Cuando escribimos HOMO HISTORICUS lo dividimos en dos apartados:
🔸Lo que la historia se llevó (y lo que nos dejó)
🔸Qué le hemos hecho a la historia.
🔸Lo que la historia se llevó (y lo que nos dejó)
🔸Qué le hemos hecho a la historia.
En el primero tratamos las diversas fuentes de las que se obtiene información histórica hoy en día, ya sean arqueológicas o escritas, pero también cine, series, libros o la barra del bar.
En el segundo queríamos tratar algunos temas que suelen complicar la comprensión del pasado, desde el asunto de fijarse solo en las élites hasta las movidas del tiempo, el maniqueísmo y más.
No fue un libro fácil de concebir, no fue fácil el proceso de documentación ni el de escritura, entre otras cosas porque no conocíamos ningún libro que condensase todo eso para acercarlo al público general.
Son 300 páginas, no se podían tratar todos esos temas de manera muy extensa.
Fueron tratados con la profundidad justa para comprender por dónde iban los tiros, pero no nos quedamos ahí.
Fueron tratados con la profundidad justa para comprender por dónde iban los tiros, pero no nos quedamos ahí.
Queríamos que el libro fuera una puerta a diversos temas, por eso en cada apartado pusimos una sección concreta de lecturas recomendadas para ampliar información sobre los asuntos tratados.
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