[HILO] Recupera Arabia Saudí e inicia la contra....
Un tal Saeed Al Owairan recorre 80 metros, regatea a toda Bélgica y anota uno de los mejores goles en la historia de los mundiales.
Todos recuerdan ese glorioso momento en USA 94'. Pero pocos saben lo que significó para ÉL.
La Selección de Arabia Saudí en 1994, era un reflejo de la monarquía absolutista que aún gobierna el país.
El futbolero Rey Fahd y su familia eran los jefes, debido a ello, y por norma, todos sus seleccionados debían jugar en la liga local.
Quizá esa era la razón para aquel cuadro, nacido en 1957, no disputara un Mundial hasta aquel Octubre de 1993.
Cuando, en la ultima fecha, Arabia Saudí gana 4-3 a Irán, encabeza la tabla y se clasifica - junto a Corea del Sur - para el Mundial de USA 1994.
¡FIESTA EN EL GOLFO!
Por aquel entonces, ese equipo ignorado por el resto del mundo, estaba comandado por Saeed Al-Owairan.
Nacido en la capital saudí de Riad, un 19 de Agosto de 1967, desde pequeño se supo que sería uno de los mayores talentos futbolísticos nacidos en tierras desérticas.
Saeed era un delantero o media-punta muy veloz, potente, con gran visión de juego y olfato goleador.
Jugando para el Al-Shabab había conquistado tres ligas seguidas desde 1991, siendo vital en cada uno de ellos y pichichi en la primera campaña.
Es más, en la final de la Copa del Rey Fahd 1992, que perdió 1-3 ante Argentina, descontó con un potente misil desde afuera del área que batió al gran Goycochea.
Su nombre empezaba a lucirse, aunque sea por un ratito. ¿SU DESTINO? Brillar.
Ya maduro, y con 27 años, el delantero estaba listo para afrontar su nuevo y gran reto futbolístico: Destacar en el Mundial.
Si bien las cosas iban mal con la selección, debido a que Candinho, el DT de la hazaña, tuvo que dimitir por no aceptar los caprichos de la realeza.
Los métodos europeos (y muy rudos) del interino Leo Beenhakker, tampoco fueron acorde con los "Halcones Verdes".
Es por ello que llamaron a Jorge Solari, entrenador de Diego Armando Maradona en Newell’s Old Boys el año anterior, para afrontar un reto muy incierto.
Y llego el día del sorteo. La poderosa Holanda, la clásica Bélgica y la modesta pero asentada Marruecos serían sus duros rivales.
Los árabes, por supuesto que eran candidatos al ultimo lugar del grupo, pero, por esas cosas lindas que caracterizan al fútbol, esto no sucedió.
En su debut dejaron una buena impresión, a pesar de haber perdido agónicamente ante los tulipanes 2-1.
Pero, en la segunda fecha, se repondrían al vencer merecidamente a la golpeada Marruecos. La ronda de la épica seria ante una clasificada y tranquila Bélgica.
Y llegó el gran día, 29 de junio de 1994, en el RFK Memorial Stadium, frente a 52.959 espectadores.
Al minuto 5', Bélgica pierde un balón cerca del área árabe, y un defensa toca para el desmarcado Owairan. Lo mejor estaba por venir....
El mediapunta, de blanco con pantalón verde, realiza un control orientado y conduce el contragolpe.
Del centro a la izquierda, se quedan en el camino Van der Elst, Medved, De Wolf, Smits y Albert. Finalmente saca el derechazo, anota y, al igual que el público, se eleva a cielo.
Owairan acababa de organizar una fiesta con sus piernas, corre hacia el córner haciendo la ‘V’ de victoria con ambas manos.
La jugada duro solo 12 segundos, pero él ya sabe que quedara para toda la vida.
El "Maradona del Golfo Pérsico" acaba nacer y con él su triste final.
El duelo acabaría 1-0 a favor de los árabes, que hacían historia y se clasificaban a los Octavos de la cita mundialista. Inmejorable.
Pero al final, el despertar árabe volvió a dormirse, derrota 3-1 ante Suecia con Saeed de figura, todos a su casa.
Pero eso no importaba, a su vuelta, ya tenia ganados un coche de lujo y el Premio al Futbolista del Año en Asia.
Coca-Cola, Ford, Toyota y los Súper Campeones esperaban por su imagen, las ofertas foráneas llegaban y en su país se consolidaba como un ícono popular.
¡UN SUEÑO!
Sin embargo, aquella célebre jugada sería una espada de doble filo, el Rey Fahd, siempre detrás, nunca lo dejo despegar.
Quedo recluido para siempre en su equipo de la liga saudí, a pesar de que todo indicaba, que la podía romper en opulentas tierras europeas.
A partir de ahí adoptó un carácter rebelde, quizá incitado por el rencor contra el Rey Fadh.
Pocos meses después, fue fuertemente multado por marcharse dos semanas de vacaciones a Marruecos sin permiso del club. Su imagen futbolística empezaba a mancharse...
Ya en 1996, Al-Owairan se vio envuelto en un gran escándalo.
Fue visto en un antro con chicas rusas y la realeza árabe lo multó con ocho meses de cárcel y uno de suspensión por contravenir la ley islámica.
Por lo cual se perdió la Copa Asia, que dicho sea de paso, su país gano.
A pesar de ello, y por el peso de ser una gran estrella, volvió a la Selección para disputar el Mundial de Francia 1998.
Con Carlos Alberto Parreira al mando, el cuadro petrolífero no pudo ser ni la sombra de lo que fue en el certamen anterior. Y Owairan, mucho menos.
El año siguiente, y a la temprana edad de 32 años, Saeed decidió colgar las botas tras disputar 163 partidos y anotar 58 goles con el Al-Shabab.
Y así se fue, sin pena ni gloria, con la certeza de que podría haber marcado una época si las autoridades, se lo hubieran permitido.
Doy por terminado el hilo de la peculiar historia de un jugador que pintaba para crack pero que la realeza no lo quiso así.
No olviden seguirme, soy @OmarBS_, intentando llegar a los 10.000 seguidores a fin de año.
Créditos a las fuentes 🤙🏻
Cuídense mucho ¡ABRAZO DE GOL! ⚽️⚽️
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[HILO] Talento puro y la quizá, mayor joya futbolística de la RDA, al punto de ser llamado el Beckenbauer del Este.
Guerra Fría, Dynamo Berlín, pegajosos controles, traumas, deserción, traición, un tal Erich Mielke y la STASI.
¿QUE LE PASO EN REALIDAD A LUTZ EIGENDORF?
Lutz, único descendiente de la dinastía Eigendorf, nació en la Ciudad de Brandeburgo, el 16 de Julio de 1956.
Con tan solo 8 años, y luego de incorporarse a la Asociación Alemana de Gimnasia Deportiva, empieza a jugar fútbol en las inferiores del Motor Süd Brandenburg.
Y es cuando, al ver su progresivo talento, y tras cumplir los 14 años de edad, sale de su cuidad natal para unirse al juvenil del Dynamo de Berlín.
Un club de la sociedad deportiva «Dynamo» que estaba ligado al Ministerio de Seguridad de la República Democrática Alemana (RDA).
[HILO] Año 1994...¿EL MUNDIAL? No gente, esta vez nos remontamos a la quinta edición de la Copa del Caribe.
Dos equipos, una clasificación en juego y la regla más irrealista de la historia.
Señoras y señores, con ustedes, el partido más insólito del mundo: BARBADOS 4-2 GRANADA.
Contextualizo: La Copa del Caribe fue un torneo de selecciones organizado por la Unión Caribeña de Fútbol y que le daba al campeón un cupo participar en la Copa de Oro de la Concacaf.
Su ultima edición fue en 2017 cuando fue reemplazada por la Liga de Naciones de Concacaf.
En 1994, Trinidad y Tobago se iba recuperando de un fuerte intento de Golpe de Estado y una intensa tormenta tropical.
Suficientes motivos para ser la sede consecutiva de la quinta edición que tenia ocho equipos en su fase final luego de una instancia previa de 22 equipos.
[HILO] Año 1994. Colombia se medía ante Estados Unidos en busca de un poco de oxigeno para seguir con vida en el Mundial.
Al minuto 35', Andrés Escobar intenta rechazar un centro peligroso al área pero, en vez de eso, aprieta el gatillo.
CAPITULO 3: EL ADIOS DE UN CABALLERO.
Andrés Escobar Saldarriaga, nació en la localidad colombiana de Medellín el 13 de marzo de 1967.
Siendo el menor de los cinco hermanos, desde muy chico tomó la decisión de seguir el ejemplo de su hermano Santiago y convertirse en futbolista profesional.
Proveniente de un familia de clase media, de pequeño asistió al Colegio Calasanz, donde perdió el décimo grado por escaparse a jugar futbol.
Debido a ello, lo cambiaron al Instituto Conrado González, que tenía equipo, y en donde se graduaría, a duras penas, dos años más tarde.