Hoy hablaremos de algo tan romántico como lugares hundidos. Que, de vez en cuando, tienden a emerger ante nuestros ojos. Porque nos echan de menos. O, más importante, porque los extrañamos nosotros
Bienvenidos a AYER ALOJABAN REYES, HOY SURGEN DE LAS PROFUNDIDADES
Dentro hilo👇
Este hilo hay que escucharlo con esta música de fondo. Compuesta por Debussy (quien, por cierto, fue el creador de la “música ambiente”):
La referencia no es casual. Aparte del título y de lo evocadora que es la composición, viene muy a cuento porque el autor la escribió pensando en una leyenda bretona referente a la catedral de la antigua ciudad de Ys, sumergida para siempre bajo las aguas del océano Atlántico.
Ys es un mito que guarda muchos paralelismos con la Atlántida: la ciudad se alzaba impresionante hasta que, por sus pecados, fue castigada y se hundió junto con su gente. La historia sobre cómo desaparece incluye sirenas, diablos y una ola gigante. Un día la filma Roland Emmerich
Por supuesto, esta leyenda tan romántica y tan francesa tenía que incluir cómo la campana de la catedral de Ys sigue sonando bajo el agua y se escucha en las costas de Bretaña. Claro que, como para casi todo lo francés, España tiene su versión menos famosa pero igual de valorable
Se trata de los enclaves que quedaron sumergidos por los embalses construidos a mediados del s. XX. Esto ocurrió también en otros lugares del mundo; en todos, padres y abuelos relatan historias acerca de cómo, de la campana de la iglesia de su pueblo, aún se escuchan los tañidos
Las generaciones previas vivieron un fenómeno curioso. España intentaba salir de un marasmo económico de décadas. Una de las maneras fue la generación de energía mediante pantanos. Pero como casi toda clase de progreso (más en una dictadura), no se llevó a cabo sin contrapartidas
Numerosos pueblos desaparecieron bajo las aguas sin ninguna clase de debate. Sus habitantes fueron desplazados, en condiciones no siempre halagüeñas. Como mínimo, abandonaban el que había sido su hogar de siempre, al que sabían que nunca podrían regresar.
De aquellas emigraciones todavía quedan cicatrices. Por ejemplo, uno de los presidentes de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, se fue a vivir a esta región porque la pedanía donde vivía, al lado de la localidad de Iznájar (Córdoba) fue anegada por un embalse.
Quizás el testimonio gráfico más impactante, en mi opinión, de aquella época, es la película “Camino cortado”, cine negro de bajísimo presupuesto que está ambientado en San Roman de Sau, el cual iba a ser inundado pocos días después.
La trama del film no es mala, y el futuro embalse juega un papel fundamental. Hasta emplearon imágenes de la inundación. Si hacen un remake con bastante más dinero y un buen proyecto detrás, podría salir muy buena historia. Claro que con ese pueblo no pueden volver a contar.
Lo que pasa es que los pueblos bajo los embalses tienen un rasgo especial. No les pasa como a Port Royal –hundida por un maremoto en el Caribe- o los restos en la piscina de Cleopatra en Hierápolis.
Porque cuando el nivel del pantano baja, los secretos emergen de nuevo a la luz
Las cosas que surgen del fondo del océano dan miedo. Ya sea un kraken, Godzilla, o los barcos hundidos de la Segunda Guerra Mundial que reaparecieron hace poco como consecuencia de la elevación submarina de volcán, generan yuyu. Aunque también molan, claro
En cambio, los misterios de los embalses o ríos son más cotidianos. Forman parte de un pasado que nunca quisimos olvidar.
Constituyen un elemento consustancial a nuestra memoria y la de nuestros ancestros. En el fondo, son una sección de nosotros mismos.
Entre esos secretos, sí, hay iglesias. Y muy bellas. Como la de San Roque de las Rozas, en Cantabria, a la cual se puede acceder, según el nivel de las aguas, a través de una pasarela. La han denominado con el muy inspirador nombre de “catedral de los peces”.
Si de catedrales hablamos, una muy interesante es ésta ortodoxa, la de San Nicolás, en el estanque del Úglich ligado al Volga. El gobierno ruso hasta ha apuntalado el edificio y ha creado una isla artificial. Cuando el agua hiela, es posible acercarse al edificio y celebrar misas
Algunos edificios de este tipo son muy antiguos. Como la iglesia de Quechula en México, de 1545, donde los nativos celebraron una misa tras emerger en 2002, con sus paredes cubiertas de lodo. En el mismo embalse yacen también restos precolombinos, entre otros de la cultura olmeca
Hay estructuras más longevas. En el 325, en los restos de esta basílica hoy bajo las aguas en Iznik, Turquía, tuvo lugar el 1er Concilio de Nicea, uno de los más claves de la historia del cristianismo (alguno os acordaréis de la catequesis del famoso "Credo" niceno: ahí se creó)
Desde luego, por iglesias no será, porque las hay preciosas, en entornos fantásticos. Pero tenemos edificios más extraordinarios aún.
Por ejemplo, el pueblo romano de Austóbriga, en Talavera la Vieja (Cáceres). Tampoco se respetó, como tantos monumentos antiguos. No obstante, los habitantes del lugar consiguieron rescatar unos cuantos arcos de un viejo templo (al que han denominado cariñosamente “los mármoles”)
Ya los romanos tenían allí unas termas. Los árabes lo llamaron “pozo de salud”. Más adelante, disfrutaron de sus aguas el Gran Capitán, Mariana de Austria o Fernando VII, quien fue quien mandó construir el balneario moderno y le puso como nombre La Isabela en honor a su esposa
Durante el s. XIX, el balneario acumuló éxitos. Acudieron la regente María Cristina y su hija, la futura Isabel II, a la que llevó para que curara un eczema. Marañón habló bien de él. Llegaron a acudir hasta 1000 personas al año. Sin embargo, poco a poco, empieza un lento declive
La guerra civil le da la puntilla. Durante ese turbulento período se transforma en cuartel militar y en centro psiquiátrico. Luego pasa a pertenecer al ejército y, cuando llega el proyecto del embalse, su destino ya se halla escrito.
Sin embargo, con frecuencia, su antiguo esplendor sale a la superficie. También emergen los restos de algunos animalillos que, en las épocas de mayor llenado del embalse, recorren la superficie que un día pasearon potentados y reyes.
Historias como la de este balneario nos demuestran que todo lo creado por el hombre (palacios, pirámides, mausoleos), en el futuro, yacerá enterrado por el agua y la arena, pues efímero es el ser humano, y destinadas a ser efímeras son sus creaciones…
… pero que, quizás, algún día, de vez en cuando, volverán a ver la luz del sol. Y entonces, nuestro recuerdo surgirá brillante y hermoso, tan brillante como el primer día. Porque todo lo que excita nuestra imaginación se vuelve eterno. Nosotros, a nuestro modo, también lo somos.
Éste ha sido el hilo. Podeís visitar muchos de estos monumentos… cuando el nivel de las aguas os deje, claro. Mientras tanto, buenos y submarinos días.
Este hilo resulta difícil de catalogar (¿arte?¿historia?¿qué pasa cuando quitas el tapón de la bañera?). Pero, si os interesan otros que tengo por esta red, sobre temas diversos, sólo tenéis que entrar a este enlace:
Todos tenemos una acción de la que nos arrepentimos y por la que deseamos volver al pasado para corregirla.
Este hombre (claro) no pudo. Pero se halló en la situación más similar posible.
Para salvar a María Antonieta.
Hoy, EL HOMBRE QUE VOLVIÓ AL PASADO A SALVAR A SU AMOR. El 🧵
Voy a presentaros al protagonista en cuestión.
Se llamaba Hans Axel de Fersen, era un maromaco y aristócrata sueco que se fue a vivir a Francia, donde allí conoció a María Antonieta.
Y la leyenda dice, por supuesto, que se hicieron amantes.
Digo leyenda porque hay mucha discusión sobre este asunto. Sobre todo porque posteriores custodios de diarios y gente implicada hicieron todo lo posible para no se supiera, o que nunca hubiera seguridad sobre si habían mantenido relaciones íntimas o el amor era sólo platónico
Hoy os voy a contar un relato que implica catástrofes, inundaciones, leyendas… y, sobre todo, la increíble capacidad del ser humano para conservar los hechos pasados a través de la narrativa.
Bienvenidos a LA HISTORIA MÁS ANTIGUA JAMÁS CONTADA.
Todo relato tiene un punto de partida y, como hay que ponerlo en alguna parte, nosotros vamos a situarlo en la cultura de los aborígenes australianos. Es decir, los primeros habitantes de Australia, aunque al pensarlo solamos tener en la cabeza a otros:
Aunque aún no sabemos exactamente cómo fue la migración que llevó a éstos a establecerse en Australia, hace entre 120.000 y 40.000 años (se duda de si vinieron de África o Asia), hay una cosa segura: durante muchíiisimo tiempo, estuvieron solos, y cultivaron sus propios mitos.
Vamos a aprovechar que Armenia vuelve a estar (por desgracia, como suele ocurrir, por razones tristes) de rabiosa actualidad para hablar de un episodio histórico curioso.
La época en que Madrid fue capital de Armenia, y por allí se paseó su rey.
Dentro 🧵
Armenia, además de ser un país bellísimo y con muchas leyendas (se supone que el Arca de Noé anda por ahí), tiene una larga tradición de reino cristiano.
A ese reino le han invadido muchas veces, y sus habitantes se han visto obligados a emigrar con frecuencia. Tanto que, tras la conquista por parte de los selyúcidas, los refugiados huidos de Armenia formaron un reino en la costa hoy turca denominado Cilicia, o La Pequeña Armenia.
Cuando uno hace un hilo, promete llevarte a lugares hermosos. Yo no.
Hoy hablaré de un sitio donde algunos creían que se hallaba la entrada a otro mundo. El problema es que, para entrar, debías morir.
Bienvenidos a LA PUERTA DEL INFIERNO.
Abandonad, al pasar al 🧵, toda esperanza
Para empezar, definamos lo de “puerta del infierno”. Mucha gente creería que es la entrada a una delegación de Hacienda, pero otros, por “Puertas del Infierno”, entienden éstas que elaboró el escultor Rodin, de las cuales distintas copias se exponen en diversos museos del mundo.
Otros consideran que la entrada al infierno es esa abertura en Turkmenistán, creada en 1970 por los soviéticos por error, y que no paraba de liberar gas natural. Sus creadores pensaron que la mejor manera de detener la salida de gas sería prenderle fuego... y aún sigue quemándose
Ella era espía, aunque había acabado siéndolo POR CASUALIDAD. La atraparon los nazis. Tenía qe sobrevivir.
Entonces se le ocurrió decir: “¡MI MARIDO ES NIETO DE WINSTON CHURCHILL!”.
El problema era que aquello no era cierto.
Con vosotros, Odette Sansom, ESPÍA POR SORPRESA.
Nuestra heroína nació con el nombre de Odette Marie Céline Brailly en Francia. Era hija de un héroe de la 1ª Guerra Mundial que falleció en Verdún. Odette no sospechaba que, al igual que su padre, ella iba también a arriesgar su vida en un conflicto que involucró a medio planeta
Ya desde pequeña se vio que iba a tener que luchar para salir adelante en este mundo. Una enfermedad la dejó ciega durante tres años y medio, y la poliomielitis la dejó paralizada a nivel de las piernas durante meses. Pero eso era algo relativamente normal en un mundo sin vacunas
Un día dijo: “Me animaría a cruzar la Patagonia hasta Buenos Aires con una carretilla”.
La gente no le tomó en serio. Se rieron de él.
El problema es que no contaron con una cosa: ERA VASCO. Y, con los vascos, no se juega.
Con vosotros, EL VASCO DE LA CARRETILLA. Dentro 🧵
Para empezar, el vasco era de Pamplona. Se llamaba Guillermo Larregui; nació en 1885, pero a los 15 años migró a Argentina. En ese sentido, fue uno más de un largo grupo de españoles que, a lo largo de generaciones, tuvieron que migrar a Sudamérica para buscar una vida mejor
Para estos migrantes, su destino fue desigual (escuchar esta frase con, de fondo, la banda sonora de la serie infantil "Marco"). Algunos, además, acabaron de la manera más insospechada: