¿Es INDRA una empresa?
Sí, pero parece más un ministerio.
Por una parte, el principal accionista de INDRA es una empresa pública, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI)… 👇
Por otro lado, y según obtengo de mi 🤖 robot comecontratos (que ha crecido tanto que ahora parece Skynet), INDRA se lleva contratos públicos literalmente _todos los días_ 👇.
De modo que tenemos al Estado a ambos lados del mostrador de INDRA: como accionista y como cliente.
⚠️ No digo que eso sea malo o feo… simplemente lo comento para hacer ver el íntimo y complejo engranaje existente en un puñado de empresas estratégicas para el país, como INDRA.
¿Estratégicas para el país? Sí: INDRA es un importante contratista de Defensa.
Ahora veamos esta chanante noticia de 2019… INDRA y otras consultoras, sancionadas con 118 millones por pactar precios 😱.
(No comparto el enlace porque el diario tiene más publicidad que contenido)
El caso es que la ley contempla que a las empresas que hacen chanchullos «premium» como amañar concursos —que es completamente ilegal— se les pueda prohibir contratar con el sector público.
Y aquí hay un doble rasero.
Un doble rasero que se explica así:
✅ Si a ACME, S.A le prohiben contratar con el Estado, Ia empresa cae.
❌ Pero si a INDRA le prohiben contratar con el Estado, es el Estado el que cae.
¿Y qué pasó? ¡TATATACHÁN 🎉!
La «voluntad cumplidora».
Y es que INDRA hace desde tanques de guerra hasta el mantenimiento de las máquinas expendedoras de billetes del metro.
Solo en lo que llevamos de año INDRA aparece en estos contratos (datos que, por supuesto, desde el portal oficial del Estado sería un suplicio obtener).
Así que algunas normas y sanciones no son igual para todos. Y aunque lo fueran, la arquitectura societaria de una multinacional cotizada como INDRA, inasequible a otras pymes, podría probablemente venir al rescate.
Es una reflexión que me hago en voz alta…
BONUS TRACK. ¿Os acordáis de mi proyecto ladonacion.es? ¡Espero que sí, porque haciéndolo me dejé las pestañas! 🥲🤪
Pues INDRA tiene su papel en el sainete saudí del rey emérito, Corinna y el AVE a La Meca…
He estudiado más de cien «amazon locales» puestos en marcha con dinero público. He intentado visibilizar las conclusiones en artículos como este. Sin mucho éxito, parece. 👇
👆 Mi artículo en el enlace del tuit de arriba contiene muchos enlaces a los amenos hilos de Twitter donde he ido destripando cada problema y proponiendo soluciones.
👇 Aquí en castellano, también con abundantes enlaces a mis investigaciones:
📈 Para mí es importante que nadie tenga que confiar en «mis» datos. ¡No son míos! Yo los extraigo de fuentes oficiales. Con sacacorchos, porque lo ponen difícil. Por eso acabo de añadir a mi herramienta algo imprescindible: el enlace de cada dato en las memorias del Gobierno. 😊
Creo que esto servirá para que mucha gente pueda buscar en mi herramienta fácilmente (¡y de forma divertida!) los datos de su interés. Y luego ir a tiro hecho a la infumable «fuente primaria» del Gobierno (PDF de más de 200 páginas) para confirmar la veracidad de los datos.
Creo que esto será útil…
✅ A la ciudadanía, para entender mejor su país.
✅ A los parlamentarios, para controlar mejor al Gobierno y detectar chanchullos.
✅ A los periodistas, para vigilar el reparto equitativo del dinero público.
🔴 La Ley 6/2010 de Publicidad y Comunicación de #Euskadi indica que el Gobierno Vasco tiene que remitir anualmente al Parlamento una memoria con el reparto del dinero público a los medios de comunicación.
Pero esas memorias tienen errores.
Por ejemplo: 👇
El Gobierno entrega los datos en un PDF que impide:
👉 A los diputados, controlar eficazmente el gasto del Gobierno.
👉 A la ciudadanía, entender cómo se reparte el dinero público.
👉 A los periodistas, comprobar si se cumplen las leyes.
¡Esto no puede ser!
📰 La última de estas memorias, del año 2022, acaba de ser publicada este mismo viernes.
Alguien en el Gobierno Vasco las escribe con Microsoft Word partiendo, parece, de una plantilla de 2017.
— Esto es sumamente ineficiente.
— Y produce un PDF que no da #transparencia real.
No tengo claro que ser la ciudad más subsidiada de España sea motivo de celebración. Quiero pensar que la métrica del éxito es otra. Pero he estudiado cien iniciativas similares a la suya y encuentro un denominador común: fracasan.
Este triunfal anuncio es compatible con un cuadro agudo de subvencionitis. Una pandemia que está causando estragos en alcaldes y concejales de toda bandera. El delirio: intentar salvar el comercio local con un «Amazon» municipal.
El virus lo inocula el Estado canalizando una línea de subvenciones con fondos europeos. Las entidades locales concurren porque hay dinero de Europa. Es la solución a la búsqueda de un problema. Y a alguien se le enciende la bombilla: un «marketplace». 🎉