Pongan atención que hoy les voy a contar la historia de La Noche Estrellada de Van Gogh.
Quizá muchos al leer o escuchar “La Noche Estrellada de Van Gogh”, piensan en la imagen que vimos en el primer tuit.
Pero pocos saben que en realidad son tres las pinturas que Vincent le dedicó a su estudio del cielo nocturno.
La primera de ellas es esta que vemos aquí: Terraza de Café por la Noche”.
Los expertos del Museo Van Gogh en Amsterdam debaten mucho sobre la inspiración para esta obra.
Por un lado se cree que la inspiración pudo ser una escena de la novela “Bel Ami” de Guy de Maupassant donde describe una escena nocturna y unos bebedores, dicha escena la comenta con su hermano en las ahora celebres “Cartas a Theo”.
Pero la novela no menciona en esa escena un cielo estrellado, en cambio Vincent sí que comenta que había comenzado a pintar la noche y quería pintar las estrellas.
Lo hace en este cuadro y dicen los que saben que gracias a las estrellas podemos datar la pintura.
El 16 o 17 de septiembre de 1888 Vincent puso su caballete en una calle que frecuentaba en Arles, uno de los lugares donde fue más feliz, y plasmó una realidad diferente, mucho más emotiva.
Un cielo nocturno coronando una escena en un café iluminado por una pequeña farola.
Este cuadro se llamó originalmente, “Café de Noche”, así fue presentado por primera vez en 1891 y ese cielo estrellado hace que se considere la primera noche estrellada de Van Gogh, que además dio origen a nuestro siguiente cuadro.
“La Noche Estrellada Sobre el Ródano”.
El Ródano es el río que atraviesa la ciudad de Arles, lugar donde Vincent vivió en la famosa casa amarilla y nos regaló cuadros memorables, además ahí fue donde sucedió el polémico episodio de la oreja.
A poca distancia de la casa amarilla el artista eligió un punto a orillas del Ródano donde montaría su caballete y plasmaría el cielo nocturno una vez más.
Unos días después le escribe a su hermano y junto a la carta le envía un boceto de su obra.
En el cuadro anterior el cielo es iluminado por una luz artificial, pero en este la noche tiene luz propia, es mágico y es más hermoso que la realidad.
Vemos en él a una pareja de ancianos que le de la espalda a la escena haciendo que esta vista nocturna sea sólo para nosotros.
Incluso Vincent se toma una libertad creativa y reacomoda el cielo para nosotros, la Osa Mayor no se ve desde el lugar donde pintó Vincent, pero él decide ponerla en lo alto y al centro de su composición.
Disfrutemos una vez más esta obra antes de que que avancemos a su versión final de la noche estrellada.
Ya les conté en un hilo la vida de Vincent, ahí les narré cómo es que termina en un manicomio y pierde la casa amarilla.
Y ahí les contaba cómo la noche, el arte y Vincent se hicieron uno, y plasmó una obra mágica.
Vamos a empezar com esa obra desmontando algunos mitos y el primero de ellos es que en realidad esta obra no la pintó de noche.
De hecho lo que lo inspira es la mañana, en una de las cartas a Theo, fechada el dos de junio de 1889 le dice: “Esta mañana he visto el amanecer y la estrella de la mañana brillaba como nunca”. Esa estrella que menciona Vincent resulta que es Venus y se ve a un lado del ciprés.
Y no lo pinta de noche porque eso no se lo permitían en el sanatorio mental, aunque como estaban a mitad de su capacidad le permitían usar otra habitación como estudio y Vincent se dedicó a pintar TODO lo que veía, pasillos, personal, internos y la vista desde su ventana.
Pintó los montes, los árboles, los trigales e hizo muchos bocetos para poder plasmarlos en lienzo durante el día (que era cuando tenía permitido pintar)
Así que no, La Noche Estrellada no es la vista desde su ventana como muchos creen, de hecho algo así es lo que el veía:
Vincent al final de sentiría decepcionado de su obra, menciona que no plasmó el mundo real, le dedica pocas frases en sus cartas y eso ha dado lugar a muchas especulaciones, que si vemos su vocación religiosa en esos árboles, que si ese pueblo representa su niñez…
… lo que sí sabemos es que estaba encerrado, solo y triste, muy triste, pensaba que su hermano lo abandonaría, Theo estaba a punto de ser padre y Vincent temía perderlo.
El 19 de junio de 1889 le escribe a Theo y le dice que finalmente tiene un tema sobre la noche.
Y días después ambos hermanos logran platicar, Theo no lo abandonará jamas, de hecho Vincent se entera que el hijo que espera su hermano se va a llamar Vincent Willem Van Gogh, igual que él y con esa alegría pinta su cuadro.
En un día feliz dentro de tantos tristes que tuvo.
No sabemos qué lo inspira, probablemente juntó varios bocetos que tenía, los mezclo con la noche y parte de lo que veía por su ventana.
Lo que sí sabemos por sus cartas es que pintó lo que sentía y se dejó llevar reglándonos un caótico cielo que está en movimiento.
La inmensa noche y la luna menguante coronan una pacífica villa, es una obra contrastante donde predominan los dos colores que más le gustaban: azul y amarillo.
Vincent era un hombre muy pasional y de alguna manera esa pasión y su tristeza se siente a través de su obra.
Vincent menciona en sus cartas que espera que algún día el mundo vea más allá de su aparente tosquedad al pintar y vean al hombre que siente profundamente.
Un hombre que siempre se sintió solo y pocos pudieron comprenderlo y quererlo en vida, uno de ellos fue su hermano Theo.
Eso es La Noche Estrellada, el alma de Vincent hablándonos y mostrándonos como piensa y se siente.
Aproximadamente un año después de pintarla Vincent murió, muchos aún creen que se suicidó pero es probable que le hayan disparado unos jóvenes que molestaban al “loco del pueblo”.
Antes de morir, en una carta enviada a su hermano le menciona que así como tomamos un tren para ir de una ciudad a otra, la muerte nos lleva a las estrellas.
Ese ciprés que vemos nos acerca a esas estrellas, ahí donde está brillando Vincent.
Pero no está solo…
Porque Theo que nunca lo abandonó en vida, tampoco lo abandonó en la muerte. 6 meses después de la partida de Vincent, su hermano lo siguió al otro mundo.
Vincent no volvió a estar solo y brilla más que nunca, sabiendo que por fin lo entendimos y apreciamos su obra.
Fin.
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Pongan atención que hoy les voy a contar cómo sería la mitología griega sin los amoríos de Zeus.
El otro día me arrobaron en este meme, y me dejó pensando qué hubiera pasado si Zeus no hubiera engañado a su esposa así que vamos a verlo…
Antes de empezar tengo que recordarles algo que les he dicho en varias historias: No hay una versión oficial de los mitos, dependiendo la fuente que lean la historia del personaje puede cambiar, obviamente lo mismo pasa con los amoríos de Zeus.
Pongan atención que hoy les voy a contar la historia de Amaterasu, la diosa que aparece en la bandera de Japón.
Amaterasu es la diosa del sol y madre protectora de Japón, de hecho se cree que los miembros de la actual familia imperial descienden de ella y no sólo eso, también tienen reliquias que la diosa dejó.
Les contaré cómo es posible eso pero vayamos al principio. Amaterasu, la diosa del sol, es la hija del dios Isanagi.
Él estaba casado con Izanami pero ella murió mientras daba a luz a su último hijo, su esposo fue al inframundo por ella pero todo salió mal.
En Escocia se dio una historia similar a la que sucedió en Japón con el famoso perro llamado “Hachiko”.
El nombre de este perrito escocés era Bobby, pero detrás de lo sucedido se escondía algo muy turbio.
Empecemos con la historia…
En Edimburgo existe la emotiva historia del perrito Bobby, al igual que Hachiko, Bobby también tiene una estatua, pero esta historia es mucho más turbia.
Vayamos primero a lo que cuentan los locales y los guías de turistas.
Hace más de 150 años vivía en Edimburgo un hombre llamado John Gray.
Trabajando como vigilante nocturno tuvo la idea de adoptar a un perrito Skye Terrier de unos 6 años al que nombró Bobby.
Pongan atención que hoy les voy a contar la historia de “Hefesto”, el dios que fue abandonado por su madre por haber nacido feo.
Como muchos mitos griegos, tenemos distintas versiones de esta historia. Hay menciones a este dios desde la era arcaica, el propio Homero lo menciona en su Iliada y dice que era hijo de Zeus y Hera.
La Teogonía de Hesíodo nos cuenta otra historia: Que en realidad sólo era hijo de Hera, ya que cansada de los amoríos de Zeus, y furiosa por el nacimiento de Atenea (que nació de la cabeza de su marido) ella también trató de dar a luz a un hijo completamente suyo.
Pongan atención que hoy les voy a contar la historia del Área 51.
Durante la década de los 50 y 60, las personas vivían cerca de la base militar que hoy conocemos como “Area 51” empezaron a describir extrañas luces en el cielo, no sólo eso, algunos afirmaban haber visto extraños objetos volando a alta velocidad,
En muchas ocasiones estos extraños avistamientos eran seguidos por la visita de unos misteriosos hombres que interrogaban a todo aquel que afirmara haber visto “algo extraño” en el cielo, los famosos “Hombres de Negro”.