Los primeros Corn Flakes de la historia los vendió Sanitas. Y su objetivo era evitar que te masturbases. ¿Una locura? No, las creencias de un doctor llamado... Kellogg.
En el #gamuhilo de hoy hablamos del origen de los cereales más famosos del mundo.
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Os presento a los hermanos Kellogg. John Harvey es un médico de finales del siglo 19. Su religión familiar es adventista del séptimo día, de estrictas reglas morales.
En aquella época algunas corrientes médicas creían que el origen de todos los males estaba en el estómago, y que se podían prevenir enfermedades evitando la carne, la cafeína y los sabores picantes.
Kellogg era partidario del vegetarianismo, el ejercicio físico y… los enemas. En serio: le encantaban los enemas. Tenía una máquina que podía inyectar 57 litros en los intestinos de un paciente en cuestión de segundos.
Pero a John había algo que le parecía lo peor: las relaciones sexuales. Consideraba que el sexo era el mal. Escribió un montón de libros contra el sexo y por encima de todo, decía que lo peor era la masturbación.
Tocarte te podía generar hasta 39 enfermedades, entre ellas cáncer, impotencia, enfermedades de la vejiga, epilepsia, desequilibrios mentales y debilidad física, además de corrupción moral.
Él, por lo visto, no consumó nunca con su mujer y dormían en camas separadas.
¿Y qué tiene que ver todo esto con los cereales de desayuno? Un poquito de paciencia que enseguida nos tocamos, digo, tocamos ese tema.
Ya hemos conocido al hermano médico. Vamos ahora con el hermano empresario. Y ese es Will Keith Kellog. Ambos trabajan en el Sanatorio de Battle Creek, el primero como médico y éste como gerente. Un sanatorio que sigue las posiciones adventistas, claro.
En este sanatorio de finales del 19 la gente iba a curarse de sus enfermedades, y los hermanos Kellogg les proporcionaban tranquilidad, enemas y alimentos muy suaves. Entre ellos, trigo hervido con leche.
El caso es que un día se pasaron hirviendo el trigo, y gracias a ese error acabaron dando con el proceso para crear el trigo horneado, ligero y crujiente. A los pacientes les gustó mucho, y pronto el Sanatorio de Battle Creek acabó haciéndose famoso por sus cereales.
La idea era que este tipo de cereales de sabor suave aportaban nutrientes al cuerpo e impedían las tendencias masturbatorias que enfermaban a tantos pacientes.
O eso creía el doctor.
Lo de evitar la masturbación no lo sé, pero debían estar buenos porque muchos de los que ingresaban allí querían poder seguir tomándolos cuando les dieran el alta, así que a Will Kellogg se le ocurre comercializarlos bajo la marca… Sanitas.
Nada que ver con nuestro Sanitas, por supuesto. Pero era un nombre bastante coherente, teniendo en cuenta que estaban destinados a enfermos y que se supone que tenían propiedades sanadoras.
Los dos hermanos se pelearon por este motivo: el médico frígido no quería saber nada de esta comercialización de su “tratamiento”, ni mucho menos de otras ideas locas para hacerlos más atractivos para el público como añadirles azúcar.
De modo que Will Kellogg se quedó solo con su fábrica Battle Creek Toasted Corn Flake Co, después llamada Kellogg’s.
Esta empresa también fue pionera en técnicas de marketing muy novedosas, como incluir regalos coleccionables en las cajas, o incluso regalar una caja a las compradoras que guiñasen un ojo al tendero.
¿Y cuál es la explicación de su logo? Ante el surgimiento de competidores, Kellogg comenzó a estampar su firma en cada caja para garantizar que eran “los auténticos”. Y así es como su firma acabó siendo el logo de la empresa.
Que por cierto, se ha recuperado para una gama “más natural” de cereales integrales: hoy se vuelve a llevar lo retro.
¡Y hasta aquí nuestro hilo de hoy! Espero que te haya gustado conocer la historia de uno de los productos más cotidianos de nuestros desayunos y su origen como remedio anti-masturbación.
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Y los hemos actualizado a euros actuales con la herramienta del INE: ine.es/calcula/index.…
@Ansamor Creo que esta es una visión mucho más realista del SMI, porque no es lo mismo 500 euros en los años 2000s que actualmente. Y además puedes ver que, aunque nominalmente nunca lo hizo, realmente bajó en algunas épocas (cuando se congeló o incrementó menos que los precios)
A raíz de este hilo en el que hablaba de por qué el Wanda Metropolitano se conoce como "el Wanda" pero no creo que el Spotify Camp Nou se vaya a conocer como "el Spotify", muchos me habéis preguntado por el WiZink Center, y creo que es muy buena pregunta. Mi visión 👇🧵
Creo que en el caso del WiZink Center (tradicionalmente, Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid) han coincidido algunos factores que han hecho que este nombre haya calado:
⏳ "WiZink" son dos sílabas. "Palacio de Deportes" son siete. Economía del lenguaje de nuevo.
🏦 Tengo la intuición de que para la mayoría de gente "WiZink" es una marca más conocida por el recinto que por su producto (préstamos, tarjetas y cuentas). Un poco tipo Wanda.
@NicoOrdozgoiti En 2012 yo me acababa de encontrar un piso, y justo mi amiga @hayduca tenía una amiga cuyo novio regalaba su cama por mudanza. Mis padres fueron a por ella, la trajeron y ya.
Ni las sillas incomodas de la sala de espera o la gente haciendo videollamadas a gritos.
Lo peor es la incertidumbre.
Eso y que la máquina de café no tenga una versión descafeinada del capuchino avellana, la mejor bebida del mundo pero que si me la tomo a estas horas no pego ojo ya.
El estudio del Barça comercializa sus naming rights y pasará a llamarse Spotify Camp Nou.
Pero a mí me gustaría hablar de otro estadio patrocinado: el Wanda @Metropolitano.
¿Por qué solemos llamarlo “el Wanda” si es solo su prefijo publicitario?
Tengo algunas teorías 👇🧵
En primer lugar, el nombre patrocinado llegó a la vez que la inauguración del estadio. Nunca se ha llamado Metropolitano a secas, por lo que para mucha gente el nombre se ha almacenado en la memoria así, como dos palabras unidas, un único concepto.
También es importante que en este caso la marca patrocinadora se colocó antes del nombre y no detrás: si se hubiera llamado “Metropolitano Wanda” creo que mucha más gente lo llamaría Metropolitano.
Pues he comprado un cable nuevo para la cámara de gatovigilancia y por fin he podido acceder a las últimas horas del aparato antes de que alguien la sabotease mordisqueando su cable.
Acompañadme por la caja negra de mi cámara 👇
1:40 Los gatos duermen en el sofá.
2:55 Los gatos siguen durmiendo el sofá, en otra postura.