmos llegó a abarcar desde la calle placentines hasta el antiguo hospital de santa Marta (hoy convento de de clausura de de las agustinas de la encarnación). El propio Cervantes menciona el lugar en su obra
"El rufián dichoso" un azulejo en la fachada del convento hace mención de ello. La talla de la virgen es de origen desconocido Aunque se sabe que estuvo colocada sobre la puerta de acceso al mencionado lugar de reuniones, donde permaneció hasta que en 1791