1. El “lararium” en la antigua Roma era un pequeño santuario doméstico en el que se realizaban ofrendas y oraciones a los lares, los espíritus protectores de los antepasados difuntos, que velaban por el buen funcionamiento de la familia y del hogar. Podía estar situado en ⬇️ 
2. distintos espacios de las casas, por ejemplo en el atrio (patio principal de las viviendas acomodadas romanas); en las más humildes, que no disponían del mismo, se podía situar, a menudo, en la cocina, cerca del fuego central. Podía haber más de un larario en la casa. Cada ⬇️
3. familia rendía culto a sus dioses tutelares con ofrendas y ritos diarios. Si no se realizaban creían que estaban expuestos a diversas desgracias. En el larario también se guardaban reliquias de la familia. Las ofrendas eran variadas, pero principalmente flores para decorarlo⬇️
4. vino, incienso, cereales, miel, perfumes, frutas, pastelillos o sacrificios de animales. El señor de la casa dedica una plegaria: “Que este hogar sea para nosotros una fuente de bienes, de bendición de felicidad y de buena suerte.” (Plauto)
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