Hacía bastante que no retiraba cash en un cajero automático.
Fue como entrar a otra Era Cultural.
Pido sacar pesos y me pone como opciones: $100, $200, $300 y así hasta $1000, y luego la opción "otra cantidad".
¿Quién va al cajero a sacar $100?
Son 50 centavos de dólar.
Alguien convenció a Cristina hace años que si no imprimía billetes de mayor denominación la gente no se daría cuenta de la inflación y que, además, ayudaba a que fueran más difíciles los pagos en negro, ya que para comprar un sillón tenés que llevar una carretilla llena de plata.
Entonces seguimos con billetes de $1000 (5 dólares) como de máxima denominación y cajeros automáticos que te preguntan si querés $100.
Como si la gente que evade en serio lo hiciera en bolsos cash en un mundo en el que las finanzas digitales mueven la economía del planeta.
Creo que todo este problema del cash (que encima no vale nada y cada día vale menos) se debe a que los Kirchner se quedaron en los 90, cuando realmente se evadía y se robaba en bolsos cash, pero los billetes eran de 100 dólares.
Con mi marido hablábamos en el almuerzo en Lima Nikkei de las prohibiciones lingüísticas argentinas.
El Golpe del 55 prohibió la palabra "Perón".
El kirchnerismo prohibió la palabra "dólar".
Ambos perdieron la batalla censora.
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Cada vez que tuiteo sobre la venta millonaria de alguna obra de arte contemporáneo -de esas que rompen con la idea de lo artesanal, "lindo", "bien pintado"- me preguntan si realmente esa obra "vale eso"
Comedian, de Maurizio Cattelan, vendió varias copias a 120.000 U$S.
¿Una banana pegada a una pared con una cinta gris "vale" 120.000 dólares?
¿Se la tengo que comprar al artista (o a su galerista) o si yo pego una banana en mi casa de la misma forma también es "la misma obra" y "vale" lo mismo?
Respuestas 1. Sí, vale 120.000 dólares porque 10 personas pagaron esa cantidad por tener una de las 10 copias que el galerista de Cattelan vendía.
2. Si no se la comprás al galerista esa obra no se considera la obra de Cattelán y no podrás venderla a 120.000 dólares a nadie.
Vamos a hablar de algo que pocos conocen en la Argentina: el mercado de arte.
Es casi desconocido porque, a pesar de ser un país con un importante desarrollo cultural -cada día más menguante-, la Argentina es estatista hasta en el mundo del arte. No hay casi mercado.
El ínfimo mercado del arte que existe es tan pequeño en términos internacionales que se podrá ver en esta comparación:
En 2017 se vendió "Untituled" (calavera negra sobre fondo azul) de Basquiat en 110.000.000 de dólares.
Es una obra de 1.8m x 1.7m: en total unos 3,06 m2.
En ese mismo año 2017, con un dolar único (no había cepo ni 20 precios distintos en la Argentina), TODO el mercado de arte argentino (subastas, galerías, arte antiguo, arte contemporáneo, objetos artísticos inclusive) sumaron 16.000.000 de dólares ENTRE TODOS Y EN TODO EL AÑO.
Eduardo Constantini compró el autorretrato de Frida Kahlo (llamado retrato-doble, ya que la contiene a Frida y a Diego Rivera) en 34.800.000 dólares.
Es la obra más cara del arte latinoamericano jamás vendida en una subasta pública.
No sé si este cuadro será mostrado en @museomalba -supongo que sí-.
Lo que sí creo es que no quedará en la Argentina porque para eso, Constantini debería pagar una inmensa fortuna en impuestos.
Como el de Diego Rivera, este Kahlo volará a Miami y allí vivirá.
Grabar con impuestos las obras de arte de las colecciones particulares hace que las mejores obras de arte de los coleccionistas argentinos sean secretas (nadie puede verlas, no se exhiben) o que se manden al exterior (como el Diego Rivera que compró Constantini hace unos años).
El gobierno aplica el impuesto al cheque a la compraventa de criptomonedas.
Ponen así una traba más a las exchanges nacionales. Los pobres, que mueven 5000 a 50000 pesos seguirán usando Lemon o Ripio, los que muevan grandes fortunas usarán las exchanges internacionales.
Con cada nuevo impuesto y cada nueva medida el gobierno hace más difícil producir y trabajar en la Argentina.
Aunque después ponga programas de apoyo a pymes, etc, su política es esencialmente que nada funcione "salvo" lo que ellos promocionan con un programa.
En 1980 Ronald Reagan dijo algo que en la Argentina sigue siendo cierto:
"La visión del Gobierno sobre la economía se podría resumir en unas pocas frases cortas:
si se mueve, ponle impuestos;
si se sigue moviendo, regúlalo.
Y si deja de moverse, subsídialo."
Consejo para no ver gente boluda en Twitter:
seteen sus menciones para no ver comentarios de gente que no los sigue. El 98% de los comentarios que les hagan a sus tuits gente que no los sigue son imbecilidades agresivas. Solo se pierden dos tuits neutros a positivos de cada 100.
Van a "Notificaciones" y en la ruedita de arriba (que significa cómo setearlas) eligen "filtros".
En Filtros no seteen "notificaciones de calidad" (porque Twitter les muestra bosta que elige para ustedes).
Elegí "notificaciones silenciadas".
Dentro de "Notificaciones silenciadas" marcá: "que no te siguen" (solo esa, para seguir recibiendo las demás).
Ya con eso, en tu TL no vas a ver casi estupideces en las menciones. Incluso si tenés decenas de miles de seguidores.
La mayoría que te dice cosas malvadas no te sigue.
En la Argentina el que hace predicciones políticas luego de una elección SIEMPRE se equivoca.
En 2009 se había terminado el kirchnerismo.
En 2011 Cristina obtuvo el 55% de los votos.
En 2017 Macri iba a ser Presidente por siempre.
En 2019 perdió en primera vuelta.
Si el Almirante Rojas se equivocó en 1955 decretando la muerte del peronismo no creo que los analistas de La Nación, Clarín e Infobae la peguen mejor.
En la Argentina, dos años son siglos. Puede pasar cualquier cosa, incluso lo impensable: hasta que gane Macri en 2023.
Yo jamás apoyé a ningún partido porque no me gusta ninguno. Supuse erróneamente que lo que luego fue Juntos por el Cambio podría ser una posibilidad de superar la Grieta.
Fue lo más maniqueísta de la historia política argentina. Así me equivoqué.