Thread by @rayovirtual

Vamos a hablar de algo que pocos conocen en la Argentina: el mercado de arte.

Es casi desconocido porque, a pesar de ser un país con un importante desarrollo cultural -cada día más menguante-, la Argentina es estatista hasta en el mundo del arte. No hay casi mercado.

El ínfimo mercado del arte que existe es tan pequeño en términos internacionales que se podrá ver en esta comparación:

En 2017 se vendió "Untituled" (calavera negra sobre fondo azul) de Basquiat en 110.000.000 de dólares.
Es una obra de 1.8m x 1.7m: en total unos 3,06 m2.

En ese mismo año 2017, con un dolar único (no había cepo ni 20 precios distintos en la Argentina), TODO el mercado de arte argentino (subastas, galerías, arte antiguo, arte contemporáneo, objetos artísticos inclusive) sumaron 16.000.000 de dólares ENTRE TODOS Y EN TODO EL AÑO.

Se podría decir que TODO EL MERCADO DE ARTE ARGENTINO EN UN "BUEN" AÑO equivale a la 6.87 parte de un buen Basquiat (una de las centenas de miles de obras que se venden cada año en el mercado internacional, de las más caras, pero SOLO UNA).

Yendo a una visualización espacial del mercado de arte argentino, podemos decir que TODO EL MERCADO DE ARTE ARGENTINO equivale a 43 centímetros cuadrados de un cuadro de Basquiat.

Sobre ese mercado, casi inexistente, hay tantas regulaciones e impuestos que hacen aun más difícil que se vendan y compren obras de arte en la Argentina.

Quieren comprar muchos impuestos a lo que casi no existe en términos internacionales.

Eso es la Argentina: el sueño de ser Dinamarca actuando como Uganda.

Veamos un poco ahora el mercado de arte argentino.

Está dividido, como cualquier otro, en varios segmentos muy distintos.
El más transparente (en precios y en oferta) es el que se ve en los remates: ahí las obras van a subasta y se paga lo que la puja oferta-demanda acuerda.

Luego están las galerías, casi todas enfocadas en artistas vivos, en plena producción (hay varias que tienen artistas consagrados que ya no producen o han muerto, pero es un segmento económicamente pequeño en cantidad de obra, pero de precios más altos).

El mercado de las galerías, a pesar de estar muy regulado y tener que pagar altos impuestos, no es tan transparente: se pactan muchas ventas en blue (lo que es lógico para la racionalidad económica).

Además de galerías y espacios de arte (y de las subastas en los remates de obras y objetos artísticos) existen las ventas particulares.

Estas son casi completamente blue. No hay registros de ellas, pero hay estimaciones: menos de un 10% del total de lo que se vende o compra.

Todo eso junto (incluyendo lo registrado y que paga todos los impuestos y cumple con todas las reglamentaciones y normas, y también lo que escapa del ojo del Estado -se supone que un 40% del total-) suma unos 16 a 20 millones de dólares por año.

Nada. Como mercado no existe.

Habría que preguntarle a algún ministro de Economía qué sentido tiene poner todas las limitaciones posibles (no son solo impuestos, hay una burocracia infernal si uno quiere cumplir las normas) para que no pueda desarrollarse un mercado de arte en la Argentina.

Hay pocas colecciones de arte en manos privadas en la Argentina.

Buena parte de ellas están en el exterior o escondidas (no se muestran a nadie en el país para no ser denunciadas, sé que un par pudieron ser vistas -son gloriosas, únicas- solo por el Director del MoMA).

¿Qué se logra con que haya escondidos en la Argentina cientos de Van Gogh, Renoir, Gauguin, Picasso, Modigliani, Warhol, y otros semejantes, si nadie puede verlos y el Estado no puede saquearlos con sus imposiciones tampoco?